Laberinto De La Soledad

Este libro nos muestra como era visto a mediados del siglo pasado el mexicano. Una parte muy fundamental de lo que habla Octavio Paz que el mexicano es un lío de contradicciones, no es, no será, pero no deja de ser, mas tarde se deprime porque es un mexicano promedio sin grandes lujos y se acerca a ser pateado por su eterna vecina de fronteras que es Estados Unidos, arriesga su vida y su dignidad con tal de “olvidar” sus raíces y entrar en ese mundo de formas grotescas para que el mundo lo mire con rostro de repulsión, de desaprobación, sentirse el triste foco de atención, el incomprendido, el solitario, el abandonado y el producto de una sociedad disfuncional... el pachuco no es producto más que del mismo mexicano y de su sentimiento de soledad que lo acompaña latente el resto de sus días por ser individual, por estar solo.

El pocho, descrito en la actualidad como un ser que se siente más americano que mexicano, con ropa holgada, pelón, con una forma de hablar muy rara, que a veces tiene repulsión de los mismos mexicanos y solo por estar en tierras gringas se siente supremo, pero siempre será un mexicano arraigado. El mexicano no ve el precioso tesoro que le regala su individualidad, la ve como una penitencia de un pecado que por conformidad acepta, disfruta lastimarse, sentirse desdichado dice odiar la compasión de la raza humana.

Como parte de las mascaras mexicanas, el mexicano se encierra en su cuerpo, ese cuerpo que el mexicano disfruta, no se trata de un trasporte del alma, el mexicano es cuerpo, lo mueve, lo cuida, lo baila, lo idealiza y hace a los dioses merecedores del cuerpo y a la vez también sufre por qué significa vulnerabilidad, se siente acechado por la mirada de sus antepasados, lo oculta pues siente que esas miradas penetran su intimidad tan celosamente guardada por que el cuerpo no guarda este preciado tesoro, si no que la descubre y que para salvaguardarlo se creó el pudor que actúa como defensa como una protección de su verdadera identidad.

En cuanto a la mujer mexicana los tiempos han cambiado, si antes era acechada y odiada por el hombre, ahora la mujer mexicana tiene el derecho de pertenecer a una sociedad, de ser parte de ella, de estar orgullosa y de poder elegir por que es capaz de tomar decisiones, la mujer mexicana en la actualidad es más fuerte que el mismo hombre mexicano, es audaz, es arriesgada, no ve limites y quiere salir adelante, sea la mujer más rica o más pobre, en ambos casos ve por ella y por los demás, ve por su familia, tiene deseos de vivir y de festejar que nació en el mejor país que Dios le pudo haber dado.

Despertar, eso es lo que necesita el mexicano, poder sentir que vive y que es parte de una sociedad como el americano idealiza este sentimiento y que siento que el término “americano” está mal aplicado, muchos lo conocemos así y nos damos a entender por qué ellos lo acogieron, como si fueran

...