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CONSTITUCION 1991


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  1.746 Palabras (7 Páginas)  •  466 Visitas

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María Alejandra Rangel Gil

Universidad del Rosario

ECONOMÍA COLOMBIANA EN EL SIGLO XIX

La organización económica colonial de Colombia bajo dominio español se basaba en un sistema de haciendas, de herencia familiar y con mano de obra esclava e india. Durante las primeras décadas del 1900 se dio inicio a las guerras de liberación, que en combinación con el enfrentamiento social, produjo grandes costos tales como: “Pérdida de vidas, fuga de capitales, destrucción de activos productivos, reses, mulas y caballos, y aumento de los robos, el abigeato, los atracos, asesinatos, políticas de embargo de bienes y saqueo, ““Los gastos militares seguían absorbiendo tres cuartas partes de los ingresos del Estado. El conflicto fue destructivo y dejó muchas haciendas en ruinas, víctimas de la confiscación y el saqueo durante las guerras y las venganzas personales después de ella” (Lynch, 2006). Con esto muchos españoles y defensores de la monarquía perdieron tierras y muchos fueron perseguidos. El Estado hizo esfuerzos para conservar, reconstruir y adaptar la estructura de hacienda colonial a las nuevas condiciones creadas por la independencia (1919).

Durante el siglo XIX, época de consolidación de la República de Colombia, en términos generales el crecimiento poblacional y económico fue muy lento debido a varios factores como dichas guerras civiles, la herencia del sistema colonial español y la escasa emigración y migraciones internas.

El crecimiento de la producción agregada colombiana durante el siglo XIX fue lento, de sólo 1,8 por ciento anual, comparado con el 4,6% del siglo XX. Como la tasa de crecimiento poblacional en el siglo XX fue del 2,3 por ciento anual, el crecimiento por habitante fue de 2,3%, lo cual resultó insuficiente para ocupar a toda la fuerza laboral, como lo reflejan el alto desempleo y el subempleo de la población. Durante el siglo XIX el crecimiento por habitante fue de sólo 0,1% anual. Las tasas de crecimiento del producto per cápita tanto para la primera como la segunda mitad del siglo XIX, dejan entrever el importante impacto del proceso de independencia sobre el estancamiento económico de la primera mitad del siglo, proceso que se revierte a partir del auge exportador de los años cincuenta, y de otros impulsos al crecimiento como el aumento de la oferta monetaria y del gasto público. Así, el crecimiento económico de la primera mitad del siglo fue nulo o en el peor de los casos se contrajo a un ritmo de 0,2 por ciento anual, y dado que el producto en los primeros años del siglo XX es ligeramente mayor al de 1800 que fue de 27 pesos por habitante, la recuperación de la segunda mitad pudo estar en el orden del 0,3 al 1,1 por ciento. (Kalmonovitz, 2008)

Sin embargo, los términos de intercambio favorables y una relativa libertad económica canalizaron las fuerzas de nuevos empresarios a la aventura de la exportación, lo cual género que en la segunda mitad del siglo XIX se abriera una oportunidad de magnitud suficiente, al fin lograron sustituir casi definitivamente el viejo sistema colonial, pasando a invertir en nuevos artículos de exportación con el tabaco y el café, con del desarrollo del café, el proceso de industrialización de Colombia fue iniciado con el auge de la economía cafetera, lo que iba a tener un impacto significativo en toda la economía posterior. Este producto ya no se apoyaba en el orden hacendario, sino que se basaba en el sistema parcelario, gracias a que el café posee unas características que le permiten adaptarse bien a la organización en pequeñas parcelas. El desarrollo cafetero tuvo una serie de consecuencias importantes como la creación de una red de consumidores urbanos y se abrió paso a un cambio de estructura demográfica con una concentración poblacional en las ciudades; se construyó una red de ferrocarriles, lo que hizo mejorar el sistema de transportes; se logró separar el proceso de producción del de comercialización, lo que permitió que la economía cafetera interna no dependiera de las fluctuaciones de los precios internacionales del grano y se llegó a una mayor estabilidad económica y política generales. Gracias a que su acumulación de capital fluyó hacia otros sectores de la economía y a la ampliación y diversificación del mercado, la expansión del café estaba dando paso al crecimiento económico. Esto dio inicio a las perspectivas de inversión en nuevos sectores debido a los movimientos proteccionistas arancelarios que fluctuaron durante la época, en donde se daba una “protección natural”, es decir, existía de forma involuntaria una serie impedimentos a las importaciones derivados principalmente del atraso y los altos costes del sistema de transportes.

Aproximadamente a partir de 1820 Colombia inició una apertura comercial con las principales potencias industriales del momento, quienes veían oportunidades de desarrollar nuevos mercados en aquellas repúblicas recién creadas, como por ejemplo las ex colonias latinoamericanas. Principalmente Inglaterra y en menor medida Francia y Estados Unidos sustituyeron a España como principales socios comerciales (Kalmonovitz, 2008), sin embargo, las políticas conservadoras y las intensas guerras civiles cortaron el auge a partir de 1885, al tiempo que la turbulencia en los mercados globales contribuyó al estancamiento de la economía colombiana durante la última década del siglo XIX. Con la Constitución de 1886 se dieron cambios radicales en las reglas de juego que organizaron el país hasta ese entonces, a lo cual se suman las políticas monetarias expansivas que generaron por primera vez inflación en la economía (Urrutia, 2007). También se persiguió a la burguesía liberal y se le dieron serios

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