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Cuando Dios Se Cansa


Enviado por   •  4 de Agosto de 2011  •  2.090 Palabras (9 Páginas)  •  737 Visitas

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Ministerios Cash Luna

http://www.cashluna.org

Cuando Dios se cansa

Hay situaciones que nos desgastan, nos hacen perder la tolerancia, la paz y tranquilidad. Las

circunstancias adversas nos irritan y provocan relaciones ásperas con las personas que nos rodean. Es

necesario que revisemos nuestro comportamiento para evitar consecuencias graves que después no

podamos arreglar. He tratado con matrimonios que llevaron su relación al extremo. Se desgastaron al

punto que se pierde cualquier esperanza de reconciliación y lo único por hacer es afrontar la separación

de la forma menos dolorosa. Es una lástima que los humanos llevemos siempre las cosas al límite donde

ya no hay salida. Intentamos recuperar a los hijos cuando ya es imposible que vuelvan. Buscamos ayuda

para nuestro matrimonio cuando ya nos sacaron las maletas a la calle. Sabemos lo que tenemos hasta

que lo perdemos.

De la misma forma que llevamos nuestra tolerancia al límite, hemos desgastado la tolerancia de Dios.

Estamos hechos a Su imagen y semejanza, nos cansamos porque a Él también le ha sucedido. Nos

irritamos pero también irritamos a otros, aunque preferimos ver lo malo que nos hacen antes de

reconocer que también hacemos cosas desagradables. La esposa puede decir con lujo de detalles todo

lo que su esposo le ha hecho desde el noviazgo. Cuenta cómo le descubrió la primera infidelidad pero se

casó con la certeza de que cambiaría. Ahora lo mantiene, le aguanta sus berrinches, etc., etc. Pero esa

misma esposa es incapaz de reconocer sus errores y tiene mil argumentos para justificar su mal humor,

descuido y depresión. Ante las críticas nos defendemos y asumimos un proceso de negación porque es

desagradable que nos confronten. El problema siempre es de otros.

Hijo prudente y sabio

Proverbios 10:1 advierte: El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre.

Todos somos hijos, unos alegramos y otros entristecemos. El pasaje es muy claro pero no se detiene a

explicar lo grave de la necedad extrema que es capaz de desgastar la paciencia de los padres. Los

adolescentes sobre todo, padecen de necedad excesiva. No escuchan los consejos de los padres porque

los creen desconfiados y anticuados. Pero lo que no aprendan de los padres, lo aprenderán de la vida

luego de muchos sufrimientos. Los jóvenes no escuchan a su madre cuando les advierte sobre las malas

amistades. Le dicen que Dios se los envió para darles luz, sin darse cuenta que son ellos quienes

terminarán a oscuras. Si tu madre te advierte sobre las discotecas le dices que no es malo bailar porque

incluso Jesús lo hizo y Él está contigo en cualquier lugar para que nada te suceda. La jovencitas le

responde a su mamá que no sea desconfiada cuando le advierte sobre ese muchacho que no parece

tener buenas intenciones. Esas actitudes necias de los hijos son un mensaje del poco valor que le dan al

esfuerzo de sus padres. Si el hijo desperdicia su tiempo y no estudia, le dice a su padre que no aprecia la

oportunidad que le brinda de tener éxito en la vida. Lo mismo sucede en cualquier relación. Entre jefes y

empleados también hay actitudes desgastantes cuando el empleado no aprovecha su tiempo y

desperdicia los recursos de la empresa escribiendo mails a sus amigos o “conectando” novias por

internet en vez de esforzarse en su trabajo.

Dar para recibir

Efesios 6:1-4 aconseja: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu

padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga

vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y

amonestación del Señor.

Los padres también deben escuchar a sus hijos y tener la habilidad de corregirles. Ellos demandan

atención desde pequeños y merecen ser escuchados. Un padre alcohólico debe escuchar a su hijo

cuando le pide que ya no beba porque le da miedo verlo borracho. Al continuar con la conducta negativa,

le dice al hijo que no le importa su opinión y no valora lo que pide. El mensaje es: “así soy y tienes que

aguantarme”. Esta actitud negativa se vuelve un círculo que termina muy mal. Un padre debe escuchar

aguantarme”. Esta actitud negativa se vuelve un círculo que termina muy mal. Un padre debe escuchar

las demandas de sus hijos cuando piden que no sea tan enojado. Acabo de recibir el correo de un joven

que fue violado desde pequeño por los amigos borrachos del padre que abusaban de él. Este hombre

debió escuchar las demandas de su hijo y dejar de beber pero no lo hizo y le hizo un terrible daño.

Debemos cambiar las conductas que lastiman a otros, especialmente a las personas que amamos. Nadie

debe acomodarse a tus malos hábitos. No insistas en tener un estilo de vida que trae inestabilidad y

dolor. Evita que tus hijos pasen por la pena de sacarte cargado de algún bar o tener que pasar la

vergüenza de pedir prestado para pagar la comida o el colegio. Valora lo que te demandan cuando es

justo y correcto.

Nuestro Señor es un Dios de amor pero también se cansa de dar y no recibir. En cualquier relación se

debe compartir. Dios quería recuperar Su relación con los hombres y para lograrlo hizo un sacrificio que

espera agradecimiento. No sean de los que tienen por menos la sangre del Cordero. Él dio lo mejor que

tenía por nosotros y pide tu gratitud que se traduce en adoración, obediencia, santidad, arrepentimiento,

integridad, cambio de vida, renovación del pensamiento, fe y perseverancias en Su palabra. El Señor

dijo: “vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando”. También dijo: “el que me ama guardará Mi

palabra”. Ese es el lenguaje de gratitud que espera escuchar.

Necedad que cansa

Génesis 6:5-7 relata: Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo

designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió

Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz

de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del

cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

Sería terrible que dijera esto ahora cuando dio a Su Hijo para salvarnos y darnos la oportunidad de una

nueva vida. Imagina

...

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