Análisis textual y literario: el mito de Teseo y Ariadna

Análisis textual y literario: el mito de Teseo y Ariadna

(En el separador de literatura)

Para comenzar vamos a establecer a qué nos referimos cuando hablamos de análisis textual y literario. En primer lugar, podemos indicar que el los textos literarios (en este caso, el mito) están conformados por palabras, que a su vez forman oraciones. Los escritores de los textos literarios no escriben esas oraciones sin un motivo aparente, sino que lo hacen por motivos estéticos, con intenciones particulares que nos permitan a los lectores sentir determinadas sensaciones al momento de leer.

Hay muchos recursos que le permiten a los autores transmitir sensaciones, por ejemplo, cuando vemos una película de terror se hace la elección de una música intrigante, hay colores oscuros, la música se hace cada vez más rápida o estridente y los espectadores estamos cada vez más asustados. ¿Por qué? Porque analizamos esos factores y los unimos, los pensamos y llegamos a la conclusión que “algo va a pasar” muy pronto y nos va a asustar.

Lo mismo sucede con la literatura, esos mismos recursos son utilizados para que nosotros comprendamos, sutilmente, lo que se está transmitiendo.

De esta manera, para poder analizar un texto literario, debemos tener en cuenta dos cuestiones: cuáles son sus ejes de lectura y cuál es la connotación de lo que el autor escribe.

Ejes de lectura: En principio, los ejes de lectura nos permiten comprender un texto, funcionan como una guía temática. Son justamente los temas principales o problemáticas que se abordan en cada uno de los textos que leemos. De esta forma podemos descubrir el contenido “profundo”, connotativo del relato para no quedarnos simplemente con una lectura superficial, simple, de los textos.

La connotación: Es básicamente el significado secundario, profundo de un signo (palabras, dibujos, colores, gestos). Nos permite entender los sentidos profundos de los mismos. En esencia es entender la relación secundaria que se establece entre las palabras de un relato. La connotación la vivimos cotidianamente, les doy un ejemplo:

• Ironías: cuando digo algo queriendo decir otra cosa, cuando usamos el doble sentido. Si yo les dijera “Ay me encanta la sopa” y les guiño un ojo, ustedes entenderán que no me gusta la sopa, sino lo contrario. En ese momento estamos connotando, estamos entendiendo el doble sentido, el significado más profundo de esa oración

Teniendo esto en consideración, pasemos puntualmente al mito de “Teseo y Ariadna”:

Este relato mítico fue recogido y puesto por escrito tanto por Ovidio como por Catulo. Éste último, fue un afamado poeta romano, cuya lengua era el latín. Así podemos observar como un mismo relato, que circula oralmente, fue tomado y puesto por escrito: este es el pasaje de la oralidad a la escritura. Gracias a éste proceso hoy en día recibimos y leemos textos que nos permiten comprender el modo de vida y las creencias de los Antiguos (de quienes proviene nuestra cultura)

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