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El comienzo de la saga de treinta y tres Orientals


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  Tutoriales  •  1.187 Palabras (5 Páginas)  •  314 Visitas

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La tarde

El año 1825 se inicio con relativa paz para las Provincias Unidas del Río de la Plata, con excepción de la Banda Oriental, invadida y sojuzgada como se hallaba por el invasor portugués, por lo menos en forma parcial desde1817 e integrada al Reino de Portugal y Algarves desde que el Congreso reunido en Montevideo en Julio de 1821 la declarara “Provincia Cisplatina” de aquel estado.

Nubes de guerra

Don Pedro I, apartándose de la real tutela, se había independizado de Portugal luego del “Grito de Ipiranga”. Desde entonces -7 de septiembre de 1822- fue reconocido como Emperador del Brasil, sin vínculo político con su ex metrópolis.

Las ambiciones manifiestas del joven monarca y de su Imperio fueron las heredadas de Portugal: establecer como limites naturales de sus dominios en el suroeste al río Paraná, anexándose la Mesopotamia Argentina (provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos) tal cual lo hicieran con la de la Banda Oriental y en procura de tales objetivos trataron de hacer escalar un conflicto siempre latente, hacia fines de 1825.

Las Provincias Unidas del Río de la Plata finalizaban el duro trance de la anarquía y se encontraban una vez más en la búsqueda de la senda de dictarse su Constitución y erigirse una nación, camino no deseado por las autoridades provinciales, que preferían delegar en Buenos Aires ciertas facultades y reservarse la administración de su feudo sin ataduras a ley nacional alguna.

Buenos Aires, con la facultad delegada de las Relaciones Exteriores de la Unión, no había querido o no había podido ayudar hasta entonces militarmente a la Banda Oriental para sacudir el yugo de la invasión portuguesa, pese a los pedidos reiterados da Artigas. Ya vencido el caudillo oriental por los portugueses y exiliado definitivamente en el Paraguay, veían amenazado ahora su propio ámbito –el Río de la Plata y sus costas- por demostraciones de fuerza y poder de la División Naval Portuguesa en esas aguas.

En junio de 1823 Buenos Aires había enviado a Río de Janeiro al Dr. D. Valentín Gómez para tratar la cuestión oriental, misión que fracasó. El 23 de octubre de aquel año el Cabildo de Montevideo declaro “nula, arbitraria y criminal” la incorporación de la Banda Oriental al Brasil y agrego que esta “no pertenecía ni debe ni quiere pertenecer a otro Poder, Estado o Nación que la que componen las Provincias Unidas de la antigua unión del Río de la Plata”.

El Congreso General Constituyente que las Provincias Unidas del Río de la Plata preparaban, fue lugar propicio para que los patriotas orientales hicieran conocer sus ideas y aspiraciones y al iniciar este sus sesiones el 16 de diciembre de 1824, a los seis días de llegada al Plata las nuevas del triunfo patriota en Ayacucho, el renacimiento del espíritu revolucionario se puso de lado de sus aspiraciones. Fue de entonces el inicio de la gesta de Los Treinta y Tres Orientales, que encabezados por D. Juan Antonio Lavalleja se confabularon en Buenos Aires, se procuraron armas y apoyo financiero, cruzaron el río Uruguay y desembarcaron en la playa de La Agraciada, donde luego de unirse a los patriotas locales recomenzaron la guerra contra el invasor logrando los triunfos del Rincón de las Gallinas, el Cerrito y Sarandí, haciendo crecer la tensión entre Brasil y Buenos Aires.

El Brasil presento formal protesta diplomática por el apoyo brindado a los Treinta y Tres Orientales. La respuesta del gobernador Las Heras a través de su ministro Manuel J. García fue poco creíble: su gobierno era ajeno a esos actos.

El Congreso General Constituyente se pronuncio

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