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Trabajadoras Rurales


Enviado por   •  11 de Junio de 2012  •  2.100 Palabras (9 Páginas)  •  534 Visitas

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EL IMPERIALISMO

El imperialismo se refiere principalmente a los intentos de establecer o mantener una soberanía formal sobre otras sociedades subordinadas, pero ha sido también relacionado a menudo con el ejercicio de cualquier forma de control o influencia políticos de una comunidad política sobre otra.

Aunque este termino se usa principalmente para explicar el proceso de colonización de Africa y Asia por parte de Estados europeos como Francia y Gran Bretaña, algunos historiadores lo aplican también a épocas anteriores como la de Alejandro de Macedonia o las conquistas de Roma.

A continuación se relacionan varias opiniones de diferentes autores sobre el imperialismo:

SCHUMPETER consideraba que el imperialismo no era el resultado de nuevos desarrollos económicos, sociales o políticos en Europa, sino la expresión de una antigua disposición sin objeto por parte del estado a una ilimitada expansión de las fronteras por medio de la fuerza.

Asocia el imperialismo con los elementos específicamente precapitalistas incorporados a la sociedad capitalista desde sus comienzos.

La tesis de Schumpeter, tan aceptada por los economistas neoclásicos, dice que el imperialismo, como el nacionalismo, es un atavismo en la estructura social. Es decir, que el imperialismo es un residuo, un elemento que deriva de las condiciones de vida no del presente, sino del pasado, y añade, en términos de la interpretación económica de la historia, a partir de relaciones de producción del pasado y no del presente. Un mundo puramente capitalista, no puede ofrecer suelo fértil para los impulsos imperialistas, sus habitantes serán esencialmente no guerreros, las tendencias antiimperialistas aparecerán allí donde el capitalismo invada la economía.

Afirmaba que el imperialismo era una desviación del ideal de comercio libre debido sobre todo a la reacción nacionalista que frena la revolución liberal.

En un sistema de comercio libre no existirían conflictos de intereses ni entre las diferentes naciones ni entre las clases correspondientes de diferentes naciones. No tendría sentido forzar las exportaciones de mercancías o de capital.

El poder, más que el beneficio, sería así el factor esencial, o sea el fundamento mismo del imperialismo.

LANGER define el imperialismo como el simple dominio o control, político o económico, directo o indirecto, de un Estado, nación o pueblo sobre otros grupos similares o la propensión, tendencia o intento de establecer dicho dominio.

EL IMPERIALISMO

LENIN afirmaba que el imperialismo no sólo surgía del capitalismo, sino que además era una etapa real del desarrollo del capitalismo: la “etapa cumbre”, con un numero creciente de conexiones entre capital industrial y el bancario.

El imperialismo, según él, es la etapa superior del capitalismo en su necesidad de mercados nuevos.

Consideraba el imperialismo en términos de acumulación de capital y de explotación de la mano de obra colonial y semicolonial.

En la concepción del imperialismo de Lenin la exportación de capital se debe a la disminución de utilizaciones rentables del capital en el propio país. En este punto, Lenin se acerca mucho a una teoría del subconsumo.

Explicó que la búsqueda febril de fuentes de materias primas en todo el mundo era causa de la lucha desesperada por la adquisición de colonias.

Opinaba que el imperialismo terminaría sólo cuando los elementos precapitalistas de la vida social desaparecieran definitivamente.

HILFERDING sostuvo que el capital financiero dejaba de ser amante de la paz en cuanto su impulso económico ultramarino se veía obstruido por sociedades precapitalistas. En este punto, el burgués descartaba su convencional pacifismo liberal y apelaba al gobierno para vencer la resistencia indígena a su comercio y a su inversión. Para justificar este “viraje”, el burgués adoptaba la ideología racista y reclamaba el derecho, que consideraba natural, de su propia sociedad avanzada a dominar a los pueblos atrasados de otros continentes. De este modo el imperialismo popular, basado en el racismo, era un producto orgánico del cambio económico.

HOBSON, economista heterodoxo de convicciones radical-liberales, mantenía, al igual que otros liberales británicos, opiniones similares a la de Hilferding, pero la principal diferencia era que creían en la perdurable racionalidad de la mayor parte de la sociedad y consideraban que la opinión popular era deliberadamente corrompida mediante la prensa barata por los que tenían intereses en la expansión imperial. El imperialismo popular era, por ello, el producto de una especie de abuso de confianza llevado a cabo por los capitalistas en alianza con otros grupos con intereses extraeconomicos en la colonización: militares, misioneros, funcionarios coloniales, etc... según él, podría desaparecer por medio de una adecuada reeducación de la opinión de las masas.

Según Hobson, la estructura plutocrática de la sociedad capitalista, en vista de que la demanda interior se ve frenada por los ingresos de la gran masa, mantenidos constantemente bajos, conduce crónicamente a una acumulación excesiva de capital por invertir. Por esta razón los

EL IMPERIALISMO

capitalistas, para evitar el dilema del beneficio decreciente, se ven obligados a buscar lucrativas posibilidades de inversión en territorios ultramarinos, en vez de hacerlo en los mercados interiores demasiado limitados. De acuerdo con estas ideas, las capas superiores de los Estados industriales europeos presionan al Estado con ayuda del chauvinismo popular previamente fomentado, para que éste cree, a través de intervenciones políticas, posibilidades de inversión para el propio capital y la propia economía en regiones ultramarinas subdesarrolladas.

El punto de vista clásico liberal, atribuye el imperialismo al atavismo subconsciente de una población inflamada por las llamadas nacionalistas de políticos hambrientos de poder.

BRUNSCHWIG opinaba que con posterioridad a 1870 el nacionalismo popular preexistente se volcó al exterior y fijó sus ambiciones en Africa y Asia. Las supuestas razones para ello variaron en cada país. En Alemania e Italia los nacionalistas habían conseguido su propósito de un estado étnicamente unificado y buscaron nuevos mundos que conquistar para incrementar la autoafirmación nacional. Los Estados Unidos que habían logrado ocupar el continente de mar a mar y superado también las amenazas a su unidad interna, desarrollaron instintos similares en la década de 1890.

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