¿NECESITA EL MUNDO A LAS RELIGIONES?

LA PREGUNTA #1

¿NECESITA EL MUNDO A LAS RELIGIONES?

Apreciados lectores,

La pregunta que nos trajo aquí amerita una respuesta pausada, no apresurada.

Lo primero que debemos entender antes de escribir un simple sí o no es que el hombre es un ser religioso por naturaleza, pero ese “ser religioso” no implica única y exclusivamente pertenecer a un grupo religioso particular con un credo específico. Con mucha frecuencia hablamos de religión y decimos que una persona es muy religiosa o poco religiosa, que le gustan o no le gustan las religiones, que pertenece a determinada religión y por eso actúa de tal forma; parecería que una religión fuese lo mismo que un club social o un partido político.

Vemos la religión como algo exterior al hombre, como algo que se conforma fuera del ser humano y que en algún momento de su vida se le agrega o se le instala a través de la educación escolar y/o familiar. Algunos la entienden como algo a lo que se ingresa o a lo que se pertenece para creer en otro algo que no puede verse.

Entendemos la religión como si los seres humanos fuésemos un computador al que se le instala un programa llamado “religión” (cristianismo, budismo, islam, etc) que podemos actualizar, desinstalar, volver a instalar, corregir y eliminar. Lo cierto es que “religión” no es el programa sino que es una parte que viene de fábrica con el  computador y si se le retira pierde funciones importantes o, en el peor de los casos, deja de ser útil.

Las religiones no son más que las diversas maneras en las que el hombre expresa su dimensión religiosa natural que le impulsa a relacionarse con lo trascendente, con todo aquello que lo lleva más allá de él mismo, con lo que lo incita a preguntarse el porqué de las cosas y a buscarle un sentido a la vida. Hemos crecido en la enseñanza de que la religión está fuera, tiene nombre y sólo una tiene la verdad. Pero en realidad los seres humanos no tenemos religión sino que somos seres religiosos por naturaleza.       

No existiría religiones si el hombre no las hubiese configurado a partir del impulso de su dimensión religiosa natural, así como no existirían sociedades sin el impulso natural del hombre a socializar, a desarrolla su dimensión social.

Expuesto todo lo anterior, podríamos responder nuestra pregunta con mayor precisión, ofreciendo la posibilidad de que el lector construya su propia respuesta. Por lo tanto, si el lector desea puede leer solo hasta aquí o conocer nuestra postura y alimentar el debate que pueda suscitar la misma.

El mundo, pues, necesita religiones en tanto que éstas son una posibilidad para que el ser humano viva y desarrolle su dimensión religiosa. El ser humano tiene la necesidad natural de manifestar su deseo de trascendencia y en las religiones encuentra el lugar para ello.

Pero hay otra pregunta a la que nos lleva todo estoy con la que cierra éste escrito:

¿Son las religiones el único medio por el cual el hombre expresa su dimensión religiosa natural?

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