Cómo puedo convertirme en un Discipulador

Tema: Cómo puedo convertirme en un Discipulador?

Texto: Mateo 7: 24-28; Santiago 1: 22-25.

I . Introducción:

1. Después de pasar por el proceso de detectar qué corazón tenemos: Corazón duro, corazón pedregoso o superficial y corazón espinoso; y restaurarlo en un corazón bueno que tenga el perfil ya estudiado, es decir:

1. Corazón bueno.
2. Recto.
3. Retiene la palabra.
4. La palabra oída.
5. Da fruto.
6. Persevera.

1. El propósito  de esta lección es llevarnos a no sólo  ser personas con el cuarto tipo de suelo (corazón bueno) sino también ser personas que ayudan a otras a tener ese tipo de corazón bueno. Queremos convertirnos en  discipuladores y multiplicadores como Jesús!!!

Nos enfocaremos en seis claves para ser un discipulador multiplicador, la mayoría aplicada tanto a nivel colectivo (grupos) como a nivel individual (uno a uno). Todo discipulador necesita crecer en ser un especialista de discipulado en grupos pequeños como también en encuentros individuales.

Hoy estudiaremos la primera clave: La importancia del amor.

II. Presentación:

1. La importancia del  Amor.

1. Definido lo más sencillo posible, el discipulado es crecimiento intencional con la ayuda de otro. De una forma más completa, podemos decir que el discipulado está basado en relaciones de amor y aceptación en que un discípulo más maduro (y en pleno crecimiento) ayuda a otros discípulos de Jesús a ser más como Él  y así reproducirse. Recuerde que Amor + Aceptación = Amistad y Confianza.

Relaciones basadas en amor. El discipulado y una relación saludable. Fluye del amor de Dios y el amor entre nosotros (Jn. 13: 34, 35) Ese amor ayuda distinguir entre un discipulado saludable y no saludable (enfermizo) Sin amor, el discipulado no vale nada (1 Corintios 13: 1-3)

1. El discipulado saludable fluye de motivación interna, no externa. Sobre todo, el discipulador provee un ambiente de crecimiento y una conexión mayor con Jesús. Crea crecimiento verdadero y duradero.
2. El discipulado enfermizo fluye de motivación externa, impuesta de “arriba” hacia “abajo”, tipo militar. Crea una dependencia con el discipulador y no dependencia con Jesús. Crea crecimiento artificial y no real, basado más en criterios externos que en vida interna.
3. En contraste con la dependencia enfermiza y la independencia también enfermiza, el discipulado saludable fluye de una Interdependencia, de una cierta sinergia de crecimiento entre el discipulador y los discípulos, bien descrito en Efesios 4: 13-16.
4. El amor y la aceptación anteceden y son el fundamento del crecimiento intencional. Amor es desear lo mejor para la otra persona (conforme a la imagen de Cristo), afirmando su identidad verdadera.

1. El amor fluye a través de las relaciones. La relaciones en el discipulado pueden darse en tres formas, sea discipulado uno a uno (Un Llamado al Gozo, Un llamado al Crecimiento) o el discipulado en grupo pequeño.

1. Discipulado informal. Encuentros regulares con el propósito de una aproximación mayor a Dios y unos a los otros. Va más allá de simple amistad. No tiene el objetivo de crecimiento intencional, pero las personas a veces crecen. Es un grupo abierto donde se da una enseñanza bíblica, esto caracteriza la mayoría de las células o Casas de Misericordia de la iglesia.
2. Discipulado no formal. Son encuentros regulares con el propósito de algún tiempo dedicado al crecimiento intencional. Es un grupo cerrado pero sin compromiso con ciertos lineamientos establecidos.
3. Discipulado formal. Son encuentros regulares con roles definidos  del discipulador y discípulo, objetivos o metas de crecimiento, rendición de cuentas y cambios de vida visibles y significativas. De antemano hay un compromiso establecido.

1. Reflexión:

1. Discipulado no es sólo transmitir conocimiento o dar una mera enseñanza.
2. Discipulado es transmitir vida y es una relación basada en el amor y la aceptación.

1. La importancia de Ser un Discípulo Auténtico. Mateo 7: 24-29.

Después del fundamento del amor comentado en el estudio anterior, no hay otro fundamento más importante en ser un buen discipulador que ser un buen discípulo.

Si soy un excelente discípulo, seré un excelente discipulador.

Reproducimos según nuestra especie o nuestro ADN

¡Discípulo mediocre, discipulador mediocre!

¡Discípulo bueno, discipulador bueno!

¡Discípulo excelente, discipulador excelente!

Algunas características de ser un discípulo auténtico y excelente.

1. Cuidar su corazón.

1. No tener un corazón

1. Duro o pisoteado. Orgullo o arrogancia.
2. Pedregoso o superficial. Problemas emocionales no resueltos.
3. Espinoso o sobrecargado. No darle prioridad a Dios en tiempo y finanzas.

1. Tener un buen corazón para Dios. Buen terreno.

1. Crecer en su hambre y sed del reino y en hacer buenas preguntas.

1. Deseos de crecer en Cristo Jesús.
2. Disposición de preguntar. Quiere alcanzar su propósito.

1. Tener un discipulador que cultiva su corazón.

1. Nadie crece solo, necesitamos de alguien que nos ayude a crecer.
2. No olvidar el principio divino: No es bueno que el hombre esté solo. Solito no!

1. Vivir bien las disciplinas básicas de un discípulo.

1. La Palabra:

1. El devocional diario.
2. Tomar notas en las prédicas y ponerlas en práctica.

1. La Comunión:

1. Tener comunión con Dios. Ser sensible al Espíritu Santo.
2. Llevar buenas relaciones con los miembros de la congregación y demás personas.

1. La Oración:

1. Apartar tiempo para estar a solas con Dios.
2. Apoyar los programas espirituales de la iglesia.

1. El Testimonio:

1. Compartir el evangelio o mi testimonio con personas que no conocen a Cristo.
2. Estar identificado con el programa de Evangelismo de la iglesia.

1. La Vida Simple:

1. Darle al Señor prioridad en mi vida.
2. Planificar mi tiempo y mi finanzas para no enredar mi vida con cosas complejas.

1. Relación con un Discipulador.

1. Asistir a mis reuniones de discipulado fielmente.
2. Estar atento y obedecer los consejo de mi discipulador.

1. Crecer en su competencia o habilidad de ser un buen discípulo.

1. Ser proactivo en sus compromisos con el Discipulador.
2. Hacer las tareas definidas en el encuentro o reunión anterior.
3. Evitar distracciones en el momento del encuentro o reunión (celular, estar mirando el reloj)
4. Ser participativo en los encuentros o reuniones.
5. Ser enseñable y flexible.
6. Ser transparente y claro, no escondiendo nada.
7. Tener una actitud de humildad.
8. Oír al Espíritu Santo a través del Discipulador.
9. Manifestar gratitud.
10. Dar seguimiento a las tareas, tomándolas en serio.

1. Reflexión:

¿Tienes un discipulador que cuida de tu vida?

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