INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS PERVERSIONES” LA TEORIA DE EDIPO EN FREUD Y LACAN.

INFORME DE LECTURA

“INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS PERVERSIONES”

LA TEORIA DE EDIPO EN FREUD Y LACAN.

HUGO BLEICHMAR

El Complejo de Edipo, haciendo referencia a su nombre, es llamado “complejo” debido a la complejidad o ambivalencia de los sentimientos tanto de amor como de odio, los cuales se ponen en juego ante las relaciones que establece el niño con sus padres, es decir, el niño se llena de razones para amar y odiar a ambos padres. Se le llama de “Edipo”, debido a la tragedia de Sófocles, en la que el protagonista Edipo, a causa del destino, asesina a su padre, y se casa con su madre sin saberlo.

El Edipo en Lacan deja de lado la obra familiar y pasa a conformarlo como estructura. El llamado Edipo estructural es según Lacan la descripción de una estructura intersubjetiva, el cual hace referencia a una estructura que se caracteriza por posiciones o lugares vacantes que pueden ser ocupados por personajes distintos. Se concibe como la pieza ante una función teatral en donde los actores asumen la función de dichos personajes; por lo tanto, el actor encarna al personaje y el personaje no es más que aquello que lo representa.

En cuanto al concepto de función matemática, este se basa en una relación entre dos variables. Por lo que en el Edipo lacaniano no se trata de valores fijos o lugares vacantes que se definen por sí mismos, sino que cada uno está en función del otro personaje. Tal es el caso del padre con relación a un hijo y viceversa, en este sentido el Edipo lacaniano no presenta ningún tipo de variable independiente, sino que se encuentran mutuamente condicionadas. En el primer tiempo del Edipo, la variable independiente se establece hacia la madre, por lo cual el niño depende de ella, determinándose en función de su deseo. A su vez, la madre fue variable dependiente con relación a su Edipo, y así sucesivamente en la cadena de las generaciones.

El concepto de estructura también es considerado desde el punto de vista de Lèvi-Strauss y sus estructuras elementales del parentesco, las cuales se dan a partir de una codificación de supuestas alianzas que surgen del intercambio de mujeres en las sociedades primitivas. Las mujeres son cambiadas entre los hombres, circulan entre ellos, lo cual se determina como pactos o acuerdos que se realizan entre pueblos o familias. Ahora bien, teniendo en cuenta las anteriores apreciaciones, se tiene en cuenta que aquello que circula es lo que determina la posición del personaje, o demarca una posición determinada; en la que, la persona que se encuentra en esa posición, toma las funciones o propiedades de dicha posición.

A partir de esto, el Edipo lacaniano se concibe como la descripción de una estructura y de los efectos de representación que esa estructura produce en los que la integran, teniendo en cuenta que, lo que determina la posición de los personajes es “algo” circulante, denominado por Lacan como “falo”. El cual lo define como: “El falo es el significante de una falta” en lo que respecta a su significación, y como: “el falo es el significante del deseo”, teniendo en cuenta las formaciones del inconsciente.

Retomando a Freud, y teniendo en cuenta que este define el complejo de Edipo como el conjunto de sentimientos, aptitudes, emociones, ideas que existen en el niño y orientan su relación hacia sus padres de forma natural o biológica. También reafirma que la sexualidad se organiza en el seno de la estructura edípica y que por ende los padres juegan un papel importante en dicho complejo como tal, ya que a partir de este, es donde los niños se dan cuenta de las preferencias entre padre e hija, o madre e hijo, lo que conlleva a que estos reaccionen ante ello. De este modo el complejo se convierte en un enfoque interaccionista, ya que, el papel de los padres no es el de construir la sexualidad del niño, sino que más bien, es ese “algo” que interactúa con algo propio del chico. Por lo tanto, el infante entonces es quien vive el complejo de Edipo subjetivamente; aunque Freud y Lacan hayan planteado una estructura del Edipo arbitrariamente y que se aplica para todos los sujetos de un modo general.

Ahora bien, en el complejo de Edipo se da la constitución de los mecanismos de defensa y de funcionamiento psíquico; por lo tanto, esta estructura edípica lleva a la represión de los deseos de tipo incestuoso u hostiles, y contribuye a la constitución del inconsciente, lo cual se concibe como la primera tópica para Freud, teniendo en cuenta que esta constitución no es la que crea el complejo como tal, sino más bien la represión en primera instancia. En este complejo se da la ambivalencia hacia ambos padres, en lo que se refiere a los sentimientos de odio y amor, lo cual es necesario, ya que no hay sujeto que exista sin tener algún tipo de conexión o relación con sus padres, y que por consiguiente propicia la salida a las identificaciones propias de su ser, tales como la identidad sexual y la elección de objeto mismo. A partir de esto, se forma el Superyó, siendo esta la segunda tópica

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