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Psicologia


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2013  •  2.533 Palabras (11 Páginas)  •  214 Visitas

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EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Para iniciar una comprensión de los límites y alcances de la Evaluación psicopedagógica, recordemos que García Vidal y González Manjón plantean que ella implica “procesos de recogida, tratamiento e interpretación de datos, como procesos de análisis y valoración de los mismos, encaminados a la elaboración de modelos funcionales explicativos del fenómeno de enseñanza y aprendizaje (diagnóstico), pero también y de modo inexcusable, procesos de toma de decisiones relativas al tratamiento psicopedagógico y educativo del sujeto o sujetos implicados en la evaluación, la correspondiente evaluación de los mismos y de forma obligada el seguimiento del programa de intervención educativa diseñado a tal efecto, debiendo entenderse este último como el elemento retroalimentador que todo proceso evaluativo debería contener y cuya explicitación resulta imprescindible cuando sobre un determinado proceso de aprendizaje actúa más de un profesional” .

De este modo, el proceso de evaluación psicopedagógica puede decirse que se trata, en definitiva, de un proceso dinámico constituido por una serie de momentos interdependientes entre sí. Según a A. Lázaro, estos momentos pueden ser :

1. Establecimiento de referencias situacionales en función de unos criterios o normas previas.

2. Formulación de hipótesis diagnósticas.

3. Construcción de un diseño diagnóstico.

4. Decisión de los puntos sobre los cuales han de recogerse información y medios para hacerlo (procedimientos, instrumentos y técnicas de diagnóstico).

5. Valoración de los datos obtenidos.

6. Toma de decisiones sobre las posibles intervenciones de mejora.

7. Control continuado para constatar la validez de aquellas decisiones a lo largo de su aplicación.

En este proceso dinámico aparece en varios momentos la palabra diagnóstico. Este hecho nos sitúa frente a la cuestión de la relación existente entre diagnóstico y evaluación psicopedagógica, lo que constituye una polémica no menor. El concepto de diagnóstico (gnosis, conocimiento y día, a través de) se refiere “al conocimiento de algo a través de la acumulación de datos obtenidos por la aplicación de recursos técnicos necesarios para ellos” .

A partir de este concepto general de diagnóstico se han formulado numerosas definiciones con aplicación el ámbito psicopedagógico. Algunas de ellas son las siguientes:

 “Proceso o resultado de un proceso por el que se formulan juicios sobre peculiaridades humanas individuales “ .

 “Una actuación técnica profesional, realizada con mentalidad científica, esto es con rigor, encaminada a conocer a los educandos y a su ambiente para facilitar una actuación pedagógica eficaz en pro de la excelencia personal” .

Se observa diferencias entre las distintas definiciones, sin embargo, en el ámbito psicopedagógico se dice que el diagnóstico se concreta en el conocimiento del alumno, a través del empleo de técnicas e instrumentos -test y análisis de tareas- que poseen su fundamentación en principios y modelos teóricos de la Psicología y de la Pedagogía y cuya interpretación exige la continua referencia y aplicación de estos fundamentos.

En síntesis, en el presente texto se asume que el diagnóstico (o la evaluación diagnóstica psicopedagógica) es el tratamiento personalizado del educando, lo que implica la necesidad de desarrollar un proceso de recogida y tratamiento sistemático de información que -llevado con mentalidad científica- nos facilita el conocimiento verdadero del educando y la comprensión de su problemática con el objeto de poder decidir la intervención psicopedagógica y psicosocioeducativa más apropiada para él, cuyo seguimiento genera una retroalimentación continua para todo el proceso o una nueva toma de decisiones en orden a mantener, optimizar o modificar alguna, varias o todas las fases del mismo.

Se sabe que la conceptualización de diagnóstico siempre ha tenido un significado más clínico o médico, por el contrario, el concepto de evaluación psicopedagógica alude más apropiadamente a un “proceso de rigurosa recogida y tratamiento de información, así como valoración de la misma encaminado a:

 Formular y verificar determinadas hipótesis diagnósticas

 Realizar la oportuna toma de decisiones respecto al tratamiento o intervención psicopedagógico, educativo y psicosocial del educando y la aplicación práctica del mismo

 Seguimiento de dicha aplicación

 Toma de decisiones en cuanto a las distintas fases que componen el proceso para mantenerlas o variar lo que es necesario” .

Desde esta perspectiva, la evaluación psicopedagógica integra en un mismo proceso la evaluación de educandos y los programas de intervención, decididos en consecuencia con la información obtenida sobre su comportamiento en el contexto socioeducativo, mediante la aplicación de técnicas fundadas en la psicología y ciencias de la educación.

Por otro lado, se ha atribuido a la evaluación psicopedagógica dos grandes funciones: preventiva y correctiva. La función preventiva tiene relación con la practicidad de la evaluación psicopedagógica que, a partir de las posibilidades y limitaciones del educando, se pueda decidir el tipo de intervención que facilite desarrollar todas sus potencialidades. Esto puede significar, mantener la situación educativa tal como está o reestructurarla con el fin de optimizar las variables intervinientes en el presente. Esta reestructuración puede ser considerada también como una función de la evaluación psicopedagógica ya que de ella pueden derivarse importantes beneficios psicoeducativos. Además, la función correctiva permite ayudar a los educandos que manifiestan dificultades en sus aprendizajes puesto que se busca conocer los factores que son causa de dichas dificultades, para posteriormente tomar decisiones respecto a su modificación, evitando así que sigan interfiriendo en el desarrollo del alumno.

En general, se puede plantear que la evaluación psicopedagógica tiene como objetivo último el decidir y aplicar una intervención, junto con el seguimiento evaluativo. Para llegar a decidir, aplicar y seguir una intervención es preciso que quien realiza la evaluación cumpla con una serie de funciones que, en conjunto con las anteriores, constituirán el campo de actividad del psicopedagogo. Estas funciones, según A. Lázaro, son :

• descripción (situación del alumno en el contexto),

• de interpretación (de datos e información recogida),

• de predicción (respecto a la evolución de la situación y de su contexto),

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