ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

“El Sistema Nacional De Educación” Un Nuevo Concepto De Educación “Secundaria”


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2014  •  Tutoriales  •  5.475 Palabras (22 Páginas)  •  724 Visitas

Página 1 de 22

“EL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN” UN NUEVO CONCEPTO DE EDUCACIÓN “SECUNDARIA”

BARNARD, H. C. (1971

El Decreto Fisher Y el informe Hadow. Reorganización y el Decreto de 1936.

La primera guerra mundial entre 1914 y 1918, repercutió de forma considerable en la educación nacional. Altero las condiciones de los pueblos de muchos niños; debilito el personal en muchas escuelas ya que los maestros (hombres) tenían que cumplir con su servicio militar, y condujo a ahorros drásticos en los edificios y equipos de las escuelas. No obstante, estas estuvieron a la altura de las circunstancias.

Los niños ayudaron en trabajos sociales y de agricultura y formaron asociaciones de salvación; tal vez su mayor contribución fue que se mantuvieron trabajando como si nada sucediera a pesar de las grandes dificultades con las que tenia que lidiar. La población entera, que en su mayor parte había recibido una educación elemental respondía a las necesidades educativas emergentes a causa de la guerra, tanto como dentro del ejército y esto resulto en una apreciación más difundida del verdadero valor y significado de la educación. Como H. A. L. FISHER dijo en su discurso sobre la valoración de la educación el 19 de abril de 1917: “si alguien a llegado a dudar del valor de nuestras escuelas elementales, la duda seguramente fue despejada por la experiencia de la guerra”. De esta manera se reconoció que la educación tendría un papel protagónico en el trabajo de la reconstrucción al término de la guerra.

Estas aspiraciones se reunieron en una iniciativa educativa que fue aprobada como ley el 8 de agosto de 1910, antes de que terminara la guerra y mientras su resultado seguía siendo incierto. El decreto Fisher –que se conoce por el nombre del presidente de la junta educativa que lo promovió-, afecto muchos departamentos del sistema nacional de educación. Amplio los poderes de las autoridades locales y les dio estímulos para cooperar. “Podrán y deberán, al así solicitarlo la Junta Educativa, entregar los esquemas que muestren la manera en la cual las tareas y poderes que, bajo los o en coordinación con otras autoridades”. Se modifico el sistema de apoyos económicos “las sumas totales pagadas a las autoridades educativas locales, no deberán ser menores a la mitad del gasto neto de la autoridad reconocido por la Junta Educativa”. Las cuotas en las escuelas elementales se abolieron y, como ya se mencionó, se dio a las AEL el poder de apoyar la oferta de guarderías y clases “para niños mayores de dos años y menores de cinco, o de mayor edad según sea aprobado por la Junta Educativa cuya asistencia sea necesaria o deseable para su sano desarrollo físico y mental”. Las autoridades locales también podían, con la aprobación de la Junta, proporcionar, mantener o apoyar la existencia: “a (campamentos de vacaciones o escolares; b) centros de entrenamiento físico y canchas para el juego…. Baños y albercas escolares; c) otras instalaciones para la capacitación social y física durante el día y la noche”. Se prohibió terminantemente el empleo de niños menores de 12 años y también se regulo de forma escrita el empleo de los mayores a esta edad, como actores de espectáculos o repartidores de periódicos. Se extendió la inspección médica de la educación elemental a la secundaria y la continua.

Sin embargo, las disposiciones más importantes del Decreto, que permitieron a las AEL aumentar el límite superior para la asistencia obligatoria a las escuelas a 15 años de edad, y la institución de es cuelas diurnas de educación continua. Estas últimas debían estar disponibles sin cotas para los niños y niñas hasta los 16 años (y después de siete años, hasta los 18) que habían dejado la escuela. La asistencia seria obligatoria 320 horas al año, aunque este total podría reducirse a 280 horas en los siete años preliminares si la AEL lo decidía así. De esta forma el joven pasaría una parte de su tiempo en la industria y otra en una institución de educación continua. Esto proporcionaría el valioso enlace entre la escuela y la industria y facilitaría la transición de una a la otra al joven trabajador. El esquema entraría en vigor a partir de un día asignado, que se establecería por la Junta con cada AEL tomando en cuenta la preparación que tuvieran para operar el sistema. Sin embargo, se presentaron muchas dificultades. Los patrones no siempre estaban dispuestos a cooperar y no era tan fácil para los AEL encontrar las facilidades necesarias y los maestros. No obstante, se dieron los primeros pasos en algunos lugares. Londres y West Ham, por ejemplo, trabajaron durante un tiempo con el sistema, pero en general no funciono, Rugby, por su cuenta, tuvo éxito en la implantación de esta sección del Decreto Fisher y su ejecución; pero otras ciudades grandes tenían escuelas de educación continua voluntarias y algunas de las empresas también habían introducido esquemas continuos para sus jóvenes empleados. A excepción de estos casos, el proyecto de la educación continua de medio tiempo, así como elevar el límite de edad para la educación obligatoria, se fueron a la “hielera” por el momento.

El Decreto de 1918 contiene las semillas de reforma que empezaron a germinar después de estar latentes durante un tiempo. En particular se perfilaban las guarderías y la escuela continua como partes integrales del sistema nacional de educación y mostró el camino para elevar la edad de egreso. En hecho de que permanecieran parte sin aplicarse se debió principalmente a las restricciones financieras de la posguerra. En 1921, el Comité Nacional de Gastos, al mando de Sir Eric Geddes, recomendó que los fondos para la educación se redujeran en una tercera parte. Esto acabo con los desarrollos educativos. Los maestros también sufrían por la reducción salarial y el cambio en el esquema de pensiones a uno basado en contribuciones. El “hacha de Geddes”, como se le conoció, “condujo a una revisión minuciosa del gasto local y la conservación innecesaria de los programas de autoridades locales, a esquemas absurdos de recortes presupuestales en instalaciones y personal, y a posponer de forma indefinida las escuelas de educación continua”. Muchas de las medidas de restricción se tomaron con base en consejos equivocados y resultaron mas caras, y hubo una reacción cuando el Partido Laboral entro al poder en 1924. Este partido siempre se considero a la educación como unos de los agentes mas import5antes en la reforma social, y como parte de esa reforma había apoyado la “educación secundaria para todos”. Pero “secundaria”, en este contexto, no podía significar la educación académica que se proporcionaba en las gramar schools dotadas o en las instituciones públicas. El doctor Taweney, un

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (34 Kb)
Leer 21 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com