Mision Pastoral
Enviado por kalin1 • 26 de Julio de 2013 • 440 Palabras (2 Páginas) • 320 Visitas
A quienes les había revelado la voluntad del Padre, les transmite la potestad y les impone el deber de anunciar el Evangelio. “Yo he recibido todo poder... hagan discípulos... bautizándolos... y enseñándoles...” El amor de Cristo al Padre y a todos los hombres debe pasar al corazón de los discípulos para comunicar ese amor, que es la misión del Señor.
Quien ha conocido al Señor, y su designio de misericordia, experimenta el deber maravilloso de compartir los dones de la creación y de la gracia, y la esperanza de la gloria. El discípulo de Cristo ha comprendido que existir es coexistir, o mejor, es pro existir, es decir, existir para el servicio, para dar, darse, comunicarse. La vida de la persona humana es esencialmente relacional, sólo es auténtica cuando se comunica y vive en comunión. La Comunión de Dios trinitario se refleja en nosotros cuando, por la comunicación con Él y de unos con otros, nos hacemos Cuerpo de Cristo, Pueblo de Dios, Templo del Espíritu.
Aquellos y aquellas que de alguna manera sienten el llamado a ser misioneros desde un discipulado especial como laicos comprometidos que desean dar algo de sí, para la construcción del Reino de Dios en la vida cotidiana y en los diferentes escenarios misioneros agentes y citadinos. Dentro de este grupo de personas llamadas por Dios a este servicio en medio de su pueblo, hacemos hincapié en motivar aquellos que han estado vinculados con la vida consagrada de la Iglesia, ex-religiosos, ex-religiosas, ex-seminaristas, sacerdotes en retiro, sacerdotes en dificultades vocacionales, y todos los que alguna vez en su vida han recibido el llamado de Dios a seguirle y a servirle de una manera más cercana y comprometida ahora desde una vida seglar, sabiendo que Él los ha preparado para dar mucho fruto en abundancia; con el objetivo de hacer realidad como comunidad cristiana, el Proyecto de Vida al que Dios nos está invitando a través de un trabajo Pastoral, en el que anunciamos al Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo a los más pobres y desamparados de nuestro mundo, buscando siempre orientarlos hacia una mejor calidad de vida en sentido integral (espiritual, psicológica y material). De ahí que sea un brazo fuerte para nuestra Iglesia el trabajo pastoral de los Laicos comprometidos con el Reino de Dios en diferentes frentes, escenarios y espacios pastorales contemporáneos. Nuestro fundamento y sustento es el Señor Jesucristo en la presencia de la Santísima Trinidad, y el acompañamiento de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Aparecida, como madre y maestra nuestra en los caminos del servicio a Dios en la Iglesia particular y universal hacia la santidad.
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