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Fermina Daza: Aprender a no “caer” en la vejez


Enviado por   •  17 de Junio de 2015  •  Informes  •  504 Palabras (3 Páginas)  •  291 Visitas

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Fermina Daza: Aprender a no “caer” en la vejez

Fermina , enamorada de toda la vida de Florentino. Vivía junto a Juvenal un matrimonio de conveniencia y paz.

A medida que iban pasando los años se habían acostumbrado a estar siempre juntos. No se habían detenido a preguntarse sinceramente si estaban unidos por el amor o porque les resultaba cómoda esa unión. Preferían ignorarlo.

De acuerdo a este vinculo, no fue tan trágica para Fermina la muerte de su esposo.

Para aquellas mujeres que vivieron anuladas tras el rol de esposa en una relación de pegoteo con su marido, la viudez vendría a marcar el fin de la misión que les fue adjudicada.

La viudez las enfrenta a una difícil encrucijada: re – encontrarse como auto –validas.

¿Cómo hacer para re- encontrarse sola frente a su deseo? La caída se produce precisamente porque hay deseo pero se teme o no se sabe qué hacer con ese deseo; no lo puede sostener y la caída las salva del riesgo de ser autónomas, del riesgo de vivir.

La pérdida de su sostén, las lleva frecuentemente a tener que recurrir a un nuevo sostén, ahora material, que viene a confirmar que siempre necesitaron una prótesis para sostener su identidad.

Del mismo modo se plantea en el caso del viudo que tuvo siempre a su esposa.

Estos seres que siempre tuvieron alguien, son los que generalmente en la vejez se caen, se invalidan, como modo de re- establecer el equilibrio en el que siempre vivieron.

La caída suele ser el punto de pasaje de un adulto mayor en lo manifiesto auto-valido a un adulto mayor dependiente.

Las sensaciones de extrañanza, de andar a la deriva, representan el reacomodamiento de la identidad que se atraviesa en el trabajo de duelo, en aéreas de diferenciarse y terminar de separarse de lo perdido.

Fermina tuvo que ser capaz de abrirse al futuro. Ne cierra.

Quien había vivido una vida aletargada, en segundo plano, atrás de otro, de repente, por las circunstancias de la vida, por las circunstancias de la vejez, se dispone a cambiar, a asumir sus deseos.

La vejez no es una etapa en que ya no pasa nada.

No solo contemplación pasiva mirando la vida pasar.

Por el contrario, puede ser la mejor oportunidad para proponerse ser autentico consigo mismo.

La vejez trae consigo perdidas, ganancias y cambios. El ciclo de la vida con sus nacimientos y sus muertes, lo confirma en su lugar de ser un estabón más en la cadena productiva y en la cadena generacional.

Ante todos esos cambios, si uno los vive pasivamente, como objeto a merced de ellos se estará transformando de persona en cosa.

Fermina se propuso aceptar la mano de florentino y así no caer en la vejez.

Pero a veces son los otros los que no aceptan que un adulto mayor cambie.

Es necesario estar dispuestos a enfrentarse a prejuicios y reproches.

Fermina había elegido para si otro

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