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ENTRE PAPAS BOMBAS Y LIBROS


Enviado por   •  14 de Marzo de 2014  •  Síntesis  •  1.447 Palabras (6 Páginas)  •  212 Visitas

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ENTRE PAPAS BOMBAS Y LIBROS: El primer encuentro de Diana Marcela Arias con la rebelión de la masa universitaria

Un día normal de clase universitaria, entre libros, tisa y tablero se narra la historia de Diana Marcela Arias.

Un jueves llegó Diana Marcela Arias a la Universidad de Antioquia a clase de 10 a.m. en ese entonces, estudiaba Licenciatura en Educación Especial, y en los primeros bloques donde asistía a clase se encuentra con la primer imagen que marcaría el inicio de un fuerte recuerdo con un lugar atestado de los tan renombrados “encapuchados”, ese lugar daba directamente hacia la portería principal de la Universidad, portería que queda ubicada en la calle conocida como Barranquilla. Desde que ella llegó se ya se intuía el desorden que se avecinaba, porque cuando ella entro al campus universitario vio las tanquetas anti disturbio de la policía y muchos de ellos – los (encapuchados) - con morrales donde ya se sabe que llevan la “vuelta” –comenta Diana- en este caso bombas molotov, gases y artefactos que hagan bulla con tal de infundir el pánico. Eso ya lo nota un estudiante de la Universidad ya que desde temprano los “encapuchados” se manifiestan ya sea repartiendo condones, denuncias públicas, volantes y hasta flores el día de la mujer, son muchos revolucionarios, o sea, no son los mismos siempre.

Llegó a la clase como un día normal y empezaron a tirar gases, el profesor siguió la clase como si nada, cabe destacar que así como se estableció la ley del cuarto que es si el profesor no llega quince minutos después de la hora de la clase los alumnos se van y así mismo cuando suenan 3 gases, cultura infundida por los mismos estudiantes de la Universidad. Suena el segundo estallido y el profesor se asoma por la ventana que da a Barranquilla y les dice: ni esperemos el tercero que esto se “putio”, dicho y hecho, empiezan las explosiones, el bloque estaba lleno de “encapuchados” y gases lacrimógenos, dice Diana: “gas como me arden los ojos y para colmo uno no puede ni ver”. Ella estaba en el tercer piso así que salió con su amiga Natalia hacia el otro extremo del pasillo con el fin de evadir la portería de Barranquilla, justo ahí estaba el conflicto.

Ellas querían salir corriendo por la facultad de Idiomas atravesar el jardín y terminar en el coliseo, estadio, aeropuerto, o como sea, pero en la parte de atrás donde se ve el metro y lejos de los bloques. Pero justo como en una película, nosotras corriendo para un lado pero el gas nos dejaba, Natalia me tenía cogida de la mano y para acabar de ajustar se cae.

Los “encapuchados” corrían de frente contra ellas “la verdad es que ellos nada te hacen pues son revolucionarios pero más culturizados y respetuosos que muchos ladrones de la oriental, pero que intimidan esos hijos de puta intimidan”. Ellos venían sacando la gente de los salones y para completar son por hay 10 “encapuchados” con bates de beisbol, extintores y alguna bandera de una imagen bien “loca” y gritan: “compañeros la lucha por la represión comienza”. Así que aprovechamos para mirar por el último balcón de la salida de Barranquilla, “nunca se me olvidará mire para abajo y vi 4 hombres, uno de ellos con un extintor al hombro, otro con de a molotov en cada mano y los demás con una bolsa llena de cables, y claro barranquilla putiada”. Estudiantes desde adentro tirando lo primero que se encontraban porque ese día se dieron en la tare de recoger heces de humano y de perro y tirarlas en bolsitas al ESMAD, hasta avioncitos de papel con gas picantes tiraron y gases lacrimógenos hasta para regalar, 3 tanquetas, muchas patrullas y lleno de policías que no cabían ni en la calle la cual cierran desde luego.

Bajaron al primer piso, no se veía a más de un metro de ellas el gas lacrimógeno y claro, tápese con lo que sea para no que no se le “puteen” los ojos, lo delicado es que de lejos con un buzo en la cara corriendo en ese espantoso momento cualquiera te ve como “encapuchado” pero tocó. La gente corría por todas partes, el corredor de idiomas estaba saturado de revolucionarios, entonces por el corredor de Barranquilla no se podían meter, así que había que lograr salir por la plaza Barrientos que es la plazoleta que se ve desde afuera, es la que esta antes

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