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Pares craneales


Enviado por   •  1 de Agosto de 2023  •  Resúmenes  •  2.327 Palabras (10 Páginas)  •  59 Visitas

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[pic 1]Universidad Veracruzana

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Facultad de Odontología[pic 4][pic 5]

Programa educativo: Cirujano Dentista

E.E. Anatomía Humana

Docente: Lauro Fernández Cañedo

Actividad: Resumen de pares craneales

Fecha de entrega: 11/05/2023

Misael Hernández Cortés


Las funciones de la cabeza (sentidos, sensibilidad, movimientos) se realizan gracias a la acción de doce pares de nervios, denominados pares craneales. La mayor parte de ellos salen del tronco encefálico, por encima del bulbo raquídeo, y recorren el interior del cráneo hasta llegar a su orificio de salida correspondiente. Las áreas bucal, maxilofacial y cervical están expuestas a una serie de patologías y algunas de ellas están en relación directa con los pares craneales. El trigémino, facial, glosofaríngeo, neumogástrico, espinal e hipogloso son los nervios que controlan la sensibilidad, secreción y movilidad de dichas áreas. Los trastornos que se presentan en ellos van a afectar la integridad de la región bucal y maxilofacial, de allí la necesidad que profesionales de la salud (odontólogos, cirujanos bucales, plásticos y maxilofaciales) tengan conocimiento sobre el origen, anatomía y función nerviosa, para lograr un diagnóstico preciso y orientar un tratamiento adecuado.

NERVIO TRIGÉMINO (V)

El par craneal más importante en odontología es el nervio trigémino. Surge del tronco del encéfalo, se dirige hacia delante en el interior del cráneo hasta llegar a un ensanchamiento de su tronco nervioso, denominado ganglio de Gasser. A partir de allí surgen las tres ramas terminales del trigémino: las dos primeras (nervio oftálmico y maxilar) son únicamente sensitivas, y la tercera, el nervio mandibular, es mixta (motora y sensitiva).

Es un nervio mixto que permite percibir la sensibilidad cutánea de la cara, la mayor parte de la mucosa bucal, lingual, dientes, huesos maxilares, globo ocular y cavidades nasal y auditiva a través de su raíz gruesa sensitiva, y movilizar a los músculos masticadores (temporal, masetero, pterigoideos interno, externo, milohioideo, vientre anterior del digástrico), al músculo del martillo y periestafilino externo a través de su raíz delgada motriz. El nervio trigémino también es responsable de las sensaciones propioceptivas provenientes de la piel facial, los músculos masticadores, de la lengua, mucosa bucal, articulación temporomandibular y a través de su rama motriz, conduce las fibras branquiomotrices eferentes para la musculatura masticatoria, para el músculo del martillo y el peristafilino externo. Las prolongaciones centrales de las neuronas del ganglio trigeminal se dirigen por medio de su tronco sensitivo aferente hacia los núcleos trigeminales situados en el bulbo y la protuberancia, las fibras eferentes motrices vienen del núcleo motriz del trigémino a través del tronco motor, acompañando al anterior, pero sin penetrar en el citado ganglio, para llegar a los distintos músculos masticadores. Para realizar la exploración clínica del V par craneal debemos investigar por inspección, palpación y percusión la sensibilidad, motricidad, tono, trofismo y los reflejos de las estructuras anatómicas por él inervadas. En la exploración sensitiva de la cara se revisa la táctil, térmica y dolorosa de todas las áreas mucosas y cutáneas respectivas, rutinariamente con sólo investigar la sensibilidad táctil y dolorosa es suficiente (pinchazos). La térmica es necesario explorarla cuando se sospeche de un proceso en el tronco encefálico y puede realizarse con agua fría y calor. Hay que realizar comparaciones con el otro lado de la cara. También se debe hacer la palpación de los puntos de emergencia del nervio supraorbitario, infraorbitario y mentoniano.

En la exploración motora se le pide al paciente que cierre la boca, observándose la función de los músculos temporal y masetero, luego al palpar estos músculos podemos notar si existen asimetrías de contracción. El reflejo maseterino se obtiene colocando el dedo índice sobre la parte media del mentón, con la boca entreabierta y percutiendo con un martillo sobre éste; la respuesta será una rápida contracción bilateral de los músculos maseteros y temporales. El reflejo maseterino se encuentra abolido en lesiones del núcleo masticador y/o por lesiones sensitivas del nervio. Frente a un paciente con lesiones de larga data donde se encuentra afectado el músculo masetero o temporal, podemos apreciar atrofia de estos. Otra maniobra que debemos realizar es mandar al paciente abrir la boca para apreciar si el déficit es unilateral

NERVIO OLFATORIO (I)

Mediante este par craneal se perciben las sensaciones olfativas del medio ambiente, tiene además estrecha relación con el gusto y sus alteraciones tienen con frecuencia origen multifactorial. Generalmente este sentido ocasiona una respuesta de agrado, neutralidad o rechazo y en nuestra especie su significación en la conducta sexual es menor. Los nervios olfatorios tienen su origen en la mucosa nasal más craneal de esta cavidad; esta región comprende el cornete superior, meato superior y la porción opuesta del tabique nasal: de allí parten las fibras nerviosas que se originan como ramificaciones centrales o profundas de las células olfatorias de en unos veinte ramos que atraviesan la lámina cribosa del etmoides en grupos laterales y mediales, y terminan en los glomérulos del bulbo olfatorio.

NERVIO FACIAL (VII)

El nervio facial o intermediofacial (por su unión con el nervio intermediario de Wrisberg), es un nervio simultáneamente aferente y eferente y por lo tanto de función mixta. Está constituido por:

  • Fibras motoras que rigen la musculatura mímica o sea los músculos responsables de la expresión y los gestos de la cara, algunos músculos de la lengua (glosoestafilino y estilogloso), músculos del cuero cabelludo, cutáneo del cuello, estilohioideo, vientre posterior del digástrico y músculo del estribo.
  • Fibras eferentes secretoras (parasimpáticas) que se dirigen hacia los ganglios submaxilar para dirigir la secreción de las glándulas salivales submaxilar y sublingual, de las glándulas lacrimales y de las glándulas mucosas nasales y del paladar.
  • Fibras aferentes sensoriales para el sentido del gusto de la parte anterior y media de la lengua que tienen sus neuronas en el ganglio geniculado.
  • Algunas fibras somáticas aferentes sensitivas cuyas neuronas están situadas en el ganglio geniculado. Éstas junto con las fibras provenientes de los nervios glosofaríngeo y vago inervan el meato acústico externo y la piel de la parte anterior de la oreja.
  • Probablemente una serie de fibras con propiedad sensitiva que transportan ligeras sensaciones de excitación dolorosa y de presión profunda de la cara.

El examen del nervio facial se efectúa por medio de la exploración motora, la sensibilidad gustativa de los 2/3 anteriores de la lengua, excresión lacrimal y salival de las glándulas sublinguales y submaxilares y por último la sensibilidad termoalgésica del conducto auditivo externo: se comienza con la inspección observando si hay asimetrías faciales, hendiduras palpebrales iguales o no, cejas a la misma altura, desviación del surco sub- nasal o descenso de la comisura bucal. Luego se solicita cierre y apertura ocular, elevación de cejas, fruncimiento de la frente, sonreír, silbar, inflar mejillas y soplar. Además, hay que observar si existen o no espasmos o contracturas de la cara o sincinesias (al cerrar los ojos involuntariamente se contrae la comisura labial del lado afectado, al enseñar los dientes de forma involuntaria disminuye la hendidura palpebral del mismo lado).

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