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El altar de muertos: origen y significado en México


Enviado por   •  1 de Julio de 2015  •  Ensayo  •  1.946 Palabras (8 Páginas)  •  233 Visitas

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El altar de muertos: origen y significado en México

La fiesta de Día de Muertos se realiza el 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre, días señalados por la Iglesia católica para celebrar la memoria de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos. Donde esta creencia que las ánimas de los difuntos regresan esas noches para disfrutar los platillos y flores que sus parientes les ofrecen.

Las ánimas llegan en forma ordenada. A los que tuvieron la mala fortuna de morir un mes antes de la celebración no se les pone ofrenda, pues se considera que no tuvieron tiempo de pedir permiso para acudir a la celebración, por lo que sirven solamente como ayudantes de otras ánimas. El 28 de octubre se destina a los muertos que fueron asesinados con violencia, de manera trágica; el 30 y 31 de octubre son días dedicados a los niños que murieron sin haber sido bautizados (limbitos) y a los más pequeños, respectivamente; el 1 de noviembre, o Día de Todos los Santos, es la celebración de todos aquellos que llevaron una vida ejemplar, celebrándose igualmente a los niños. El día 2, en cambio, es el llamado Día de los Muertos, la máxima festividad de su tipo en nuestro país, celebración que comienza desde la madrugada con el tañido de las campanas de las iglesias y la práctica de ciertos ritos, como adornar las tumbas y hacer altares sobre las lápidas, los que tienen un gran significado para las familias porque se piensa que ayudan a conducir a las ánimas y a transitar por un buen camino tras la muerte.

El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. Los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida.

El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera. Se coloca en una habitación, sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos de la existencia. Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del purgatorio. A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz. Este es considerado como el altar tradicional por excelencia. En su elaboración se deben considerar ciertos elementos básicos. Cada uno de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto.

En el primer escalón va colocada la imagen de un santo del cual se sea devoto. El segundo se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene el permiso para salir de ese lugar en caso de encontrarse ahí. En el tercer escalón se coloca la sal, que simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio. En el cuarto, el personaje principal es otro elemento central de la festividad del Día de Muertos: el pan, que se ofrece como alimento a las ánimas que por ahí transitan. En el quinto se coloca el alimento y las frutas preferidas del difunto. En el sexto escalón se ponen las fotografías de las personas ya fallecidas y a las cuales se recuerda por medio del altar. Por último, en el séptimo escalón se coloca una cruz formada por semillas o frutas, como el tejocote y la lima

ALTARES DE TRES NIVELES

Primer nivel.- El Cielo: representado por arcos de papel picado y de flores, así como de incienso. Es también ahí, desde el sincretismo cristiano-prehispánico, donde se colocan las imágenes religiosas.

Segundo Nivel.- La Tierra: representada por la sal, la mesa principal, que debe estar dividida en los cuatro puntos cardinales, por que cada uno representa el lugar al que los muertos irían según su manera de morir y también van ahí las fotografías de los fieles difuntos a quienes se les está dedicando el altar.

Tercer Nivel.- El Inframundo: aquí van las veladoras que han de iluminar su camino para visitarnos y es la luz que también los llevará de regreso.Debe colocarse un camino de flor de cempoatxóchitl que también les marcará el sendero a seguir.

Hay cosas que no deben faltarte, ya te mencioné la sal, el arco de papel picado, la flor de muertos, el incienso, pero no olvides poner una cruz, un vaso con agua, el tradicional pan de muerto, velas y veladoras, calaveras de azúcar, comida en ollas de barro, objetos del agrado de quienes ya fallecieron, dulces, y bajo el altar un tradicional petate. También existe la costumbre de poner sillas alrededor, para que los muertos disfruten sentados de la ofrenda que se les hace.

En cuanto a los colores no hay límite, pero no te deben faltar el color naranja, que representa el luto prehispánico y el color morado que es el color de luto dentro de la liturgia de la Iglesia Católica.

Altares de tres niveles: representan el cielo, el purgatorio y la tierra. También puede representar el cielo, la tierra y el inframundo, según la tradición azteca; y las tres divinas personas según la tradición católica. También representan el cielo, el purgatorio y el infierno.

Las ofrendas y su significado

Las ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos.

Entre los elementos más representativos del altar se hallan los siguientes:

Imagen del difunto. Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas, y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos, y estos vean a su vez únicamente el del difunto.

La cruz. Utilizada en todos los altares, es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos. La cruz va en la parte superior del altar,

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