Resúmen Y Reflexión Del Cuento "El Príncipe Feliz"
Enviado por bserranp • 23 de Enero de 2014 • 1.219 Palabras (5 Páginas) • 2.643 Visitas
El Príncipe Feliz.
En pleno centro de la ciudad sobre una gran columna descansaba la gran estatua del Príncipe Feliz cubierta por una capa de oro magnifico, llevaba por ojos dos grande zafiros claros y brillantes y un gran rubí en el puño de su espalda.
Una golondrina que estaba enamorada de un junco se quedo en la ciudad cuando sus amigas se fueron en otoño a Egipto ya que el invierno estaba por llegar. La golondrina al ver que su amado junco no hacía más que filtrar con la brisa lo dejo, y dispuesta a irse el día siguiente fue a buscar un sitio donde pasar la noche. Se acostó a los pies del príncipe, la golondrina sentía que estaba en una habitación de oro cuando de repente le cayó una gota de agua y ella pensó que ahí no estaría protegida de la lluvia pero al mirar hacia arriba vio que el príncipe estaba llorando, la golondrina le pregunto cómo se llamaba, y el príncipe le respondió- Soy el príncipe feliz-, la golondrina le pregunto que si era el príncipe feliz por qué lloraba y él respondió que era porque mientras estaba vivo, vivía en el palacio de la despreocupación donde todo era risa y felicidad pero que él vivía muy feliz pero ahora que él estaba en esa gran estatua podía ver todas las carencias que sufría su pueblo, donde todos eran infelices y miserables. El príncipe le pidió un favor a la golondrina, le dijo que le llevara el rubí de su espalda a una pobre costurera que tiene un hijo enfermo y su hijo le pide naranjas y ella llora porque solamente le puede dar agua del rio, porque no tiene dinero. Después de pedírselo y suplicárselo la golondrina accedió y le llevo el rubí a la costurera.
Al día siguiente la golondrina le dijo que al príncipe que tenía que irse con los demás a Egipto ya que el frío se acercaba cada vez más fuerte y ella no podría soportarlo. El príncipe le pidió por favor que se quedara una noche más con él, la golondrina acepto. El Príncipe le pidió que le llevara uno de sus ojos a un estudiante que tenía que hacer una obra para el director de teatro y no la podía seguir porque tenía mucho frío. La golondrina lo hizo, entro cautelosa a la habitación del escritor dejando el zafiro junto a sus papeles. Cuando el escritor lo vio se sintió muy feliz y lo cambio por leña para ya no pasar frío y poder seguir escribiendo.
Al otro día la golondrina le dijo al príncipe que se tenía que ir porque el invierno cada vez estaba más cerca, tenía que irse a Egipto porque ahí el sol era caliente. El príncipe le pidió que por favor se quedara una noche más con él, la golondrina acepto. El príncipe le pidió que le llevara su otro ojo a una niña que vendía cerillas y se le habían caído por el desagüe y si no llevaba nada a casa su padre le pegaría y la golondrina le dijo que si le llevaba su otro ojo él se quedaría ciego pero el príncipe lo convenció y lo dejo caer en el cesto de la niña la cual dijo ¡Qué precioso vidrio! Y se lo llevo a su padre.
Cuando la golondrina volvió le dijo que se quedaría con él para siempre porque él se había quedado ciego y se quedó dormida ante sus pies. La golondrina paso todo el día sobre el hombro del príncipe contándole muchas cosas, sobre sus viajes, del Esfinge, de los mercaderes, le hizo relatos del Rey de las montañas de la
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