Cuento.
Enviado por grizZgusaniita • 25 de Abril de 2013 • Síntesis • 565 Palabras (3 Páginas) • 291 Visitas
Era una época difícil el viento soplaba fuertemente, la calle deshabitada, el frio era intenso. En una de esas calles frías y desolada se encontraba un niño; si un niño muy pequeño que estaba arrollado entre cajas y periódicos viejos, él tenía solo 7 años de edad, lo llamaban Pedro; estaba solo en el mundo, fue abandonado por su familia y la sociedad, no tenía un hogar cálido y lleno de amor como los demás niños de sus edad, lo único que tenía era una cadenita que le dejo su amigo al morir. Su amigo era mayor que él, en realidad nunca supo cuántos años tenía, pero por su estatura se dieron cuenta que era mayor, lo apodaban el latas, porque el para poder sobrevivir junto su Pablo, recogía y vendía latas.
Una noche, hacia más frio de lo acostumbrado y el pequeño Pablo tenía mucho frio, y “latas” decidió darle su cartón y su periódico para que el pequeño pudiera sobrevivir, así paso la noche.
Al día siguiente Pablo despertó muy temprano, la luz del sol lastimaba sus pequeños y claros ojos; decidió no molestar a su amigo “latas”, y buscar comida para poder desayudar y darle la sorpresa. Pedro se levantó y se fue; tardo unas horas, regreso muy emocionado había encontrado un poco de fruta en el mercado, pero vio que su amigo estaba en el mismo lugar donde lo había dejado, no se había movido; eso le espanto un poco, lo toco estaba frio como un hielo, sus labios estaban secos, no se escuchaban esos latidos que escuchaba Pedro cuando lo abrazaba, lo movía para ver si despertaba, todo intento fue inútil, “latas” había muerto de frio, no pudo resistir esa noche. Pero Pedro no se daba por vencido y seguía insistiendo, hasta que comprendió que había pasado, llorando el pobre niño lo abrazo con todas sus fuerzas, deseando con todo su corazón que eso no estuviese pasando, y así se quedó un buen rato. Recordó que “latas” poseía una pequeña cadenita se la quitó, para después ponérsela él. Después de muchas horas de estar al lado de “latas” lo tapo con todo el periódico y cartón que pudo encontrar, antes de eso le dio un beso y le dijo “Gracias, gracias por todo, mi amigo “latas” siempre te llevare en mi corazón”. Con estas palabras Pablo se fue corriendo, no quería estar más en el trágico lugar.
Y así Pedro continuo su vida, solo en esta sociedad; pasaron los días, el moría de hambre pues era el “latas” quien le daba de comer.
Después de un par de días no pudo más, se tiro en una de esas calles frías y solas, se dejó morir.
Antes de que el muriera se acercó una viejecilla espantada lo levanto y le dijo “¿Qué tienes? ¿Qué te sucede? ¿Por qué estas así?” El pequeño niño sin fuerzas, con mucha hambre y sed dijo “Estoy aquí solo en el mundo, abandonado por mi familia y la sociedad, mi amigo murió hace poco. Y yo solo no pude luchar contra este mundo lleno de violencia y necesidades, Solo soy
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