Cine adventista: Por una obra más sincera

Cine adventista: Por una obra más sincera

El reflejo directo de lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser ocurre bajo contrastes: la luz y la oscuridad, la vista y la pantalla, el cine y el ser humano…

El cine es una herramienta indispensable para denunciar, criticar o señalar acontecimientos polémicos actuales, y universales, que acontecen al ser humano. Es una manera de ver el mundo y a lo largo del tiempo se ha visto el esfuerzo de lograr cambios en nosotros para un bien común. La iglesia adventista poco a poco se ha introducido en este campo cada vez menos ajeno y extraño, optando por compartir en pantalla los valores que Cristo demostró en esta tierra. Uno de los valores más relevantes para mí es la sinceridad y creo que uno de los enseñados también por la iglesia. ¿Cómo podemos lograr tener argumentos veraces en el día a día? No contar con grandes sesgos de información y conocer un panorama de una manera satisfactoriamente completa me parece una manera acercada. Ahora bien, en el contexto de una bondad perfecta personificada en él, ¿cómo podemos demostrar esto de una manera completa, no solo en idealismos? ¿Hacer un cine idealista puede no lograr el bien de identificarse con la cinta? ¿Debemos tomar riesgos para poder presentar un panorama de la tesis y antítesis de Jesucristo? ¿Mostrar violencia en pantalla nos aleja de lo reflejado en cristo? ¿Qué podemos compartir en nuestras cintas sin dejar de lado nuestros principios? ¿Es el cine una herramienta que nos puede acercar al mensaje de Dios de una manera honesta?

He nacido, crecido, y desarrollado en el contexto adventista. Esperamos la segunda venida de Cristo, tratamos de respetar los 10 mandamientos, y en especial, el de guardar el séptimo día. Buscamos ser como cristo, amar al prójimo como él lo hizo. Toda mi educación ha sido en instituciones adventistas. Recientemente, en una clase de comunicación, tuvimos el acompañamiento de Julio Muñoz, director del festival de cine SonScreen, un apartado hecho para realizadores cristianos, pero más específico, adventistas. Él mencionaba que había un lienzo en blanco, que permitía ser llenado, con pinceles especiales y únicos cuyos hacedores eran los realizadores. No obstante, estos trazos se delimitaban por el tamaño del lienzo. Existían límites para poder exhibir, entrar a concursar en este festival. Intrigado, pregunté ¿Cuáles son estos límites? Prontamente una palabra tumultuosa, gris, muy aquejadora y compañera desde la memoria humana: violencia. Fue el primer flechazo, y si mal no recuerdo, del único que tengo memoria.

¿Por qué no logramos incluir en nuestras cintas temas polémicos? ¿Pueden parecer cintas planas y sin dimensión? Hay un factor causal que creo relevante en realizadores adventistas, y he visto en cintas que también han sido por producciones de la misma religión: el miedo. Sí, el miedo a utilizar la antítesis del mensaje de cristo, que muy sincero, podemos ver en esta realidad aquejante. La violencia, el engaño, la mentira, las perversiones, la brujería y hay algo que considero una simbiosis, algo no bueno ni malo: la duda.  ¿La duda es un arma de doble filo?, ¿alguna vez hemos pensado que Dios verdaderamente existe? ¿Es esto realmente malo?  ¿Y si como seres humanos lo hemos llegado a pensar, por qué no lo tomamos como una fase más para poder incluir en el cine adventista? ¿Por qué despreciamos la realidad? ¿Por qué decidimos rechazar lo que realmente es del ser humano? El cine, no es la realidad misma, es una visión de ella. Por lo tanto, ¿por qué no utilizar estos recursos “malos”, o, mejor dicho, completos, que todos hemos experimentado alguna vez? ¿Cuál podría ser la consecuencia de no contemplar esto? Un cine muy entusiasta, ¿pero falso, plano? ¿Debemos considerar la antítesis de cristo en nuestras cintas?

Julio Muñoz, continúo respondiendo mi pregunta: “La violencia, sí, ese es uno de nuestros límites. Pero hubo una ocasión en donde un realizador la incluyó de una manera polémica, pero que servía de justificación para denunciar el contexto, un subdesarrollo y por lo tanto con un mensaje final que la violencia era una forma no adecuada de resolver las cosas. Por lo tanto, decidimos incluir esta cinta en nuestras exhibiciones” Salté de alegría, supe que esa era una respuesta que, como realizador, necesitaba escuchar.

...