El Mundo Actual De Freud

DESCRIPCIÓN DEL PACIENTE

Miguel Ángel Alonso Hernández es un niño de complexión delgada, su cabello es castaño oscuro, lacio y corto; tiene ojos de color negro, tez morena, nariz achatada, boca pequeña, y muestra un peinado de pelos parados con uso de gel, remarcando en la ceja del lado derecha una cicatriz. Se presenta con vestimenta casual; un pantalón de mezclilla y playera de rayas color blanca con rojo, acompañado de tenis blancos. Su aliño e higiene es buena. Se presenta de manera cohibida pero si brinda el saludo de manera cordial. Su estatura y complexión no aparentan la edad que tiene, pues Miguel es muy bajito y muy delgado.

MOTIVO DE CONSULTA

“Miguel no quiere obedecerme y tiene un comportamiento muy rebelde y agresivo” SIC. Tutora (María San Juan Hernández – Tía).

Al menor lo refieren de la Institución USAER .

Se refiere que no obedece o acata las reglas en casa, además de soler mentir en la escuela y desobedecer al profesor en turno, quién últimamente lo percibe con tristeza.

La tutora está por contraer matrimonio y espera que esto no tenga un efecto o cambio negativo en la rebeldía del menor sino todo lo contrario, es decir que pueda así adaptarse ante esta situación e infrinja en su mejoramiento del comportamiento tanto en ámbito escolar, familiar y social.

HISTORIA DEL PADECIMIENTO ACTUAL

Desde que Miguel era más pequeño mostraba conductas groseras y agresivas hacia el esposo de la Tía Edith, quien al igual que María se encargaron de la crianza de Miguel; se comenta que el niño nunca ha sido tratado con golpes y que cuando realiza una travesura se habla con él, sin embargo la manera de ser castigado es mediante el retiro de dinero y compra de juguetes y/o dulces, aunque las tías refieren que está regla no es cumplida en su totalidad en la casa ya que uno de los tíos , quien vive en la misma casa, lo consiente y no respeta el castigo al brindarle dinero a escondidas.

Menciona que el problema es empeorado cada vez que Miguel tiene contacto con la madre biológica, donde cabe mencionar que es ella quien trata de buscarlo presencialmente a pesar de que ella lo abandonó cuando apenas tenía meses de nacido, justificando que únicamente estaba en busca de mejores condiciones para la vida de Miguel y pensando que esto solo lo lograría estando a cargo de sus tías, mientras que ella se mudaba a rehacer su vida en el estado de Hidalgo. Adicionalmente se menciona que los contactos con la madre biológica parecen influir en el comportamiento de Miguel , pues se piensa que le mete ideas , restándole paralelamente autoridad a las tías y poniéndolo en una actitud defensiva que puede ser denotada cuando Miguel hace comentarios (hacia su tutora) tales como “ Tú no tienes derechos porque no eres mi mamá”.

Por otro lado en el ámbito escolar el niño no obedece a su profesor y suele mentir diciendo que no hay clases, que no tiene tarea, entre algunas otras.

En casa suele retar a las figuras de autoridad a excepción del novio de la tía María, quién funge actualmente como la tutora del menor.

RESUMEN DE LAS SESIONES

Durante la primera sesión se tenía planeado conocer el motivo de la consulta de nuestro paciente, además de generar empatía con él, por lo que consistió en una entrevista inicial que podemos describir la siguiente manera: el terapeuta inició la entrevistando a la tía María con la finalidad de recabar información sustancial sobre Miguel, a lo que comentó que era un niño rebelde y que dicha rebeldía se incrementaba a menudo cuando era visitado por su madre biológica e inclusive esto se veía repercutido en el contexto escolar del menor , agregando que Miguel solía tener problemas de agresividad hacia sus compañeros debido a agresiones que el recibía de algunos de ellos, con lo que Miguel comenzó a sufrir desmotivación para asistir a la escuela.

La tía manifiesta que el menor jamás ha recibido un golpe por parte de la familia a modo de corrección, pues lo único efectuado respecto al mal comportamiento han sido ocasiones de regaño a pesar que Miguel es descrito como un niño berrinchudo y que suele ignorar los regaños, por lo que en ocasiones la tía ha procedido a encerrarlo para que se tranquilice. Cabe mencionar que durante su estancia en la escuela Miguel es un niño muy callado que suele estar solo y él únicamente agrede a sus compañeros como parte de las respuestas a algunas agresiones por parte de ellos y adicionalmente la tía agregó que el menor muestra una baja considerable en sus calificaciones durante los lapsos en los que es visitado por su madre biológica.

Durante la segunda sesión se pretendía identificar las ocasiones en las que el paciente no presenta control de emociones e impulsos, por lo que se recurrió a un juego con motivo de generar situaciones de estrés que permitirán observar las diferentes reacciones ante algunos estímulos. Se inició con un juego de “futbolito”, mismo que fue elegido por Miguel, en el cual el menor compitió contra el equipo de (líder + co terapeuta); durante el juego las guías de la terapia modificaban los marcadores a su favor, omitiendo o robándose los puntos anotados por Miguel y agregándolos incluso al equipo de ellas ; se notó que en realidad el menor no reaccionó de ninguna manera agresiva sino que únicamente mostraba gracia ante lo sucedido aunque el juego continuaba sin ninguna objeción por parte de Miguel.

Posteriormente se decidió cambiar de juego a uno que se sabía no era del agrado de Miguel, que era “Jenga”. Una de las terapeutas procedió a ir por el juego mientras que la líder quedó en conversación con el menor y se dio cuenta que su mano presentaba cierta coloración roja, a lo que le cuestionó el motivo de dicha coloración, respondiendo Miguel que se debía a que uno de sus compañeros le había pegado en la espalada y como parte de una respuesta Miguel lo agredió golpeándole en la boca y haciendo sangrar a su compañero, sin embargo dicha situación nunca fue comprobable por el hecho de que no se tenía la certeza de que fuera sangre la coloración presentada en la mano. Finalmente la co terapeuta regresó con el Jenga y a pesar de no ser del agrado del menor, él acepto jugar sin ningún inconveniente; durante el segundo juego Miguel platicando de su día en la escuela comentó que también había lastimado la muñeca de otro de sus compañeros, cosa que ya había comentado con la líder cuando la co terapeuta se ausento para traer el Jenga, sin embargo se notó que las versiones fueron diferentes a la hora de platicar con ambas terapeutas ya juntas.

Finalmente

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