Las 28 creencias

LAS 28 CREENCIAS ADVENTISTA

I. LA DOCTRINA DE DIOS

1. Las Santas Escrituras:

La Biblia, el Antiguo y Nuevo Testamento, es la palabra escrita de Dios, dada por inspiración divina de Dios a los santos que hablan y escriben bajo la inspiración del Espíritu Santo. En su nombre, Dios ha dado a la humanidad el conocimiento necesario para la salvación. La Biblia es una revelación infalible de Su voluntad. Son el estandarte de su carácter, la prueba de la experiencia, la revelación autorizada de la doctrina y el registro fiel de lo que Dios ha hecho a lo largo de la historia.  

1Tesalonicenses 2:13   Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los que creísteis.

1. La Trinidad:

Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en una Trinidad, coexistiendo en la eternidad. Dios es inmortal, omnipotente, omnisciente, trascendente y omnipresente. Él es infinito, más allá de la comprensión humana, pero es conocido por su auto-revelación. Él es siempre digno de alabanza, adoración y servicio a toda la creación.

Deuteronomio 6:4 Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

1. El Padre:

Dios el eterno Padre es el Creador, la Fuente, el Sustentador y el Soberano de toda la creación. Él es justo y santo, misericordioso y piadoso, lento con la ira, y abundante en constante amor y fidelidad. Las cualidades y los poderes exhibidos en el Hijo y el Espíritu Santo también son revelaciones del Padre.

1 Juan 4:8 El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.

1. El Hijo:

El Hijo eterno de Dios se hizo carne en Cristo Jesús. Por medio de él se crearon todas las cosas, se reveló la posición de Dios, se llevó a cabo la redención de la humanidad y se juzgó al mundo. El Dios siempre verdadero que se hizo hombre real, Jesucristo. Fue concebido del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Vivió y experimentó las tentaciones como todos los demás, pero encarnó perfectamente la justicia y el amor de Dios. Con sus milagros, reveló el poder de Dios y demostró ser el Mesías prometido por Dios. Él voluntariamente sufrió y murió en la cruz por nuestros pecados y nuestra condición. Él regresará nuevamente en gloria para asegurar la salvación final de Su pueblo y la restauración de todas las cosas.

Lucas 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

1. El Espíritu Santo:

Dios, el Espíritu eterno, trabajó con el Padre y el Hijo en la creación, la encarnación y la redención. Inspiró a los escritores de la Biblia. Él llenó la vida de Cristo con poder. Él llama y convence a las personas ya los que responden y los renueva y transforma a semejanza de Dios. Enviado por Dios y el Hijo para estar con sus hijos para siempre, ha dado a la iglesia un don espiritual que le permitirá dar testimonio de Cristo y estar de acuerdo con la Biblia, guiándola en toda la verdad.

2 Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

II. LA DOCTRINA DEL HOMBRE

1. La Creación:

Dios es el creador de todas las cosas, y revela en la Biblia el verdadero registro de su actividad creadora. En seis días creó el Señor los cielos y la tierra y descansó el séptimo día de la primera semana. Así estableció el sábado como memorial permanente de su obra creadora. El primer hombre y la primera mujer fueron creados a la imagen de Dios, y como la más alta creación se les dio el dominio sobre la tierra y la responsabilidad de cuidarla. Cuando el mundo termine, sí, la gloria de Dios será declarada.

Salmo 9  

1. La Naturaleza del Hombre:

Los hombres y las mujeres son creados a imagen de Dios con individualidad, capacidad y libertad para pensar y actuar. Aunque cada hombre es una criatura creada libre, es una unidad indivisible de cuerpo, mente y alma, cuya vida, aliento y todo lo demás depende de Dios. Cuando nuestros primeros antepasados ​​desobedecieron a Dios, negaron su dependencia de Dios y cayeron de un lugar alto ante Dios. La imagen de Dios fue destruida en ellos y fueron condenados a muerte. Sus descendientes también sufren por la naturaleza caída y sus consecuencias. Nacen con debilidad y malas tendencias. Pero Dios reconcilió al mundo consigo mismo en Cristo, y por su Espíritu restauró la imagen de su Creador entre los mortales arrepentidos. Creados para glorificar a Dios, están llamados a amarlo a Él y amarse unos a otros mientras cuidan su entorno.

Salmo 51:5   He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

III. LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN

1. El Gran Conflicto:

Toda la humanidad hoy está involucrada en el gran conflicto entre Cristo y Satanás sobre el carácter de Dios, Sus leyes y Su soberanía sobre el universo. Este conflicto estalló en el cielo cuando una criatura con libre albedrío, inflada, se convirtió en enemigo de Dios, Satanás, y llevó a algunos de los ángeles a la rebelión. Cuando llevó a Adán y Eva al pecado, trajo un espíritu de rebelión al mundo. Este crimen humano causó la distorsión de la imagen de Dios en la humanidad, creó el caos en el mundo creado y finalmente condujo a la destrucción del mundo por un diluvio. Ante los ojos vigilantes de todas las demás criaturas, el mundo se convierte en un tribunal universal de conflicto, y el amor de Dios finalmente será reivindicado. Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envió al Espíritu Santo ya sus ángeles fieles para guiar, proteger y apoyar a su pueblo en el camino de la salvación. Génesis 3  

1. La Vida, la Muerte y la Resurrección de Cristo:

En la vida de Cristo de completa obediencia a la voluntad de Dios, en su sufrimiento, muerte y resurrección, Dios proveyó el único medio de reconciliación. Que todos los que acepten este sacrificio tengan vida eterna, y que toda la creación comprenda mejor el amor infinito y santo del Creador. Esta Expiación perfecta testifica de la justicia de las leyes de Dios y la gracia de Su carácter, y mientras condena nuestros pecados, también ofrece perdón. La muerte de Cristo fue expiación y expiación, redención y transformación. La resurrección de Cristo declara la victoria de Dios sobre los poderes del mal y asegura que quienes acepten Su expiación finalmente triunfarán sobre el pecado y la muerte. Declara a Jesucristo Señor, y todo camino en el cielo y en la tierra debe inclinarse ante Él.

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