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Enviado por   •  24 de Octubre de 2014  •  1.775 Palabras (8 Páginas)  •  161 Visitas

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Educación, Modernidad y la Postmodernidad

Empezamos por identificar los rasgos de la modernidad y de la posmodernidad, para después abordar lo que son los jóvenes, y terminar con la reflexión en torno de la escolarización en la educación superior. Arribamos a una serie de conclusiones, resaltamos la ambigüedad característica tanto de la modernidad y la posmodernidad que se refleja en la situación de los jóvenes ante la educación superior.

I. Rasgos de la modernidad

Partimos de la noción general de que la modernidad fue el proyecto del siglo XVII1 de un nuevo mundo basado en los principios de libertad, igualdad y justicia, lo cual implicó, ante el antiguo régimen, actualizar la vida social, política y económica a las posibilidades técnicas sociales y culturales, además de elaborar un concepto –occidental– de hombre universal.

Una idea de la procedencia de la modernidad –quizá la que cuenta con mayoría de adeptos– es que surge con la ilustración, en donde Dios fue sustituido por la naturaleza y se planteó el progreso a través de la ciencia. Ambos aspectos tienen sustento en la razón como categoría supraindividual y sobrehumana (Wagner, 1997) que participa en el reconocimiento de la autonomía del sujeto. En este sentido como señala Terren (1999), el proyecto de modernidad se presentó como un programa de racionalización y de emancipación: la representación del mundo a través de la razón, guiada por el presupuesto del progreso para alcanzar la felicidad humana.

Otro elemento de vital importancia, en los umbrales de la modernidad, es el surgimiento de los Estados-nación que según Inglehart (1994) ejercen el poder a través de la cultura, porque es el gobierno quien toma las decisiones y los miembros de la sociedad las acatan debido a la coerción externa o porque han internalizado una serie de normas que justifican su cumplimiento.

La modernidad trae consigo tres aspectos íntimamente relacionados: ilustración, cultura y moral. Es decir, una visión de mundo emancipada de la vida cortesana y regida por una moral civil, cuya finalidad a través de la racionalidad práctica es conquistar el bienestar social bajo los presupuestos de la eficiencia.

En este sentido la modernidad representa la expresión de la civilización occidental con una cultura finalista del progreso estructurada con las ideas-ejes de la libertad, igualdad y justicia.

La modernidad supone una oleada de transformaciones en el ámbito mundial: la industrialización, el desarrollo de los medios masivos de comunicación, el surgimiento de la clase empresarial, la burocratización, la secularización y la producción en masa, entre otras cosas. Como parte del progreso y la eficiencia de la modernidad, la sociedad se mueve por el mercado bajo el programa del pensamiento clásico del liberalismo: oportunidad, igualdad, beneficio y competencia: los individuos tienen la oportunidad de acceder a los bienes a partir de mantener entre sí condiciones de equidad para disfrutarlos de manera personal en el marco de la demostración de las capacidades individuales en el mercado.

Presupone ese planteamiento del progreso un desarrollo armónico de la humanidad; sin embargo, la cotidianeidad de la modernidad es el sobresalto y el conflicto. La tensión de intereses marca la dinámica de la racionalidad del progreso que cuestiona al proyecto de la modernidad, existe una separación entre discurso y práctica (Wagner, 1997)

Frente a esa separación, la modernidad hoy en día es leída de distintas maneras, para Habermas como el proyecto inconcluso; Giddens como una modernidad superior caracterizada por el riesgo, la autoidentidad y la autoreflexibilidad en torno de las instituciones modernas; Berman, como la autodestrucción creadora y Wagner, como configuración social y cultural.

La modernidad reciente o tardía según Kurnitzky (1995) es sinónimo de fracaso y es la culpable de la situación desastrosa de la economía-mundo y sus consecuencias sociales. Lo anterior se refuerza con lo que señala García Canclini, citado por Magendzo, en el sentido de lo incumplido, son cuatro los movimientos básicos que constituyeron la modernidad:

a) Proyecto emancipador: Se refiere a la secularización de los campos culturales, forman parte de él la racionalización de la vida social y el individualismo creciente.

b) Proyecto expansivo: Busca extender el conocimiento y posesión de la naturaleza, la producción, la circulación y el consumo de los bienes; se manifiesta en la promoción de los descubrimientos científicos y el desarrollo industrial.

c) Proyecto renovador: Abarca dos aspectos: la persecución de un mejoramiento e innovación incesantes propios de una relación con la naturaleza y la sociedad liberada de toda prescripción sagrada sobre cómo debe ser el mundo; y la necesidad de reformular una y otra vez los signos de distinción que el consumo masificado desgasta.

d) Proyecto democratizador: Se refiere al movimiento de la modernidad que confía en la educación, la difusión del arte y los saberes especializados, para lograr una evolución racional y moral.

Emancipación, equidad, progreso y democracia son cuatro aspectos que no se han concluido, la razón ilustrada y la racionalidad práctica no han hecho posible la idea de libertad fuera de los límites del mercado, para crear una cultura de la realización, responsabilidad y reconocimiento del individuo y la colectividad. Recurriendo a la metáfora de Marx todo lo sólido se desvanece en el aire:

Queda el descubierto la desnudez del hombre y como posibilidad apelar a la autoreflexibilidad en una sociedad contingente donde se metamorfosean los valores ante la destrucción creadora marcada por la sustitución de la libertad por el comercio anclado en el mercado.

II. Rasgos de la posmodernidad

Ante este panorama se plantea la idea de la postmodernidad, como rompimiento, como parte o como crítica de la modernidad.

En la primera acepción, se considera como una etapa que rompe con el mito de la razón ilustrada y ponen en evidencia las limitaciones de la racionalidad práctica, en la segunda concepción, es que la distinción entre modernidad y posmodernidad

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