ANTECEDENTES HISTORICOS

ANTECEDENTES HISTORICOS

En la antigüedad las personas conformaban sociedades pequeñas por lo cual los actos jurídicos que se llevaban a cabo entre sus integrantes eran sin lugar a duda estrictamente locales y no existía la necesidad de probar la ejecución de dichos actos, debido a que toda la comunidad se conocía y respetaba los actos jurídicos aun sin existir un documento que comprometería a las partes.

Conforme evolucionaron los grupos humanos y estas se relacionaron con otros los actor jurídicos comenzaron a trascender de esas comunidades locales hacia las exteriores, es decir se produjeron relaciones jurídicas más complejas, estas manifestación de crecimiento se dio porque la sociedad empezó a contravenir, toda vez que al estar las sociedades en una situación de debilidad porque una figura ´puesta por el estado para que se dé cumplimiento a cualquier acto jurídico y se da la fe pública (la fe pública es creer en una situación que no se percibe por los sentidos y su carácter de publica consiste en la obligación que el estado impone a los miembros de la colectividad de tener por cierto lo que no presenciaron y que va a constar en un documento).

“LA FE PUBLICA ERA OTORGADA A GENTE CONOCEDORA DEL DERECHO”

La fe pública se concede a ciertas personas conocedoras del derecho sin embargo los requisitos para su otorgamiento actúan según sus comunidades y su sistema jurídico.

Ahora bien, no solo es necesario probar el acto ante las partes, por tanto se requiere de un registro de los actos jurídicos con la característica de ser público para que dichos actos puedan ser conocidos por cualquiera de las partes que tengan interés en ello y le sea de utilidad su contenido.

Lo anterior se demuestra que el notario no es una institución nueva como muchos juristas han tratado de restablecer si no que cada día se demuestra la complejidad y la problemática en que la misma sociedad se encuentra por lo tanto se estudia y analiza esa figura para que surgiera el notario.

Se considera al notario como una función que solo podía conferir el emperador. Pero también surgió la posibilidad de ser notarios quienes tuvieran un título profesional de abofado, todos debían cursar los estudios comunes de todas las profesiones, estos estudios y las prácticas de la función debían hacerse de formas simultanea durante 4 años; sin embargo para comenzar los estudios profesionales eran necesario poseer la matricula en el colegio de notarios públicos.

El nombramiento de notario público con el cual se proveerá el despacho de las notarías la confería el tribunal superior de cada capital a propuesta de los jueces avilés quienes señalaban a los notarios que se debían elegir. Cada notario tenía que llevar un libro con el inventario general del archivo y otro que tuviera el registro general de todos los instrumentos.

La ley definió a las notarías

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