PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ. UNA ETAPA OLVIDADA EN EL ESTUDIO DEL CICLO EVOLUTIVO.

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de investigación se verá acerca de las características que tiene la vejez.

Se deben conocer estos temas para así poder generar conciencia sobre la importancia hacia el trato que se le tiene que dar a las personas mayores. Con el paso de los años se a podido observar el cómo el trato hacia ellos se ha ido degradando poco a poco, si antes a los ancianos se les consideraba una vista de sabiduría, actualmente la sociedad los considera como un estorbo y tristemente incluso los miembros de la familia los dejan en un segundo plano.

A veces algunas personas mayores viven en el completo abandono, sin ningún cuidado y sus familias sólo los ven como un estorbo y del que se tienen que hacer cargo, ya que se puede decir, que vivimos inmersos en una cultura donde no se nos enseña a envejecer, así que esto es algo de lo cual no se puede saber lo que se siente, simplemente esperar lo inevitable.

Es importante reconocer que el trato hacia los ancianos tienen que ser de una manera respetuosa, en vez de simplemente ignorarlos, porque en algún sentido, en la mayoría de las ocasiones se dependió de ellos, y concientizar en que algún día probablemente se esté en las mismas condiciones.

La falta de respeto que actualmente se está viviendo, tiene gran relevancia en la manera en que se ven a estas personas, ya que influye más el interés propio que el de los demás,

PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ. UNA ETAPA OLVIDADA EN EL ESTUDIO DEL CICLO EVOLUTIVO

ADULTO MAYOR

Según la OMS, las personas de 60 a 74 años se le considera de edad avanzada, de 75 a 90 viejas o ancianos, y las que sobrepasan los 90 se les denomina grandes viejos o grandes longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamara de forma indistinta persona de la tercera edad.

SOCIEDAD Y VEJEZ

"La persona que envejece sufre muchas transformaciones internas se deben en parte, en cambios en el concepto del yo. El individuo trae a la vejez una seria de experiencias que no pueden cambiarse y que deben integrarse a las circunstancias actuales. Erickson cree que este proceso genera sentimientos o de integridad o de desesperación."

Esto quiere decir que en si son cambios un tanto violentos los que se viven en esta etapa, ya que tiene que enfrentarse a todos los cambios que esto le conlleva, tanto su estilo de vida y a las situaciones que se tiene que enfrentar.

Cuando se está en esta etapa, los ancianos pasan por una crisis emocional, ya que no se les es fácil adecuarse a su nuevo estilo de vida. Algunas de las características por las que se tiende a dar paso a una crisis son:

1. Perdida del papel que desempeñaba. Esto se enfoca en el puesto de trabajo que tenían, ya que al ser de la tercera edad se tienen que retirar para dar paso a los más jóvenes en los empleos. Y esto muchas veces les provoca inseguridad económica, además de que se pueden sentir inútiles al no poder realizar más aquellas actividades a las cuales ya se está acostumbrado. Pero esto solo se debe a que la sociedad así lo a establecido, ya que los cuentan como personas obsoletas y ellos mismos los marginan, tal vez porque muchas veces no conviene tener a alguien de edad avanzada en las empresas, pero se tiene que tener en cuenta, que hay otras cosas en las cuales un anciano puede desempeñarse laboralmente y no simplemente hacerlo a un lado.

2. Perdida del funcionamiento intelectual. Como ya se esta en una edad avanzada, muchas veces hacen las cosas más lento que los jóvenes, pero esto también se podría deber a que lo realizan con más cuidado, o también a que ya no desempeñan un trabajo intelectual productivo, se podría decir en este último que es como la perdida de practica en las cosas que realizaba antes.

3. Perdida de afecto e interés por otros. En esta etapa el anciano suele aislarse de los demás y encerrarse en si mismos, con esto suelen tener una actitud un poco egoísta en el que solo piensan en su bienestar y en sus necesidades, y suelen formar un entorno pasivo alrededor de ellos. Pero esto también puede depender del trato que les de la sociedad, ya que muchas veces se les ignora porque se les considera un “estorbo” para sus actividades diarias.

Muchas veces el aislamiento en el que se encierran los ancianos, puede ser por los problemas de salud que van adquiriendo al pasar del tiempo, ya que muchas veces por la pérdida de memoria, no reconocen a los miembros de su familia. Es en este entonces cuando el anciano vive una “muerte social”, aunque este solo es un conjunto de prejuicios y obstáculos entre el anciano y la sociedad para comunicarse.

El aislamiento social de los ancianos puede ser enfrentado en dos sentidos.

Puede significar o bien una adaptación de la participación social, tomando la forma de aligeramiento progresivo de la actividad profesional y de una cierta diversificación de los roles sociales o bien puede significar la jubilación pura y simple de la participación social.

También muchas veces la imagen que forma la sociedad en los adultos mayores es que son débiles y cuando la sociedad los comienza a tratar en base a estos prejuicios, logran que los ancianos se comporten como unos inútiles aun cuando sean capaces de hacer muchas cosas, y de ser autosuficientes.

LA FAMILIA Y EL ADULTO MAYOR

Actualmente todavía en las familias cuando se tiene una figura de abuelo este es como el factor de integración de la familia y el principal educador de todos los miembros. Cuando los jóvenes tienen este contacto directo con los abuelos estos forman una percepción de la vejez de una manera positiva. El valor de los abuelos se basa muchas veces cuando toman lugar en la formación de los nietos, ya que estos son reconocidos como los más agradables en este aspecto.

La familia sigue siendo el principal soporte social del anciano. Ya que en muchas ocasiones estos suelen vivir con sus hijos y así cuando se encuentran enfermos o tienen necesidad de ayuda, siempre están en contacto con ellos, y en general reciben apoyo por parte de los integrantes de la familia.

Cuando el anciano se muda con alguno de sus hijos, este debe adaptarse a las reglas, pero además la familia debe reorganizarse para incluir al nuevo miembro y en ocasiones modificar alguna de sus reglas. En algunos casos, esta se resiste a cambiar las pautas establecidas y esto puede generar un gran estrés en el anciano, sobre todo si tenemos en cuenta la dificultad para el cambio del anciano y el miedo a realizarlo. Se tiene que concientizar a los integrantes de la familia a que las cosas probablemente no sean igual que antes, y establecer nuevas normas para regularizar las cosas sin ver afectados a nadie.

Es importante

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