Simon Rodriguez
Enviado por rosalindaduarte • 30 de Mayo de 2013 • 4.070 Palabras (17 Páginas) • 298 Visitas
Simón Rodríguez, su pensamiento y vigencia hoy
SIMÓN RODRIGUEZ: SU PENSAMIENTO
Es importante resaltar que el contexto, social, cultural, político, económico e ideológico que le correspondió accionar a Simón Rodríguez, era sin duda alguna adversa a un pensamiento liberador, al concepto de igualdad, educación general, al pensamiento crítico, creador. Le correspondió vivir en sociedades que pretendían ser estáticas.
El mismo Francisco de Miranda considera a la educación impartida en las colonias españolas como: “inferior, inútil y despreciable”, sin duda alguna es ésta una opinión importante, dada la cantidad de viajes por países del mundo, como España, Francia, Rusia, Estados Unidos que recorrió el Precursor. Miranda en su estadías, había podido apreciar y comparar la sociedad monárquica y las nacientes sociedades republicanas.
A Simón Rodríguez, sus viajes por Europa y lecturas de Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Locke, Saint Simon, han debido despertar su pensamiento liberador, igualitario.
Recordemos que la invasión española, el proceso de dominación, destrucción cultural originaria, modelo económico de extracción, duró desde 1492, hasta finales del siglo XVIII, cuando culminaron los procesos independentistas-coloniales en nuestra América. La pertenencia al imperio español, por parte de la mayoría de los habitantes de la colonia era aceptada como un “hecho natural”, no obstante en más de 300 años de ocupación colonial, los elementos identitarios, culturales, la memoria histórica de los blancos criollos, pardos, indios y negros, la territorialidad, los lazos o vínculos de una comunidad diferenciada y diferente al poder colonial, estaban en pleno reconocimiento.
Convencerse que un modelo Monárquico, no era el conveniente para los habitantes de estas tierras, sino el modelo republicano, que la educación la cual sólo era impartida para una minoría, que apenas llegaba al 1 % de la población, era inadecuada, insuficiente, no era popular, y que tenia carencias pedagógicas y formativas; llegar a estas conclusiones, estando subsumido en un contexto histórico de costumbres, educación y religión dominante, no era fácil. Resultaba necesario haber adquirido, una cosmovisión universal, una capacidad de análisis, comparación de situaciones y regiones diversas, haber tenido acceso a lecturas que generaban reflexión, y estar en contacto con sujetos históricos, que andaban en la búsqueda de nuevas respuestas y soluciones a problemas concretos que eran observados en la realidad (1) de la pachamama (Vocablo Aymara. Mitología Inca. madre tierra). Este era el caso de Simón Rodríguez.
La conciencia de NUESTRA AMERICA, separada de España, se inicia con Francisco de Miranda, quien denomina a estas tierras la América meridional, Colombia otros la denominaban Colombeia. Este pensamiento se fortalece con Simón Bolívar y Simón Rodríguez (pag. 200-206 ibidem). Es de aclarar que para Miranda Colombia o la América meridional se demarcan: “…comprendiendo esta desde el Missisipi hasta la Patagonia” (Bohorquez, 200-2008). El prócer Cubano José Martí, desarrolló un profundo ensayo programático titulado NUESTRA AMERICA (1.891) (Diccionario Enciclopédico de la letras de América Latina, 200- 1995).
Las doctrinas europeas, de la Revolución Francesa de libertad, igualdad y fraternidad, encontraban, en los suelos del nuevo mundo, un escenario virgen para su realización.
Señala Simón Rodríguez que
“Los filósofos de la Europa, convencidos de la inutilidad de su doctrina,e n el mundo viejo, quisieran poder volar hasta el nuevo…” (Rodríguez, 66, Chile-1834)
Observemos que, la difusión de la nuevas doctrinas en la pachamama (madre tierra) no la hicieron, los filósofos europeos, pero si los conocedores de esas doctrinas quienes las trajeron al nuevo mundo, y las adaptaron a nuestras realidades, las ideas de libertad, igualdad, de educación popular y general.
LA GUERRA SIMULADA
Decía Simón Rodríguez: “…la sociedad es una guerra simulada”.
Hoy se dice que en la sociedad hay una lucha de clases, las clases oprimidas en contra de las clases explotadoras.
Y más adelante expone “…la América no ha de imitar servilmente, sino ser original”
Ciertamente, la guerra simulada estaba presente desde la invasión española, con el saqueo de todas las riquezas extraídas, en piedras preciosas, obras de arte de los indígenas, obras arqueológicas, literatura indígena, la imposición religiosa, cultural, lingüística del idioma español. Señala Fernando Báez: “La educación escolástica fue un instrumento para borrar la memoria del pasado latinoamericano: los centros educativos sirvieron para formar una elite conservadora. …los españoles en cambio insistieron con la fundación de universidades que repetían el modelo de Salamanca y Alcalá de Henares…llama la atención que antes de la existencia de Harvard (1636), ya existían trece universidades en América latina, al servicio de los intereses escolásticos…fueron trescientos años de aristotelismo y tomismo… De un total de casi ciento setenta mil graduados, que debían contar con la autorización papal para obtener su título, en su mayor parte las generaciones fueron asimiladas y sus investigaciones y obras se insertaron en la tradición dominante. Las bibliotecas universitaria no eran públicas y no todos los libros podían ser leídos,…las cátedras se daban en latín (Baez,122-2008).
IDEAS! IDEAS!
Con una visión futurista dijo Simón Rodríguez:
Ideas¡, ideas!, primero que letras
La sabiduría de Europa y la prosperidad de los
Estados Unidos, son dos enemigos de la libertad de pensar, en
América
El pensamiento de Simón Rodríguez sigue vigente y su preocupación antiimperialista. La sabiduría europea a obnubilado, por muchos años a los habitantes de estas tierras, querer ser primero europeos, luego norteamericanos, ha sido producto de la penetración cultural e ideológica. Más hoy, el imperialismo, con sus MASS MEDIA, su libre mercado, sus políticas de consumo, irrumpen en cualquier nación, comunidad, familia trastocando lo cotidiano del ser, creando la ilusión del capital y el mito consumista. La prosperidad norteamericana es vendida como el ideal de desarrollo, lo que no se preguntan, es cómo han logrado esa prosperidad los EEUU, a costa de la explotación de los países latinoamericanos, de la extracción a precios viles de sus materias primas, de sus trabajadores. Hoy, si se paralizan los trabajadores latinos, se paraliza Norteamérica. El trabajo duro, lo hacen los chicanos o latinos.
Decía Simón Rodríguez,
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