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Introducciòn a la ètica


Enviado por   •  20 de Febrero de 2013  •  Tutoriales  •  7.389 Palabras (30 Páginas)  •  311 Visitas

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INTRODUCCIÒN A LA ÈTICA

1.1. LOS SERES HUMANOS

En las relaciones cotidianas de los individuos con otros surgen constantemente problemas como éstos: ¿Debo cumplir la promesa X que hice ayer a mi amigo Y, a pesar de que hoy me doy cuenta de que su cumplimiento me producirá perjuicios? Si alguien se acerca a mí sospechosamente en la noche y temo que pueda atacarme, ¿debo disparar sobre él, aprovechando que nadie puede observarme, para evitar el riesgo de ser atacado?

Con referencia a los actos criminales cometidos por los nazis en la segunda guerra mundial ¿los soldados cumpliendo ordenes militares, los llevaron acabo, pueden ser condenados moralmente? ¿Debo decir la verdad siempre o hay ocasiones en que debo mentir? Quien en una guerra de invasión sabe que su amigo Z esta colaborando con el enemigo, ¿debe callar, movido por su amistad o debe denunciarlo, como traidor? ¿Podemos considerar que es bueno el hombre que se muestra caritativo con el mendigo que toca a su puerta, y que durante el día como patrón explota implacablemente a los obreros y empleados de su empresa? Si un individuo trata de hacer el bien, y las consecuencias de sus actos son negativas para aquellos a los que se proponía favorecer, ya que les causa más daño que beneficio, ¿debemos considerar que a obrado correctamente, desde un punto de vista moral, cualesquiera que hayan sido los resultados de su acción.

En todos estos casos se trata de problemas prácticos es decir, problemas que se plantean en las relaciones efectivas, reales de unos individuos con otros, o al juzgar ciertas desiciones o acciones de ellos. Se trata a su vez de problemas cuya solución no solo afecta al sujeto que se los plantea sino también a otra u otras personas que sufrirán las consecuencias de su decisión y de su acción. Las consecuencias pueden afectar a un solo individuo (¿debo decir la verdad o debo mentir?); en otros casos se trata de acciones que afectan a varios de ellos o agrupos sociales (¿debieron cumplir los soldados nazis las ordenes de exterminio de sus superiores?). Finalmente, las Consecuencias pueden afectar a una comunidad entera como la nación (¿debo guardar silencio en nombre de la amistad ante los pasos de un traidor?)

1 En situaciones como las que, por vía de ejemplo, acabamos de enumerar, los individuos se enfrentaran a la necesidad de ajustar su conducta a normas que se tienen por más adecuaciones o dignas de ser cumplidas. Esas normas son aceptadas íntimamente y reconocidas como obligatorias; de acuerdo con ellas, los individuos comprenden que tienen el deber de actuar en una u otra dirección. En estos casos decimos que el hombre se comporta moralmente, y en este comportamiento suyo se pone de manifiesto una serie de rasgos característicosque los distinguen de otras formas de conducta humana. Acerca de este comportamiento, que es el fruto de una decisión reflexiva, y por tanto no puramente espontáneo o natural, los demás juzgan, conforme a normas establecidas, y formulan juicios como estos: “ X hizo bien al mentir en aquellas circunstancias; “X debió denunciar a su amigo traidor”, etc.

Así, pues, tenemos por un lado actos o modos de comportarse los hombres ante ciertos problemas que llamamos morales, y, por el otro, juicios por los que dichos actos son aprobados o desaprobados moralmente. Pero, a su vez, tanto los actos como los juicios morales presuponen ciertas normas que señalan lo que se debe hacer. Así, por ejemplo, el juicio “X debió denunciar a su amigo traidor”, presupone la norma “pon los intereses de la patria por encima de la amistad”.

Nos encontramos, pues, en la vida real con problemas prácticos de los tipos de los numerados a los que nadie puede sustraerse. Y, para resolverlos, los individuos recurren a normas, realizan determinados actos, formulan juicios y en ocasiones, emplean determinados argumentos o razones para justificar la decisión adoptada, o al paso dado.

Todo esto forma parte de un tipo de conducta efectiva, tanto de los individuos como de los grupos sociales, y tanto de hoy como de ayer. En efecto, el comportamiento humano practico-moral, aunque sujeto a cambio de un tiempo a otro de una a otra sociedad, se remonta a los orígenes mismos del hombre como ser social.

Este comportamiento practico-moral que se da ya en las formas más primitivas de comunidad, sucede posteriormente muchos milenios después la reflexión sobre él. Los hombres no solo actúan moralmente ( es decir, se enfrentan a ciertos problemas en sus relaciones mutuas, toman desiciones y realizan ciertos actos para resolverlos, y a la vez juzga o valora de un modo u otro esas decisiones y esos actos), si no que también reflexionan sobre ese comportamiento practico, y lo hacen objeto de su reflexión o de su pensamiento. Se pasa así del plano de la práctica moral al de la teoría moral; o también, de la moral efectiva, vivida, a la moral reflexiva. Cuando se da este paso, que coincide con los albores del pensamiento filosófico, estamos propiamente en la esfera de los problemas teórico-morales, o éticos.

A diferencia de los problemas practico-morales, los éticos se caracterizan por su generalidad. Si al individuo concreto se le plantea en la vida real una situación dada, el problema de cómo actuar de manera que su acción pueda ser buena o valiosa moralmente, tendrá que resolverlo por si mismo con ayuda de una norma que el reconoce y acepta íntimamente. Será inútil que recurra a la ética con la esperanza de encontrar en ella de lo que debe hacer en cada situación concreta. La ética podrá decirle, en general, lo que es una conducta sujeta a normas, o en que consiste aquello, lo bueno que persigue la conducta moral, dentro de la cual entra la de un individuo concreto, o la de todos. El problema de que hacer en cada situación concreta es un problema practico-moral, no teórico-ético. En cambio, definir que es lo bueno no es un problema moral que corresponda resolver a un individuo con respecto de cada caso particular, sino a un problema general de carácter teórico que toca resolver al investigador de la moral, es decir, al ético. Así por ejemplo, Aristóteles se plantea, en la antigüedad griega el problema teórico de definir lo bueno. Su tarea es investigar el contenido de lo bueno y no determinar lo que el individuo debe hacer en cada caso concreto para que su acto pueda considerarse bueno. Cierto es que esta investigación teórica no deja de tener consecuencias practicas, pues al definirse que es lo bueno se esta señalando un camino general, en el marco del cual, los hombres pueden orientar su conducta en diversas situaciones particulares. En este sentido, la teoría puede influir en el comportamiento moral-practico.

Pero, ello no obstante, el problema practico que el individuo tiene que resolver en

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