Maquiavelo, Capitulo XVIII
Enviado por laurita86 • 17 de Diciembre de 2012 • 1.226 Palabras (5 Páginas) • 1.547 Visitas
El extracto que vamos a analizar es el capítulo XVIII del libro “El príncipe” de Maquiavelo escrito en 1513. Es una reflexión sobre el acto de fundación de una sociedad, sus contradicciones y condiciones, en forma de un discurso narrativo.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527) fue un filósofo y político Italiano. Nació en Florencia, dominada en la época, por la familia Medici. En 1494, los Medici serán expulsados de Florencia y la república restablecida. Maquiavelo se convertirá en alto secretario del nuevo gobierno. El retorno de los Medici al poder en 1512 tras la capitulación de la ciudad de Florencia frente al asalto de los españoles le obligará a exiliarse ya que fue una figura del régimen republicano. Será condenado a una pena de prisión, sospechoso de ser partidario de una conspiración contra el nuevo gobierno de los Medici. Alimentará su reflexión basándose en su experiencia personal.
En “el príncipe” atribuye un valor supremo al estado. La situación política de Italia es particularmente volátil ya que la península es dividida en señoríos y ciudades; estados que se van atacando unos a otros pero también siendo presas de los grandes reinos de Francia y España quienes reivindican sus derechos sobre ciertos territorios, será el decorado de su obra.
Maquiavelo dirige el texto a un príncipe con un poder joven y frágil. Este extracto aborda la cuestión de la lealtad de un príncipe y del respeto o no de la palabra que pudo dar y más generalmente de la apariencia del príncipe y del comportamiento que debe tener estando en el poder, sobre todo si quiere conservarlo. Maquiavelo levanta el problema del mal en política sacando partido de su experiencia personal y de los acontecimientos cambiantes de la Italia del principio del siglo XVI.
En el capitulo XVIII del “príncipe”, Maquiavelo se interroga sobre la conducta que debe tener el príncipe hacia las cualidades morales y la honestidad. Para la tradición del humanismo clásico, el príncipe es un hombre que merece ejercer el poder porque tiene todas la cualidades necesarias para tener soberanía, un dirigente virtuoso debía ejercer sus virtudes y no solamente parecer tenerlas (según cicerón en la obra “tusculanas”, esas cualidades serían, la sabiduría, la justicia, la moderación y la firmeza). Maquiavelo sostiene dos tesis paradoxales a esta tradición: primero no es necesario tener todas estas cualidades, pero es indispensable parecer tenerlas y la segunda seria que a veces es peligroso utilizar estas cualidades aunque siempre es útil tenerlas. Por consiguiente, el tener estas cualidades es solo un parecer para tener poder. Por lo que se pueden deducir dos cosas: ¿Qué cualidades que se reducen en apariencias pueden sustituir a cualidades reales en el ejercicio del poder si este último es condicionado por la posesión de estas cualidades? ¿Entonces si es importante parecer tener estas cualidades que son buenas en sí, en qué, el uso real de esas cualidades podría ser malo y ser peligroso para el príncipe?
Maquiavelo contesta a estos problemas en tres momentos: la tesis de la apariencia sobre las cualidades y su realidad, después un príncipe en acción (preservar el bien, pero saber entrar en el mal cuando es necesario), y por fin un príncipe comunicativo (no dejar aparentar en su discurso sus cualidades).
Nos encontramos aquí con el problema de la relación entre la moral y la política. Otras cuestiones serán sometidas como la “razón del estado” ( invocando el interés superior del estado para justificar una acción contraria a las reglas de derechos habituales o a las reglas morales reconocidas).
En la primera parte del texto vemos una brecha entre las ideas y los hechos políticos, brecha que se ve en cuanto a la fidelidad de
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