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Palabras Pedagogía


Enviado por   •  11 de Julio de 2013  •  2.854 Palabras (12 Páginas)  •  364 Visitas

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Palabras Pedagogía…

La palabra pedagogía es un término que viene del idioma griego, La palabra paidagogo. Esta palabra era usada para señalar a un esclavo dedicado a conducir al hijo del amo, el paidagogo era conductor de niños. La función no era solo llevar al niño a la escuela, también tenia que vigilar su comportamiento en la escuela y en la calle así como su conducta moral.

Esta palabra ha adquirido con el transcurso del tiempo una aplicación amplia, para algunos es el planteamiento y las respuestas a los problemas de la educación. Para otros, es el conjunto de principios normativos que dirigen el quehacer educativo. Podemos afirmar que tiene que ver con la disciplina metodológica que dirige el proceso de la educación. La educación no busca solamente la transmisión del conocimiento, sino la formación integral y consciente del hombre.

La palabra educación etimológicamente nos viene del idioma latín, son dos las palabras que se señalan como el término que originan la palabra educación. La palabra educare, que significa criar, nutrir, alimentar. Otros toman como base la palabra exducere que equivale a sacar, llevar o conducir desde dentro hacia fuera. La primera palabra habla de una acción desde a fuera y la segunda de facilitar lo que ya tiene el alumno. En este estudio sugerimos la combinación de ambos términos. No los concebimos como palabra opuestas al contrario las vemos como dos aspectos o caras de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre general de educación.

Lo que hemos dicho hasta aquí nos lleva a considerar tres conceptos:

• La educación es una fuerza externa que forma al individuo

• La educación es una autoformación del individuo

• La educación es un proceso que proporciona los medios que necesita un individuo para su autoformación

Un diccionario solamente dice: Es acción y efecto de educar.

En este estudio enfocamos una pedagogía calificada como Cristiana, lo cual es fundamentalmente bíblica, es necesario recordar que el cristianismo difiere de cualquier sistema filosófico pedagógico; ya que su concepción acerca de Dios (teología propia), del hombre (antropología) y del mundo (cosmovisión) contrasta con la cultura griega-romana y aun la judaica. Usamos el término filosofía como un estilo de vida. Así que el propósito de la pedagogía cristiana es la formación del individuo de acuerdo al paradigma Jesucristo. Si la educación cristiana cumple con su propósito no veremos ataques como los de algunos filósofos que han atacado un cristianismo divorciado de la revelación bíblica. En la educación cristiana el libro de texto es la Biblia. Al agente promotor de la educación cristiana se le exige tener un buen manejo de La Palabra de Dios, 2ª Timoteo 2:15. La Biblia de las América dice maneja bien, esta pericia no se logra de la noche a la mañana, se necesita invertir tiempo, esfuerzo arduo de estudio sistemático.

Principios básicos que fundamentan el contenido de este estudio.

La enseñanza cristiana es por llamamiento de Dios.

El enseñar las Escrituras es un privilegio que concede Dios a los que ha llamado de manera especial y específica para ello. Observemos dos ejemplos, uno en el Antiguo Testamento y otro en el Nuevo Testamento.

Jeremías, fue apartado y dado a las naciones para el ministerio profético aun antes de nacer. (1:5) El mensaje de Jeremías tenía su fuente en Dios mismo (1:9). Samuel J. Schultz en su libro Habla el Antiguo Testamento escribiendo sobre el llamado de Jeremías dice: respondiendo a la divina llamada, Jeremías se dio perfecta cuenta del hecho de que Dios tenía un plan y un propósito para él, incluso antes del tiempo de su nacimiento. Estaba comisionado por Dios y divinamente fortalecido contra el temor y la oposición. Estaba también bien equipado: El mensaje no era suyo, él era solamente el instrumento humano a quien Dios confió su mensaje para el pueblo.

De la misma manera un maestro es llamado a ser un instrumento de Dios para comunicar no un mensaje propio, sino el de Dios revelado en su Palabra.

Pablo, en Gálatas 1: 15-20 nos pone en perspectiva correcta la razón de su ministerio. Dios lo apartó desde el vientre de su madre para predicar el evangelio. La comisión apostólica de predicar a los gentiles sin ningún mérito de su parte le fue concedida en el vientre de su madre. Del mismo modo en que Dios cumple con el consejo eterno de la elección para salvación, cumple el de la vocación a fin de hacerlo un instrumento de bendición para la expansión del evangelio. La vocación de acuerdo al diccionario Bíblico ilustrado es el: Llamado o invitación a una profesión o estilo de vida. Pero en términos teológicos, la palabra vocación no se usa en referencia a una profesión que uno pueda ejercer. Vocación es la invitación que Dios extiende a todas las personas a ser hijos suyos a través de la obra de Cristo.

Este llamado, trae implicado a servirle a Dios. En el caso de pablo como predicador del evangelio a los gentiles, y en el caso de los maestros ser facilitadores en la enseñanza aprendizaje.

1ª Corintios 12:4-11 y 28-29 establece que Dios capacita a algunos de sus hijos para que sean maestros. Para que sean instructores, guías que conducen a otros a adquirir conocimiento. El maestro cristiano conduce a sus alumnos al conocimiento de Cristo. Para ello tiene la responsabilidad de despertar en sus alumnos un vivo deseo de aprender.

Bruce Wilkinson en su libro Las Siete Leyes del Aprendizaje cita a un maestro que dijo: Un maestro excelente no simplemente imparte conocimiento a sus alumnos, sino despierta su interés y les produce el deseo de buscar el conocimiento por si mismo. Es una bujía, no una manguera de gasolina.

Los maestros aunque llamados por Dios necesitan capacitarse.

Dios nos da el don de ser maestros, pero este don debe ser desarrollado y se logra a través de una adecuada formación en la ciencia de la enseñanza así como enseñando, es decir que el maestro se hace enseñando.

La enseñanza bíblica tiene como propósito cambiar vidas, debemos de aspirar ser excelentes maestros, ser verdaderos agentes de la enseñanza aprendizaje. La meta de la enseñanza es cambiar vidas. Es forjar caracteres, un carácter cristiano encuentra una descripción en Gálatas 5:22-23, donde Pablo nos habla del fruto del Espíritu Santo.

La capacitación constante es necesaria en un mundo cada vez más tecnificado. La necesidad de una enseñanza creativa calificada de exitosa requiere que el maestro nunca esté conforme con lo que hasta ahora a desarrollado.

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