Los Ricos Del Gobierno

México, un país con una enorme fama de “corrupto”, desde puntos de vista tanto extranjero hasta el nuestro, quienes vivimos y nos formamos en esta nación. Estamos acostumbrados a escuchar esta palabra todo el tiempo, sobre todo en nuestro sistema gubernamental. “Al gobierno se entra a robar” se ha escuchado varias veces pero, ¿es verdadera esta afirmación?, y de ser así, ¿cómo se lleva a cabo?

La información que a continuación se presenta es importante para contestar estas dos grandes incógnitas que a todos los mexicanos nos concierne. La relevancia que tiene lo que dentro de este ensayo se presenta es conocer las maniobras clandestinas, ilegales y contaminantes que es capaz de llevar a cabo cualquier persona involucrada dentro de este círculo tan agravado llamado gobierno para conseguir beneficios propios, dejando a un lado toda ética y respeto hacia la nación.

No quiero referirme como corrompido a todo aquel participante en el sistema, indubitablemente militan personas con una moral y principios bien definidos, personas que realmente se sitúan para cumplir con las obligaciones que se deben realizar, pero es difícil generalizar cuando la gente no escucha nada más que lo malo que ocurre en este entorno.

Desgraciadamente este trabajo no va dedicado a las personas honestas y persistentes que colaboran para la creación de un México mejor, con oportunidades e incrementos o mejoras. Yo agradezco y felicito a estas personas, porque no se han dejado corromper ante un fajo de billetes por cumplir con su obligación. Este análisis se dirige directamente a descubrir en donde, como, cuando y quiénes son los mayores responsables en los fraudes, robos o todo aquel acto de corrupción. Estos individuos son un bache, un estorbo en el proceso del país. Impiden apoyos, quitan subsidios, afectan obreros con tal de conseguir una casa nueva o enviar a sus hijos al extranjero.

Puede que crea que no hay mucho que hacer, que “ni modo”, pues nacimos o vivimos en un país demasiado desintegrado para hacer algo al respecto, claro, al fin y al cabo al gobierno no le puede exigir nadie. Falso, yo invito al lector a que comprenda la importancia del asunto, lo que podemos hacer para evitarlo y como lograrlo. Y, después de todo, aunque no nos creamos participes o involucrados en este proceso debemos recordar que si no buscamos mejorar y transparentar el procedimiento siempre nos veremos afectados, pues somos el mayor suministro de sus presupuestos. Nosotros somos los consumidores, nosotros somos los que pagan impuestos.

Lo que se mencionará es un escenario realista, que genera descontento y repudio ante todo aquel que realiza este tipo de operaciones sucias. Es por esto que debemos aprender y tomar acción sobre el asunto.

Corrupción: medio hacia la riqueza

Para entender la corrupción en México, primero debemos entender cuál es la definición del término. Podríamos precisarlo formalmente (desde una definición muy adecuada del libro) como la acción de dañar física, moral o patrimonialmente a una persona. Esto involucra una infinidad de acciones, desde quitarle la vida a una persona hasta cometer un pequeño delito, robar un pan que le quita la comida a otra persona.

Nosotros siendo seres humanos tenemos adecuado a nuestra naturaleza el respetar al demás, representado concretamente en un dicho popular: “no hagas lo que no quieres que te hagan”. Nuestro juicio sobre el respeto debe de ser aplicable en cualquier parte del mundo, en cualquier momento sin importar factores relevantes como la religión o modelo político.

Citando al autor, debemos distinguir entre los ricos productivos y los parásitos. Una persona con dinero no siempre es mala o “chueca”, por el contrario muchas veces influyen al progreso del país, mejorando la condición de las personas por medios como el dar empleo a las personas, invertir en situaciones que fomentarán el proceso y ayudará a la gente. Por el contrario, aquellos oportunistas que se crean de riqueza de la manera que sea (peor aún si es de manera ilícita) dan lugar a la “suma cero” como menciona el señor Pazos. Esto es que no se aporta con visión hacia un fomento en donde todos ganan, sino que uno gana y otro pierda.

La historia respalda la corrupción que se ha puesto en marcha desde varios siglos atrás hasta nuestra fecha, pero en mi opinión hubo un momento que influyó brutalmente en la posesión de un grupo sobre una enorme cantidad de responsabilidades y, por ende, gran cantidad de fallas o métodos para robar. A este suceso le llamamos PRI.

Muchas personas hoy en día, sobre todo las personas que han vivido más, concuerdan con que la relación gobierno-PRI es una fuerte causa para la situación actual que vivimos en el país. No todo se le puede atribuir a este simple suceso, pero vaya si es importante.

Desde entonces ha surgido un conformismo colectivo. Con esto me refiero a que después de varios años, las prácticas corruptas no solo se fueron pasando por alto, sino que se empezaron a ver como aceptables, consecuencias lógicas de pertenecer al gobierno, y sobre lo cual no tenemos poder alguno para refutar tremenda cantidad de fraudes que a lo largo de nuestra historia nos han golpeado duro y a la cabeza.

El gobierno se torna como una máquina de dinero. Todos los que entran ahí se vuelven “de dinero” por cual razón sea. ¿Cómo?, dudo que sea posible complacer todos los caprichos como los gobernantes lo hacen con los presupuestos afirmados por la ley. Aquí se incorpora la corrupción. Un lugar donde casi siempre impera el dinero sobre los principios.

Ya bastante malo es que esto exista, peor aún que sea vea aceptable. Lo único peor que puede existir es admirar, querer ser uno de aquellos que entra para hacerse de dinero, intercambiando el mismo por la ética.

Entorno de la corrupción

Creo que es muy difícil entrar a este entorno con intención de ayudar y cumplir con las verdaderas tareas que se supone deberían realizarse. Hoy en día el sistema está controlado por cúpulas con grandes intereses, a los cuales tienes que apoyar si quieres permanecer dentro del mismo. Si no apoyas a los “jefes” estás invitado a retirarte de este tipo de asuntos. Peor aún si quieres delatar todo aquel acto corrupto porque estas personas, con contactos de la misma ética y poderes que han acreditado pueden revertir el efecto y terminar viéndose como las víctimas.

Mencionando el término de la tragedia común, es una total y absoluta realidad de la cultura mexicana. Si tú trabajas por el fomento de algún patrimonio público, que pertenece a cualquier persona por haber nacido en México, personalmente

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