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Enviado por   •  26 de Mayo de 2014  •  3.102 Palabras (13 Páginas)  •  200 Visitas

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I. Sistemas parlamentarios y sistemas presidencialistas

a) Sistemas democráticos parlamentaristas.

Los Estados democráticos desarrollan un sistema de democracia parlamentaria en la que el papel predominante de la vida política lo desempeña la Asamblea de diputados o Parlamento, elegida por sufragio universal. Esta asamblea ejerce el poder legislativo y elige al presidente del Gobierno, que tiene el poder ejecutivo y es responsable ante ella, de tal manera que, cuando pierde el apoyo mayoritario, el gobierno se ve obligado a dimitir.

El jefe del Estado puede ser un soberano hereditario (rey) o un presidente electo, pero en ambos casos sólo asume la representación oficial del Estado. Sus poderes vienen fijados por la Constitución, que varía según los diferentes Estados. En general, el jefe del Estado es el encargado de nombrar como presidente del Gobierno al líder del partido que ha obtenido la mayoría de los votos en los sistemas democráticos en las elecciones a la Asamblea de diputados. La preponderancia del parlamento otorga a los partidos políticos un papel de primer orden en la vida política del país. Ellos elaboran las candidaturas a las elecciones y organizan los grupos parlamentarios entre los diputados electos de cada partido.

b) Sistemas democráticos presidencialistas.

Estados Unidos, y Francia en menor medida, presenta un tipo de democracia también parlamentaria, pero presidencialista. En la democracia americana, el poder ejecutivo está en manos de un presidente elegido directamente por sufragio universal y que es a la vez jefe del Estado y presidente del Gobierno. Asume grandes poderes y nombra una administración formada por secretarios (ministros) que sólo son responsables ante él y que sólo él puede destituir. El poder legislativo está en manos de un Congreso con dos cámaras: la de Representantes, que cuenta con un número de delegados de cada Estado escogidos proporcionalmente entre la población, y el Senado, que cuenta con dos senadores por Estado.

Los dos poderes, ejecutivo y legislativo, se necesitan mutuamente para poder gobernar y, en la práctica cotidiana, el Congreso controla la política del presidente mediante la votación anual del presupuesto. El Presidente puede vetar una ley propuesta por el Congreso, pero no tiene la facultad de disolverlo. El Congreso no puede destituir al Presidente y sólo en casos de extrema gravedad puede aplicar el procedimiento de impeachment y destituirlo.

2. Sistemas bipartidistas y sistemas multipartidistas

La mayoría de los sistemas democráticos europeos (Francia, España e Italia) se basan en el multipartidismo. En el espectro de partidos demo cráticos predominantes, podemos distinguir tres grandes familias ideológicas: los conservadores, defensores de los derechos individuales y partidarios de mantener el orden social y de reducir la intervención del Estado; los democratacristianos, confesionales de carácter conservador, pero con mayor sensibilidad por los temas de justicia social; y los socialistas, que otorgan al Estado un papel importante como redistribuidor de la riqueza a partir de la política fiscal. Este abanico puede ampliarse con los partidos comunistas, nacionalistas, ecologistas, etc., que suelen configurar importantes minorías parlamentarias. Cuando ningún partido consigue la mayoría suficiente para garantizar la elección del presidente del Gobierno, suelen realizarse alianzas, y los partidos bisagra se convierten en un elemento vital para el mantenimiento de la estabilidad del gobierno, que suele ser de coalición.

La democracia americana, como en el caso británico, se configura en la práctica como un sistema bipartidista. En Gran Bretaña, los dos partidos son el Partido Conservador y el Partido Laborista, mientras que en Estados Unidos son el Partido Republicano y el Partido Demócrata. En el sistema americano, los republicanos tienen un carácter más conservador y tienen el apoyo del mundo de los grandes negocios, mientras los demócratas presentan un programa de carácter más social, suelen contar con el apoyo de los sindicatos y las minorías étnicas y recogen buena parte del voto de las clases medias. A diferencia de sus homólogos británicos, los diputados americanos no están obligados a seguir ninguna disciplina de voto en el Congreso, y el presidente a menudo debe buscar el apoyo de diputados de ambos partidos. Esta relativa independencia explica el importante papel que los lobbies, grupos de presión, desarrollan en la democracia americana.

3. Estados unitarios y Estados federales.

a) Los estados unitarios centralizados.

Los Estados unitarios, es decir, aquellos que tienen una organización uniforme para todo el territorio y toman las decisiones desde un único centro político, tienen una larga tradición en Europa. Algunos son muy centralistas, como es el caso de Francia, donde los Departamentos y los Municipios tienen pocas atribuciones y se gobierna todo el Estado desde París. Otros, en las últimas décadas, han optado por una organización descentralizada en la que se reconoce la autonomía de algunas nacionalidades o regiones y se les reconoce una cierta capacidad de autogobierno, a la vez que las grandes ciudades han conseguido importantes competencias políticas. Es el caso de Bélgica, de Gran Bretaña y también de la España de las Autonomías, creada por la Constitución de 1978, que dota a las regiones una amplia capacidad legislativa.

b) Los estados federales o descentralizados

El modelo de Estado federal parte del reconocimiento de la personalidad de los diversos Estados que lo integran, y cada uno de ellos goza del derecho a legislar y a tener sus propias instituciones políticas. El poder y las responsabilidades políticas quedan, pues, repartidos entre los diversos Estados y el poder federal. Este último suele ocuparse de los asuntos referentes a política internacional, economía, defensa y seguridad. Es el caso de Estados Unidos, donde los 50 estados que integran la Unión tienen muchas atribuciones; y en Europa tenemos el ejemplo de Alemania, configurada por diversos Lander, aunque con menores poderes. Suiza presenta una estructura confederal, con un poder central muy débil que se reduce a la coordinación de los diversos cantones, que son casi soberanos.

4. Los diferentes sistemas de escrutinio electoral.

Los sistemas de escrutinio electoral vienen determinados por las respectivas leyes electorales. El modelo de distrito unipersonal, que se utiliza, por ejemplo, en Gran Bretaña y EE UU, es el más simple. El escaño de diputado en cada circunscripción lo obtiene el candidato que ha obtenido la mayoría relativa de votos en aquel distrito.

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