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Presente Y Futuro Derecho Romano


Enviado por   •  22 de Junio de 2012  •  6.363 Palabras (26 Páginas)  •  694 Visitas

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PRESENTE Y FUTURO

DEL DERECHO ROMANO 1

Javier PARICIO SERRANO

Catedrático de Derecho Romano

Universidad Complutense de Madrid

j.paricio@der.ucm.es

a Carlo Augusto Cannata

RESUMEN

Un ensayo sobre la situación actual y de futuro del derecho romano en el ámbito de

la investigación y la enseñanza, y su papel en la formación de los futuros juristas.

Palabras clave: Derecho romano, tradición jurídica occidental, crisis actual

del derecho romano, investigación y docencia del derecho romano.

ABSTRACT

An essay on the actual and future situation of Roman Law in termos of research

aswell as teaching, and its role in the formation of future jurists.

Keywords: Roman Law, western legal tradition, present crisis of Roman Law,

research and teaching of Roman Law.

ZUSAMENFASSUNG

Ein Essay über die gegenwärtigen und zukünftigen Situation des Römischen Rechts

im Forschungsbereich und im Bereich des Bildungswesens und ihre Rolle in der

Ausbildung zukünftiger Juristen.

Schlüsselwörter: Römisches Recht, Rechtstradition des Westens, gegenwärtige

Krise des Römischen Rechts, Forschung und Lehre des Römischen Rechts.

Foro, Nueva época, núm. 3/2006: 11-25 ISSN:1698-5583

1 Texto de la ponencia presentada en la Universidad Carlos III de Madrid, el 23 de junio

de 2006, dentro del seminario internacional «El papel de la historia en la formación del jurista

europeo», organizado por el Instituto de Estudios clásicos sobre la sociedad y la política

«Lucio Anneo Séneca». Al entregar el texto para la publicación he preferido no modificar

su factura originaria, por lo que se mantienen el carácter y los límites de escrito concebido

para la exposición oral.

Lo dedico, con admiración y afecto que se remontan lejos en el tiempo, a Carlo Augusto

Cannata.

1. Cuando los años veinte del siglo XIX se encuentran aún en sus inicios,

Goya, que sobrepasa de largo los setenta años de edad, acaba de

hacer una finta a la muerte con ayuda de su amigo el doctor Arrieta, a

quien ha pintado curándole. El pintor vive apartado a las afueras de

Madrid, detrás del puente de Segovia, al otro lado del Manzanares (en el

actual barrio de la Puerta del Ángel), en una casa con huerta adquirida

muy poco antes, en febrero de 1819, y en cuyas paredes había pintado, al

entrar a vivir en ella, una serie de paisajes de campo 2. Superada la enfermedad,

superpone sobre esos paisajes unas misteriosas escenas de fuerza

alucinante, conocidas luego, por el color predominante y su temática, bajo

la denominación global de Pinturas negras 3, que iban a quedar como uno

de los conjuntos pictóricos más asombrosos y más influyentes de la historia

del arte. Esas catorce escenas —pues las Pinturas negras son en total catorce

4—, nacidas con furia y a velocidad de vértigo, las pinta Goya no por

encargo de nadie, ni tampoco para ser mostradas o exhibidas, sino para él

mismo, para vivir con ellas, aunque sería por poco tiempo, pues el inicio

de la nueva era absolutista de Fernando VII y razones de índole personal

le inducirían a donar aquella casa a su nieto Mariano (septiembre de 1823)

y, tras unos meses de semiclandestinidad en Madrid, a exiliarse a Francia

(mayo/junio de 1824), donde fallecería, en Burdeos, en las primeras horas

del 16 de abril de 1828 5.

Javier Paricio Serrano Presente y futuro del Derecho Romano

12 Foro, Nueva época, núm. 3/2006: 11-25

2 Sobre este particular, que me había suscitado antiguamente muchas dudas, disipadas

cuando hablé con los especialistas sobre la técnica empleada, véase, por todos, C. GARRIDO,

«Algunas consideraciones sobre la técnica de las Pinturas Negras de Goya», en Boletín del

Museo del Prado, núm. 13, 1984, pp. 6 y ss.

3 La denominación sólo se generalizaría en el siglo XX. El abuso del negro es habitual

en el pintor en esos años: baste recordar sus dos obras para los Escolapios realizadas en 1919

(Última comunión de San José de Calasanz y Oración en el Huerto), que son también verdaderas

«pinturas negras». Que esos años coincidiesen con un prolongado episodio depresivo

del pintor es sostenido por el psiquiatra F. ALONSO-FERNÁNDEZ, El enigma de Goya. La personalidad

de Goya y su pintura tenebrosa, 2.ª ed. (México-Madrid, 2005) passim; este libro,

de indudable interés, suscita sin embargo muchas dudas, y algunas de sus afirmaciones

deben tomarse con suma cautela.

4 Parece que hubo al menos una más, pero en esa discusión no es posible entrar aquí.

5 Según Théophile Gautier, en Burdeos, por aquellos años, «casi todos los letreros estaban

en francés y en español», debido al gran número de liberales españoles exiliados que

vivían en esa ciudad. La cita de Gautier procede de su libro Voyage en Espagne: Tra los montes,

y la tomo de la siempre espléndida biografía de A. VALLENTIN, Goya, trad. esp. de M.

de Hernani (1957, nueva edición Barcelona, 1994), p. 357. Pese a que la biografía de Antonina

Vallentin no haya perdido su carácter apasionante, es preciso advertir sin embargo que,

a la luz de investigaciones más recientes, contiene interpretaciones muy discutibles, e incluso,

en ocasiones, insostenibles.

Aunque no se trate de la más conocida de las Pinturas negras, quizá la

más importante de todas ellas sea una enigmática y modernísima pintura

de tamaño medio: tras ser trasladada a lienzo mide, aproximadamente, un

metro treinta de alto por ochenta centímetros de ancho. De todo el conjunto

es una de las menos oscuras y, con toda probabilidad, la que Goya pintó

como final de la serie 6. Por supuesto que se trata de una obra famosa, aunque

quizá no tanto, al menos para el gran público, como puedan serlo

muchos de los retratos que ejecutó (pongamos por caso el de Jovellanos, el

de Bayeu, el de la condesa de Chinchón o el del grupo familiar de

Carlos IV), o como las majas o los fusilamientos, pero, pese a su simplicidad

formal, es una obra maestra absoluta. Los títulos por los que se la

conoce son muy variados 7, de los que creo preferible el de Perro semihundido

8, también porque resulta adecuado a las dos lecturas básicas de su

contenido: o un perro en lucha contra la corriente que le está venciendo,

o, quizá

...

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