El Islam. El islam en la Península Ibérica

El islam

El islam se encuentra en el ojo del huracán desde hace ya décadas, en la actualidad el islam es la segunda religión del mundo, que cuenta con más de 1.800 millones de adeptos, es decir aproximadamente el 25% de la población mundial. en todo el mundo. Lo que comenzó con un grupo de 150 siendo un sistema de creencias local circunscrito a la Península Arábiga a principios del siglo VII, muy pronto llegó a ser una religión universal junto con el judaísmo y el cristianismo. Hoy sigue viva y se ha instalado en las encrucijadas de América, Europa occidental y Rusia, África negra, India y Asia oriental. El islam es una de las 3 grandes religiones monoteístas del mundo, pero se diferencia en tratar de renovar las creencias en un único Dios, el cielo y el infierno.

Quienes apoyan el islam son conocidos como musulmanes (sometidos a la voluntad de Alá). En pleno siglo xxi, el islam se encuentra segundo dentro del podio de las religiones más profesadas del mundo, después del cristianismo. En más de 50 países el islam constituye la mayoría de la población, entre ellos, el que tiene mayor cantidad de musulmanes es Indonesia, en el sudeste asiático. El tronco del islam se divide en dos grandes ramas: sunita y chií. Del total de los musulmanes, aproximadamente el 87% son sunitas y el 13% son chiíes o chiítas. La mayoría de los chiítas viven en los países asiáticos de Irán, Iraq, Bahrein y Azerbaiyán.

Origen

El origen del islam se ubica en la península de Arabia, en el siglo VII, la población que habitaba esta zona era mayormente de tribus nómadas que tenían creencias religiosas politeístas y animistas. La ciudad más importante era La Meca, en este lugar nace el fundador del islam en el seno de una familia noble, el profeta Abū l-Qāsim Muḥammad ibn ‘Abd Allāh ibn ‘Abd al-Muttalib ibn Hāšim al-Qurayšī , que se hispaniza como Mahoma, quien al cumplir los 40 años  se confino en una cueva donde el Islam fue revelado directamente por Dios a Mahoma y sus enseñanzas se recogen en el Corán (Libro sagrado de los musulmanes).

Mahoma regresó a La Meca y comenzó a predicar el islam. Los sectores que sacaban provecho de la adoración de los dioses politeístas se sintieron amenazados por la prédica de Mahoma y lo hicieron condenar a muerte. Para escapar de esa condena, en el 622 Mahoma huyó a la ciudad de Medina. Este exilio, se conoce como Hégira y marca el inicio de la cronología musulmana. En Medina, el poder de Mahoma aumenta y muy pronto regresa a La Meca en el 630 para transformó la Kaaba en un lugar sagrado del islam. Luego de la conquista de La Meca, el islam comenzó a expandirse por toda la península arábiga, transformándose en el elemento unificador de las distintas tribus árabes.

Características del Islam

• Es una religión monoteísta que rinde culto a Alá.
• Su libro sagrado es el Corán. El mensaje central del Corán consiste en que la humanidad debe aceptar a Alá como único dios y vivir conforme a sus preceptos.
• El lugar sagrado y de peregrinación más importante es La Kaaba, que se encuentra en la ciudad de La Meca, Arabia Saudita.
• El creyente puede comunicarse directamente con Dios. Esto significa que entre los musulmanes no hay sacerdotes, sino guías espirituales llamados imanes.
• Aparte de ser una religión, el islam es considerado una forma de vida.
• Las dos ramas del islam son: la de los sunitas u ortodoxos, que reconocen la legitimidad de los primeros 4 califas, y la de los chiítas, partidarios de Alí, yerno de Mahoma al estar casado con su hija Fátima.
• El lugar destinado a la oración y el culto es la mezquita, considerada la casa de Alá.

El islam en la Península Ibérica

Tras la muerte de Mahoma en el año 632 le siguieron los califas, quienes se convirtieron en los jefes políticos y espirituales de los musulmanes. Los califatos se encargaron de expandir sus fronteras y formar un gran imperio. Esto se logró gracias al impulso de la fe, a su poderoso ejército (sobre todo la caballería) y a la debilidad de sus adversarios. La expansión se dio en tres etapas:

1. Califato ortodoxo (632-661): los sucesores de Mahoma fueron elegidos entre sus familiares y sus amigos; residieron en Medina, adoptaron el título de califa (sucesor del Profeta) y unieron la máxima autoridad política y religiosa. En esta época los árabes conquistaron Siria, Palestina, Egipto y Mesopotamia.
2. Califato omeya (661-750): se sede el poder a la familia de los Omeyas quienes cambiar la capital a Damasco y el imperio alcanzó la máxima expansión hacia el oeste por el norte de África y la Península Ibérica, y hacia el este hasta el valle del Indo y el Turkestán.
3. Califato abasí (750-1055): los omeyas fueron destronados por la dinastía abasí y la capital fue Bagdad. Conquistaron Creta y Sicilia, pero la expansión se detuvo por peleas internas a partir del siglo X entró a una etapa de decadencia. El califato cae a manos de los turcos en 1055 y definitivamente su desaparición se data en 1258, año en que Bagdad fue tomada por los mongoles. 

Organización política

Detrás de un gran imperio existe una gran organización. El califa al ser la máxima autoridad se le conoce como ‘la sombra de Dios sobre la Tierra’, y concentraba el poder político y religioso. Al ser jefe religioso se encarga en presidir la oración comunitaria de los viernes. Como jefe político, gobernaba, administraba justicia y dirigía el ejército. Cuando se presentaba ante su pueblo se lo rodeaba de gran ceremonia.

La organización del imperio se estructuraba en:

1. Un visir principal (primer ministro) que dirigía la administración central, ministerio de defensa y correos o hacienda.
2. Por otro lado, los territorios del imperio se dividieron en provincias o koras bajo la autoridad de un gobernador el emir o walí y representaba al califa.
3. Además, había jueces o cadíes (aplicar las leyes) y tesoreros reales o diwanes (recaudar impuestos).
4. Sus habitantes pagaban dos tipos de impuestos: uno por la posesión de la tierra y otro personal que cesaba al convertirse al islam.

Las Cruzadas

Las cruzadas fueron una serie de expediciones militares durante la Edad Media. Dichas campañas militares organizadas por los papas y las potencias cristianas occidentales tenían como propósito tomar Jerusalén (Tierra Santa) del control musulmán y después defender esas conquistas. Se las llamó así por la cruz que llevaban los guerreros bordada en sus pechos, estos guerreros conocidos como cruzados, tomaban votos religiosos de manera temporal y se les concedía indulgencia por sus pecados. En muchos casos, estas cruzadas fueron causa de persecuciones contra los judíos, pero también contra cristianos ortodoxos griegos y rusos. Las cruzadas también les sirvieron a los caballeros medievales para hacer grandes negocios y transformarse en poderosos mercaderes y banqueros.

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