Milagro o Liderazgo

Milagro o Liderazgo

Grupo 5

El 13 de octubre del año 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya proveniente de Uruguay y con destino final Chile, en el cual iban 45 pasajeros a bordo, de los cuales cinco pertenecían a la tripulación y los demás eran del equipo de Rugby del Club de exalumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, amigos y familiares; se estrelló en la cordillera de los Andes en Mendoza, cerca de la frontera entre Chile y Argentina, a unos 3500 m.s.n.m. Luego de 72 días de haber permanecido en la cordillera, sólo fueron rescatados con vida 16 personas, y ésto gracias a que dos personas caminaron durante 10 días para encontrar auxilio. Entonces ¿cómo es que llegan a sobrevivir estas 16 personas?, ¿Qué tuvieron de especial, todo fue parte de un milagro, o es que la aparición de líderes en determinados momentos los llevó a unirse y organizarse para hacer frente a la adversidad y poder sobrevivir?

Al haber sido la mayoría de pasajeros miembros de un equipo de Rugby, y luego de haber sufrido el accidente aéreo, los sobrevivientes, que hasta ese momento eran 32, asumieron como una reacción inconsciente que el líder seria el capitán del equipo, ya que el piloto y copiloto del avión habían muerto, esta quizá fue la mejor y más importante decisión que tomaron para asegurar su supervivencia, ya que en ese instante se implanto una organización bajo ciertas reglas, donde el único primer objetivo era sobrevivir hasta que llegue el rescate. El líder se encargó de organizar la distribución de la poca alimentación con la que contaban, y además de los lugares de descanso, ya que estos se rotaban diariamente, para que todos pudieran dormir en todos los sitios destinados para este fin, y así eliminar el pensamiento de egoísmo  y favoritismo. Lamentablemente hubieron dos sucesos que marcarían y darían un giro de 180 grados a la situación, el primero fue que  al día 11 los sobrevivientes escucharon por la radio que la búsqueda del vuelo 571 desaparecido en la cordillera de los Andes se había cancelado, en consecuencia sus esperanzas de que algún rescatista pudiera venir por ellos se desvanecieron totalmente, esto hizo que pasaran de un punto de espera a otro extremo de comenzar a pensar que iban a hacer para salir de ese lugar, y es aquí donde se forma al equipo de los expedicionarios, ellos fueron los responsables de ir en busca de algún camino que los sacara del lugar, o ir al encuentro de alguna persona de la “civilización” que los pudiera ayudar; y el segundo acontecimiento sucedió en la noche del día 17, esa noche una avalancha de nieve enterró el fuselaje del avión donde dormían los sobrevivientes, en este momento mueren ocho personas, dentro de ellas el capitán del equipo y como dijo Read (1984) que el capitán fue el líder que habían heredado del mundo exterior,  después de este catastrófico suceso la organización se mantuvo y los nuevos líderes pasaron a ser los expedicionarios, claro que esto nunca se dijo abiertamente, ni tampoco ellos se autodenominaron líderes, pero todos confiaban en ellos, por lo cual se les brindaba los mejores lugares para dormir, todo el abrigo y comida que necesitaban, ya que era vital que tuvieran energía para salir en busca de ayuda. El día 60, luego de haber ocurrido el trágico accidente, muere la última persona y es ahí donde deciden que los expedicionarios salgan a un viaje sin retorno, que caminen hasta encontrar ayuda  o hasta entregar el último aliento de su vida, es así que luego de haber atravesado parte de la cordillera con dirección oeste durante diez días, los dos expedicionarios se encontraron con un agricultor de la zona que los ayudaría a comunicarse con los rescatistas y así poder salvar a los 14 sobrevivientes que se quedaron en medio de la cordillera. La Figura 1 muestra la foto de los sobrevivientes a la llegada del helicóptero de rescate.[pic 1]

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Figura 1. La llegada del helicóptero de rescate tras 72 días en la montaña, una imagen inolvidable. Tomado de Scherer, F. (2008, 26 de Octubre). La tragedia de los Andes como nunca se contó. La Nación revista. Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/1061872-la-tragedia-de-los-andes-como-nunca-se-conto

Una parte de la historia muy controversial fue cuando el grupo de sobrevivientes al décimo día deciden cortar carne humana de los compañeros fallecidos para sobrevivir. Read, P. (1974), en su  libro ¡Viven! La Tragedia de los Andes, narró con mucho detalle la lucha moral sostenida por los sobrevivientes del accidente aéreo. Es realmente impresionante el momento en que Fernando Parrado, antes de partir a buscar ayuda les dice a sus compañeros que quedaban en el avión siniestrado que si se quedaban escasos de carne podían comerse los cuerpos de su madre y su hermana. La narración da a relucir la consternación, confusión, pena, compasión del grupo de supervivientes ante las palabras de Fernando Parrado quien a pesar de que en principio se había considerado como muerto, se repuso tanto en su salud y pena por la pérdida de sus seres queridos, tomó posición de liderazgo y tuvo la madurez necesaria para ofrecer a sus seres queridos para que sirvan a la supervivencia de sus demás compañeros.

        Cabe recordar que el grupo de personas de aquél accidente fatídico, estaba conformado por muchachos que apenas llegaban o pasaban los veinte años, venidos en su mayoría de familias conformadas moralmente y, el tomar la decisión de alimentarse de carne humana proveniente de los fallecidos se trató de retrasar en lo que se pudo, hasta el punto de que algunos tuvieron que morir por falta de fuerzas. Respecto a la moral en la toma de decisiones se indicó lo siguiente:

Los seres humanos hemos desarrollado un instinto moral universal, en parte inconsciente, que nos empuja a hacer juicios sobre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, independientemente de la educación, la cultura, el género o la religión, aunque la cultura y la educación pueden modelar nuestras acciones morales, dándoles una orientación distinta a la que sería nuestra tendencia original. (Hauser, M., 2006).

El párrafo precedente puede explicar bastante el por qué fue tan difícil la decisión para cometer antropofagia. La moral es un instinto en el ser humano y estudios en el campo de la neurociencia indican que diferentes tipos de juicio moral se apoyan preferentemente en sistemas definidos del cerebro (Borg et al, 2006). Por tanto, independientemente de que el grupo humano nos instigue a tomar un juicio moral, nuestro cerebro nos alerta y nos concientiza del hecho.

Otro factor que hizo difícil la decisión antropofágica es constituido por las emociones. Como lo indicó Moya, J. (2012), “las expresiones corporales ligadas al sistema simpático, como el rubor, la vergüenza, la angustia o la repugnancia, nos ayudan a tener conductas que están de acuerdo con la solidaridad, la justicia, la cooperación y el hacer el bien a los demás”. O sea, no solo estaban los impedimentos morales frenando la difícil situación. El organismo humano de por sí está diseñado para reaccionar de manera física ante las emociones experimentadas y motivan la realización de ciertos comportamientos morales. En este caso en particular, las emociones experimentadas fueron la repugnancia, el horror de comerse a un ser humano. En caso como el de Fernando Parrado, luchar contra sus sentimientos para permitir que sus compañeros tomen la carne de su madre y su hermana, ambas fallecidas. Son emociones que de seguro se exteriorizaron tanto psíquica como físicamente.

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