ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Vivamos Su Vida


Enviado por   •  27 de Enero de 2015  •  1.389 Palabras (6 Páginas)  •  183 Visitas

Página 1 de 6

Vivamos su vida

El autor(a) Amelia Aguilera de Ojeda.

Categoría: Programas para la Escuela Sabática

Propósito del programa: La importancia de los dones espirituales y la necesidad de desarrollarlos para la edificación de la iglesia y ganancia de almas.

Servicio de cantos: Esta parte de la Escuela Sabática se preparará con tiempo y debe reflejar el propósito del programa. Se envía una sugerencia:

• Comenzar el servicio de cantos con una lectura bíblica 1 Corintios 12:1.

• El director hablará sobre la diversidad de los dones que Dios ha dejado, y que en los himnos a cantar el público descubrirá que dones pueden estar encerrado en sus estrofas. Ejemplos:

o “A Cristo doy mi canto” (149)- Don de la Alabanza

o “A cualquiera parte”(258) - Don Misionero

o “Dulce oración” (344) - Don de la Oración

o “Cerca un alma” (360) - Don de ayuda

• Cada vez que canten un himno puede preguntar quién tiene el don señalado.

• Puede mencionar el don de la declamación e invitar a alguien conocido por ese don que tenga una poesía.

• Si hay al alguien que escriba poesía también puede invitarse para que lea una hecha por él o ella.

Lectura Bíblica: Efesios 4:11, 12

Oración: Pedirle a Dios la capacidad de poder desarrollar el don que nos ha dado y el gozo de saber que hemos cumplido con nuestro deber, por humilde que éste sea.

(Al representar los personajes es necesario que cada persona asuma su papel con dedicación e interés, debe ensayarse el programa de modo que todo quede bien coordinado. Si se logra una buena ambientación en la escenografía quedará más impactante. Cuiden que queden naturales todos los murmullos, las expresiones de alegría y sobre toda la última escena del relato).

Introducción:

(Por el director): Aunque llovía intensamente, todos descansaban despreocupados. Sin embargo, a media noche un grito de auxilio despertó a todo aquel pequeño caserío.

Voz de Mujer: ¡Auxilio! ¡Ayúdenme, por favor!

Director: El río había crecido más de lo normal llevando consigo todo lo que encontraba a su paso. Y en medio de aquel torbellino se encontraba Juana, ella había sido arrastrada por las aguas. Por un momento encontró momentáneo refugio en un improvisado dique hecho por el tronco de un árbol, desde el cual pedía ayuda desesperadamente.

Voz de Mujer: ¡Auxilio! ¡Ayúdenme, por favor!

(Entra un grupo de personas: una anciana, una joven, hombre 1, un niño, hombre 2, envueltas con algo como protegiéndose de la lluvia, con capas, sombrillas, nylon etc.: todos simulan estar mirando a Juana y en murmullo se preguntan unos a otros cómo ayudarla).

Director: Un grupo de personas se acercaron y al ver lo que sucedía comprendieron que debían actuar con rapidez. Finalmente un amigo de la joven, conocido por todos como un gran nadador y experimentado en estas aguas turbulentas, se ofreció llegar hasta ella nadando.

(Por la misma puerta que entró el grupo, entra un joven en pulóver con una cuerda atada a su cintura y el pelo mojado, debe aparentar el momento del relato) ¡Si no me arriesgo, mi amiga puede perecer, ella depende de mí! Iré a buscarla y cuando llegue hasta ella ustedes garantizaran nuestro regreso halando el otro extremo de la soga ¡Esta soga será nuestra única ayuda, dependemos de ella para vivir y no ser arrastrados! (Se retira, la soga debe irse retirando poco a poco).

(Expresiones de emoción y alegría al saber que alguien va en ayuda de la joven. Cuando cada personaje vaya a hablar se separa del grupo, toma el micrófono y habla preferiblemente mirando a la congregación, pero como si estuviera hablando consigo mismo. El resto seguirá haciendo comentarios en voz baja).

Anciana: ¡Gracias a Dios alguien irá a buscarla! Aunque yo quisiera no puedo hacer nada, yo no tengo fuerzas, eso es para los jóvenes.

Niño: Los mayores siempre dicen que los niños echan a perder las cosas, así que mejor estoy tranquilito y que otro haga este trabajo. Aunque me gustaría, pero no sé cómo hacerlo.

Muchacha: ¿Y qué podré hacer yo? Soy tan frágil, ¡ni siquiera sé nadar!

Hombre 1: Para hacer eso hay que conocer de rescate. Menos mal que este joven sabe y rescatará a esa pobre mujer. ¡El es muy valiente!

(Hombre 2 irá narrando lo que supuestamente hace el nadador, el grupo va respondiendo con exclamaciones de alegría y de ánimo).

Hombre 2: ¡La

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (9 Kb)
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com