La Psicologia Social De La Sostenibilidad
Enviado por Irati • 7 de Noviembre de 2012 • 2.487 Palabras (10 Páginas) • 397 Visitas
Antes de comenzar mi reflexión, me gustaría plasmar con un pequeño cuento la idea sobre en la que me voy a centrar:
LAS SIETE TINAJAS
Al pasar un barbero debajo de un árbol embrujado, oyó una voz que le decía:
- ¿te gustaría poseer las siete tinajas de oro?
El barbero miró alrededor suyo y no vio a nadie. Pero su codicia se había despertado y respondió con avidez:
- Sí, me gustaría mucho.
- Entonces ve a tu casa enseguida, – dijo la voz
- .. Y allí las encontrarás.
El barbero retornó a su casa con grandes pasos. Y, en efecto, allí estaban las siete tinajas, todas llenas de oro, menos una que no estaba llena. Entonces el barbero no pudo soportar la idea que una tinaja no estuviera llena del todo. Sintió un violento deseo de llenarla porqué de lo contrario no sería feliz.
Fundió todas las joyas de la familia en monedas y las puso a la tinaja. Pero esta continuaba igual que antes: medio llena. ¡Aquello lo exasperaba! Se puso a ahorrar y economizar como un loco, hasta el punto de hacer pasar hambre a la familia. Todo era inútil. Por mucho oro que introdujera en la tinaja, ésta continuaba siempre medio llena.
Por suerte un día consiguió que el Rey le doblara el sueldo. Así recomenzó su lucha por llenar la tinaja. Incluso llegó a mendigar. Y la tinaja engullía tantas piezas de oro como le introducían, pero rehusaba obstinadamente a llenarse.
El Rey se dio cuenta del famélico aspecto del barbero. Y le preguntó:
- ¿Qué te pasa?
- Cuando tu sueldo era más pequeño, eras tan feliz.
- Y ahora que te he doblado el sueldo estás destrozado y abatido
- ¿No será que te han dado las siete tinajas de oro?
El barbero quedo muy sorprendido:
- ¿Quién os lo ha dicho, Majestad?, – preguntó.
El Rey se rió.
- Es evidente que tienes los síntomas de la persona a quien el fantasma ha dado las siete tinajas. Una vez me las ofreció a mí. Cuando le pregunté si el oro podía ser gastado o era únicamente por ser atesorado, él se esfumó sin decir ni un vocablo. Aquel oro no podía ser gastado. Lo único que hace es producir el vehemente impulso de amasar más oro cada día. Ve, pues, y devuélvelo al fantasma ahora mismo y serás de nuevo un hombre feliz.
Pues bien, ¿quién se podría haber imaginado que íbamos a vivir con los lujos con los que vivimos hoy en día?. Sería interesante observar la cara de nuestros antepasados si pudieran ver nuestros teléfonos móviles, nuestros electrodomésticos, nuestros medios de transporte,…Sin embargo, un futuro muy oscuro nos persigue. ¿Y eso por qué? Porque no paramos de consumir y estamos llevando a la Tierra a un abismo sin retorno. Ya hemos superado la capacidad de alimentación de la Tierra, su temperatura está aumentando tanto por el llamado “calentamiento global” o como dice en el capítulo que deberíamos llamarlo para que no tuviera un nombre tan atractivo “la calefacción global”, los glaciares se están derritiendo,…
Muchas veces nos hacen la pregunta ¿el dinero da la felicidad? Y todos contestamos que no, pero que ayuda. Y el motivo de esta respuesta es la creencia que tenemos de que hay relación entre la riqueza y el bienestar, y esta es la base de lo que Juliet Schor (1998) denomina “el circulo de trabajo y gasto” trabajamos más para comprar más.
Ahora lo que nos debemos preguntar es si la creencia de que la riqueza y el bienestar están relacionados es cierta o no. Para ello hemos de analizar dos aspectos. El primero de ellos, si los países ricos son más felices. Y a esa cuestión hemos de contestar que según los estudios sí. Aunque he de decir que yo no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación. Yo creo que hay muchas personas que están dentro del “circulo de trabajo y gasto” y son felices porque no se dan cuenta de nada, pero las personas que son conscientes del mundo en el que vivimos, no creo que sean del todo felices. El segundo de ellos, si dentro de un determinado país las personas ricas son más felices. En este punto hay que distinguir dos situaciones, las personas ricas que viven en países empobrecidos, las cuales si tienen un mayor bienestar; y las personas ricas que viven en países ricos, las cuales en un primer momento tienen un mayor bienestar pero que con el tiempo acaba disminuyendo porque las emociones se van desvaneciendo.
Por lo tanto, ¿con el tiempo la felicidad aumenta con la riqueza de un país? No, y no hay más que analizar la situación actual. La riqueza aumenta, a pesar de que estemos viviendo unos momentos de crisis, pero la espiritualidad se reduce (paradoja americana). Para explicar esta afirmación, me gustaría apoyarme en un estudio llevado a cabo por Anthony James, un investigador de la Universidad de Missouri, en Columbia (EEUU) en el que analiza la manera en que las personas jóvenes definen y practican la espiritualidad, independientemente de la religión. Los resultados obtenidos, revelan que los jóvenes (que son el futuro) conciben la espiritualidad en términos de “conductas, sentimientos y relaciones positivos” y distinguen 7 categorías relacionadas con el desarrollo personal y social, que yo analizaré una por una. Para hacer mi crítica voy a generalizar, por lo que no quiero que se interprete que todos los jóvenes hacen o piensan lo que yo expongo a continuación, pero un buen número de ellos sí.
1. Tener un propósito.
Hoy en día, nos dejamos llevar en esta vida sin pararnos a pensar qué queremos hacer. Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro, ¿Cuántas veces habremos oído esta frase? Parece una tontería, pero con este tipo de slogans nos van guiando en nuestra vida y hace que tomemos las decisiones para conseguir lo que “se supone” que tenemos que conseguir, no lo que de verdad nos proponemos que queremos conseguir al final de nuestra vida.
2. Mantener vínculos, incluidos aquéllos que se establecen con un poder superior (normalmente Dios), con otras personas y con la naturaleza.
Vivimos en una sociedad individualista en la que cada vez se establecen o se mantienen menos relaciones, antes todo el mundo se conocía y se cuidaba, ¿pero ahora? Nuestros círculos de amigos y familiares se van cerrando cada vez más, las comidas familiares cada vez tienen menos personas sentadas a la mesa y cada vez se mantienen menos las amistades. Por no hablar de que actualmente la fe es un tema totalmente anticuado que cada vez que alguien dice que cree en un Ser Superior se le tacha de ignorante y se le rebate con cientos de argumentos científicos o de que como hemos dicho antes, no cuidamos para nada la naturaleza ni la valoramos.
3. Tener una base de bienestar que incluya la alegría y la plenitud, la energía y la paz.
Nuestra
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