¿Somos como escribimos?

RCV

27 de julio de 2014

Grafología

¿Somos como escribimos?

Rolando tiene 35 años,  estudió contabilidad y es un hombre de familia que, como muchas personas, busca lo mejor para los suyos.  Actualmente no tiene trabajo, su empleo anterior lo ha perdido debido a un recorte de personal en la empresa. Esta semana tiene una entrevista de trabajo, sin embargo lo que Rolando no sabe es que una parte importante del proceso de selección de personal se basa en estudios grafológicos.

Según la grafología, a partir de la forma en que escribimos se puede conocer aspectos de la personalidad, disposiciones y actitudes de una persona.  Algunas empresas suelen utilizarla para seleccionar personal, mientras que en el ámbito educativo se puede emplear para orientar vocacionalmente a los jóvenes e incluso, algunos afirman que se pueden detectar enfermedades de la persona analizada.

El problema para Rolando es que su letra tiene una serie de características que la grafología considera como poco deseables para un trabajo como el que está solicitando, por lo que es muy probable que no consiga el empleo.

La grafología

La grafología es considerada por algunos como una ciencia que, a partir de la forma en que escribimos, puede hacer inferencias acerca de la personalidad, emociones o inteligencia de un individuo. Esto se puede hacer debido a que la escritura, al estar gobernada por el cerebro, revela aspectos de la persona que ésta no quiere expresar o de los cuales no es del todo consciente.

Desde sus inicios, en 1871 con el libro de Principios de Grafología de Jean Hyppolyte Michon, se piensa que  existe un tipo de letra por cada persona, de hecho cada quien lo hace de la manera en que más le acomoda. Sin embargo, cada uno de estos tipos de escritura tienen algo que decir acerca de las personas que los realizan. Así, escribir con una fuerza determinada sobre el papel, o hacer las letras con una determinada forma nos indicarían aspectos relevantes de un individuo; en el caso de Rolando, su disposición, motivación y eficiencia en el puesto al que se pretende incorporar.

En países como Francia, 75% de las empresas utilizan la grafología en la selección de personal para diversas empresas. En otros como EU y México esta cifra disminuye al 5% o 10%, sin embargo la cantidad de escuelas e instituciones que ofrecen estos y otros servicios relacionados con la grafología ha crecido en las últimas décadas. Por ejemplo, el Colegio Mexicano de Grafología ofrece en su página de Internet los servicios de:

Orientación vocacional: Se evalúan las habilidades de la persona y se hace una sugerencia sobre las áreas en las que el analizado puede explotarlas y desempeñar un mejor papel.

Selección de personal: La escritura deja al descubierto las capacidades individuales de cada persona, así como también el grado de honestidad. Hoy en día las grandes empresas utilizan a la Grafología como herramienta básica para elegir a sus empleados

Diagnóstico de salud: Auxilio en diagnóstico médico, mediante el análisis de la escritura se pueden ver enfermedades físicas y mentales.​

Visto así, los alcances de la grafología son impresionantes. Desde decirle a un joven cuál es la carrera que debiera estudiar, hasta el diagnóstico médico a partir de la escritura. Siendo éstas tareas de alta responsabilidad cualquiera podría pensar que las pruebas grafológicas están hechas con los más altos estándares científicos y una cantidad impresionante de pruebas que respalden su utilización… ¿Cierto?.

La grafología y la ciencia

A pesar de las bondades que promete la grafología, comúnmente es vista con algo de escepticismo. ¿Cómo es posible que sepan tanto de mi a partir de la forma en que escribo?, ¿será verdad que no puedo ocultar mis secretos más oscuros en mi escritura?, ¿es en verdad Rolando una persona no apta para el puesto que solicita?

Las pruebas regularmente arrojan resultados poco favorables para los grafólogos. Dentro de las críticas más comunes a la grafología se encuentran:

La falta de estandarización de las pruebas: ya que comúnmente cada uno de los practicantes de la grafología tiene una postura analítica distinta y los resultados obtenidos entre cada uno de ellas puede variar o ser completamente distintas.

Además, mucha de la evidencia presentada en favor de esta disciplina suele ser anecdótica (de personajes que de antemano se saben malos o inteligentes)  y comúnmente las predicciones acerca de la personalidad o el desempeño laboral, no suelen ser mejores que si las hiciéramos al azar.

Por otro lado, muchos de los diagnósticos generados con esta disciplina suelen presentar un efecto muy conocido en psicología, llamado el Efecto Forer.

Para comprenderlo mejor, pensemos en este análisis de personalidad:

Tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Tiendes a ser disciplinado y controlado por el exterior pero preocupado e inseguro por dentro.

Imaginemos por un momento que a un grupo de 100 estudiantes les aplicamos una prueba de personalidad escrita y posteriormente a todos ellos les entregamos la descripción de arriba. Si les preguntáramos si creen que ésa es una descripción de ellos derivada de su prueba, cerca del 60% de los participantes dirían que efectivamente es una descripción y que además es muy precisa en cuanto a su persona.  Lo interesante es que la descripción es tan general que, de hecho, encaja en la manera en que se perciben más de la mitad de las personas.  Este experimento fue realizado por el Psicólogo Bertrand Furer en 1948.

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