Vistámonos de amor

Vistámonos de amor

Elaborar previamente un buzón para recibir las ideas. Se entrega a cada asistente una hoja de papel pequeña que contenga las palabras: Amoroso, en crecimiento, grandioso, maduro, en crisis, Necesitado de ayuda, insoportable, hiriente, en conflicto, cambiante, inmaduro y Cristocéntrico. (ver modelo). Se solicita a cada uno de ellos que subraye o encierre en un círculo 2 palabras que describan su matrimonio en este momento, luego se depositan en el buzón las hojas y posteriormente, el líder saca las hojas y da lectura a las respuestas.[pic 1]

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Link para elaborar el buzón:

https://www.marinacreativa.com/caja-con-forma-de-buzon-de-correo.html

https://www.youtube.com/watch?v=n7Lj-8MkKOo

Cualquier matrimonio fundamentado en Jesucristo puede mejorar en la convivencia, madurar y avanzar, aun en las peores circunstancias. La decisión depende de ambos cónyuges. “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11).

 Pregunte a dos o tres parejas asistentes, si tuvieran que confeccionar un vestido de amor para lucirlo en una pasarela, ¿cómo lo harían?, que características tendría? ¿qué materiales usarían?[pic 3]

1. ¿Como vestirnos de amor? [pic 4]

Sobre la base que somos nuevas criaturas y que nuestra identidad está centrada en Cristo, se nos manda a “revestirnos” de cualidades que nos unan de manera correcta a los demás, entendiendo que el amor que proviene de Dios, es el único que podrá mantenernos firmes y unidos como esposos. El amor es el vínculo perfecto que genera unidad y compromiso de cambio, al interior de un individuo y una familia. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;  soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.  Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:12-14)

Dios nos ha “escogido” para cumplir en y a través de nosotros su plan especial.  A sus ojos somos amados y santos. Él está a favor de nosotros y no en contra nuestra. Esto debe ser una verdad en los corazones de cada matrimonio.

Cuando la Biblia nos habla de amor, hace referencia al amor de Dios, que nos lleva a cambiar nuestra actitud hacia los demás y a poner por obra sus mandamientos. Este amor tiene características que se describen en 1 Corintios 13.

1. La esencia del amor. 1 corintios 13:4-8

Aprender a amar de verdad es un deber en nuestras vidas. El amor se describe por palabras de acción. Pablo no dice cómo se siente el amor sino como puede verse en acción.

Entregue a cada matrimonio:

• El documento anexo 1: Lo que el amor es y no es (trabajarlo en pareja)
• Un corazón de cartulina donde puedan escribir. 

ANEXO 1: Lo que el amor es y no es

1. El amor es sufrido

Hay momentos de sufrimiento dentro del amor. Esta es la palabra usada para la persona que es ofendida y que fácilmente puede vengarse, pero no lo hará, por amor.  Si su cónyuge le ofende, ¿usted toma represalias con rapidez? ¿El enojo es su estado emocional cuando le tratan de forma injusta? Si así es, está esparciendo veneno en lugar de medicina. En general, el enojo se produce cuando no se obtiene lo que se quiere y comienza a subir la temperatura en su interior. A menudo, es una reacción emocional que surge del egoísmo. Proverbios 15:18.

Reto: durante la próxima semana, decida demostrar amor y no decirle nada negativo a su cónyuge. Sí surge la tentación, elija no decir nada. Es mejor contenerse que expresar algo que luego lamentará.

Haga una marca en el corazón que recibirá, cuando haya completado el desafío de la semana.

¿En esta semana sucedió algo que le haya hecho enojar con su cónyuge? ¿Se vio tentado a tener pensamientos de desaprobación y a expresarlos en palabras? “Que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira.” Santiago 1:19

1. El amor es benigno

Es amable, dulce con el cónyuge y le trata bien. El sufrimiento evita un problema, la amabilidad crea una bendición. El amable jamás es severo y dice la verdad con amor, dice por favor, gracias, saluda a su cónyuge al despertarse y cuando regresa a casa; también es despedirse con un beso al salir de casa y al dormir.

La amabilidad hace a la esposa con la capacidad de servir a su esposo sin preocuparse por los derechos propios. La amabilidad hace que un esposo descubra lo que su esposa necesita, y se asegure de que esas necesidades se satisfagan... aún si las propias quedan en espera.

Reto: Además de no decirle nada negativo a su cónyuge, realice un gesto de amabilidad cada día.

Hacer una marca en el corazón por cada gesto amable de la semana

1. El amor no tiene envidia

Hoy la sociedad experimenta envidia porque no hay amor. En ocasiones una persona se puede alegrar porque a su cónyuge no le va bien. La envidia no es un pecado pequeño, por envidia Caín mató a Abel.

Empiece por admirar a su cónyuge, sus esfuerzos y logros.

Responder cada uno las siguientes preguntas:

• ¿Qué admira de su cónyuge?
• ¿Cuál logro de su cónyuge considera valioso?
• ¿En qué considera esforzado a su cónyuge?

1. El amor cree lo mejor

Esto quiere decir que el amor no vive bajo sospecha; está siempre dispuesto a creer el perdón del que ha cometido la falta. No tiene que amargarse la vida sospechando de la pareja, sino enfocarse en las cosas positivas de ella. Todos tenemos en el corazón una “habitación del reconocimiento”. Allí van los pensamientos cuando se encuentran cosas positivas y alentadoras sobre el cónyuge; hay que visitar este lugar especial.

En una hoja escribir mínimo 5 cualidades o aspectos positivos de su cónyuge. Leerlos a su pareja.

1. El amor no es jactancioso

Hoy se habla del “yo he hecho esto, yo hice, yo le di, yo ayudé, yo he podido ganar más”, etc.

El amor se mantiene humilde porque se da cuenta que nunca puede ofrecer a la persona amada nada que sea suficientemente bueno.

El amor obra en forma anónima. ¡Cuidado con buscar gloria por medio del amor! El amor da porque desea dar y no porque quiere mostrar.

1. El amor no se envanece, no es orgulloso.

La persona grande nunca tiene presente su propia importancia, sino que se enfoca en las necesidades. El amor no hincha su cabeza, sino que se enfoca en las necesidades de otros.

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