Rol de la familia en la escuela

Rol de la familia en la escuela

Es innegable el hecho de que la familia actualmente es uno de los componentes fundamentales de los establecimientos educativos, puesto que su impacto en el desarrollo del ser humano es primordial al ser una de las principales fuentes de crecimiento y experiencias significativas. Los estudios han demostrado que cuando los padres y madres participan en la educación escolar de sus hijos (as), ellos mejoran su rendimiento académico y tienen una actitud más positiva hacia la escuela, al igual que cuando tienen altas expectativas los niños desarrollan mayores posibilidades de continuar sus estudios y obtener buenos resultados.

Santelices (2001), postula que la familia tiene la importante misión de educar  a los niños y niñas en valores a través de los vínculos que éstos van estableciendo con los miembros de dicha entidad, convirtiéndose en un contexto de desarrollo trascendental para la vida de cualquier persona. Además dentro de ella, los hijos satisfacen sus necesidades afectivas básicas de pertenencia, afecto y autonomía, las cuales le permiten alcanzar la seguridad para poder desenvolverse proactivamente en otros contextos. Por ende, la familia se convierte en una la primera oportunidad de satisfacción de ser, y también de las primeras experiencias de impulso o límite de habilidades como la creatividad.

Todo lo señalado anteriormente debe ser considerado de manera primordial dentro de la escuela, debido a que la familia forma parte de la comunidad educativa al influir directamente en la educación de los niños.

Cabe señalar que es de suma importancia que ambas unidades sean capaces de crear un vínculo de apoyo ya que comparten el propósito de influir de manera efectiva en la vida y desarrollo de los estudiantes, ya que al realizar un trabajo colaborativo entre ambas entidades se está aportando a la formación integral de los niños a lo largo de sus vidas, permitiendo que se desarrollen como personas y logren insertarse en esta sociedad.

Continuando bajo esa mirada, la escuela y la familia se consideran como espacios privilegiados donde ocurre la educación. Son ambas instituciones las que entregan los cimientos para los niños crezcan y se desarrollen. En la escuela una gran parte de los aprendizajes son frutos de una enseñanza diseñada por profesionales de la educación, donde se transmite la cultura  y los aprendizajes formales. En la familia se educa de una forma más espontanea e intuitiva, logrando significados compartidos en la cotidianeidad y la enseñanza de aprendizajes informales, por ende, como ambos están educando, es necesario que ambos coordinen sus acciones para así contemplar y enriquecer los procesos de aprendizaje, sería erróneo que ambas entidades realizaran un trabajo individual sin vincularse entre sí mismas, puesto que el ser humano en su esencia es integral e  insoluble.

Por todo lo mencionado en los párrafos anteriores, es que la familia se considera dentro de los establecimientos como una instancia educadora de profesores y un recurso pedagógico necesario de aprovechar para el trabajo dentro del aula, debido a que sólo de esta manera se crearán aprendizajes significativos y transversales.  Por ello, actualmente ha emergido un paradigma que ubica a la familia dentro del mismo funcionamiento de las instituciones, donde son parte del dialogo, reflexión y búsqueda de acuerdos en torno a criterios comunes, participando democráticamente en la construcción de la comunidad escolar.

Cómo incluir a la familia en una educación inclusiva

La familia y la escuela se caracterizan por ser sistemas abiertos que tienen funciones paralelas tal como lo plantea Bolívar (2006), cuando el profesorado siente que debe asumir aisladamente la tarea educativa sin vínculos de articulación entre la escuela, la familia, los medios de comunicación u otros, se encuentra ante una fuente de tensiones y desmoralización docente. Por ende el fomento de la participación de los padres y madres en la educación escolar, tiene un rol de colaboración y control muy decisivo en la gestión educativa, la participación de los padres en la escuela se debe materializa en acciones concretas.

No debemos olvidar que participar, es integrarse activamente a la comunidad educativa con el fin de aportar  al mejoramiento de la calidad de la educación. No hay sólo una manera de participar, va desde lo más básico y esencial, como el apoyo que cada familia da a sus hijos en el aprendizaje, hasta la colaboración con el centro de padres, en el y en instituciones que velan por la calidad del servicio educativo prestado por el establecimiento, en el consejo escolar el acto educativo es un proceso compartido  entre los diferentes agentes que componen la institución escolar, por ello para poder integrar a la familia en una educación inclusiva es fundamental trabajar de manera colaborativa, implicando participación y responsabilidad en conjunto con los demás profesionales. Además que se requiere que los aprendizajes se vuelvan una experiencia significativa, esto quiere decir, que los docentes tomen en cuenta tanto los conocimientos previos como los modos de vida de los estudiantes, para así introducir nuevos conocimientos, logrando captar la motivación.

Por otro lado, para integrar a la familia en una educación inclusiva se deben poner en práctica diversas estrategias  que le den  a conocer y comprender a los padres y apoderados que esta no es solo responsabilidad del docente sino que su opinión y participación para el proceso inclusivo también es fundamental, por lo tanto deben generar un vínculo con la comunidad educativa. Dichas estrategias en una primera instancia, determinan que hay que acercarse y conocer a las familias que componen la comunidad educativa donde el rol del educador es establecer una relación recíproca con estos haciéndoles notar que son parte importante del sistema. Además se pueden realizar charlas a los padres y apoderados las cuales planteen temas inclusivos que respondan a las necesidades de la institución. La participación de los padres se puede dar en los siguientes niveles:

1. Información: los padres deben contar con la.informacion necesaria para formarse una opinión acerca de los temas relevantes de la vida escolar, es deber de  las escuelas entregar información con un lenguaje comprensible a través de canales efectivos,  mientras que el deber de la familia u apoderados es solicitar la información.
2. Consulta: Ocurre cuando el sostenedor consulta a las familias antes de tomar alguna decisión, en cualquiera de los ámbitos antes mencionados.
3. Colaboración: Es aquella que proviene de los padres,  es de colaboración se entienden las ayudas de diversos índoles que hacen los padres para mejorar el proceso educativo.
4. Control y supervisión: Se relaciona con un rol muy importante de las organizaciones civiles, en este caso el centro de padres,

Es importante hacerles saber a las familias y a la escuela que la comunidad es su núcleo y que, a través del liderato, la autogestión y el apoderamiento, propenden, unidos, al éxito escolar de los niños.

Conclusiones

Desde la Familia:

Como ya se ha mencionado en otras oportunidades la familia es el primer lugar de socialización de los niños, por ende,  es fundamental que exista un vínculo entre ambas instituciones  (familia y escuela) ya que ambas tienen responsabilidad en el  proceso de aprendizaje de los niños y niñas.

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