Curriculo
Enviado por andreynita • 18 de Junio de 2012 • 3.955 Palabras (16 Páginas) • 291 Visitas
Intreses del curriculo:
Uno de los conceptos fundamentales que desarrolla Habermas es el de interés, definido por el autor como “...placer que asociamos a la existencia de un objeto o acción”. Este concepto se relaciona con la idea de que la especie humana se orienta básicamente hacia el placer y lo que nos proporciona este placer, es la creación de las condiciones que permiten que la especie se reproduzca. Tal como interpreta Grundy (1991) la creación de estas condiciones se enraíza y se fundamenta en la racionalidad. Inseperablemente asociados al concepto de racionalidad están los de libertad y verdad.
La forma de manifestarse la racionalidad determinará lo que un grupo social distinga como conocimiento. “Así los intereses fundamentales por la preservación, no sólo tienen implicancias cognitivas y prácticas, sino que constituyen también, el conocimiento de diferentes maneras” (Grundy, 1991).
Habermas señala tres intereses cognitivos básicos:
-técnicos,
-prácticos y
-emancipadores.
Además, estos intereses implican tres tipos o formas de generar y organizar el saber en nuestra sociedad:
-empírico-analítica,
-histórico-hermenéutica y
-crítica.
Es importante subrayar, que junto a la constitución o construcción del conocimiento, está la de la práctica o acción, ninguno por si solo puede asegurar nada, se requiere la interacción de ambos, a favor del bienestar de la especie y la sociedad.
1.- El interés técnico:
Se basa en la necesidad de sobrevivir y reproducir que tiene la especie, tanto ella misma, como aquellos aspectos de la sociedad humana que se consideran de mayor importancia. Para lograr este objetivo las personas muestran una orientación hacia el control y gestión del medio y dan lugar a una acción instrumental regida por reglas técnicas, basadas en el saber empírico.
¿Qué sucede con esta percepción tradicional, cuando en los tiempos modernos las fuerzas productivas y el potencial tecnológico inundan todos los ámbitos? Los hombres se convierten en manipuladores de instrumentos, se produce una “compulsión por la modernización”, la ciencia asume un rol principal en interdependencia con la tecnología, “el homo faber aparece también como homo fabricus, totalmente integrado a su aparato técnico” (Barco, 1989), las legitimaciones tradicionales se ven resquebrajadas por otras nuevas, representadas por la “autoestabilización cuasi instintiva de los sistemas sociales”.
Un verdadero “arsenal” de aparatos, artefactos, máquinas e instrumentos, junto a la difusión de lenguajes, jergas, neologismos, signos y códigos, se han instalado en nuestra realidad cercana, haciéndonos protagonizar aquellos cuentos de ciencia ficción, donde lo impensable hoy es posible. Detengámonos a mirar a través de la novedad: nuevas formas de comunicación, autopistas de datos, interactividad, aplicaciones multimediales... en fin, una lista inagotable y sorprendente de nuevos saberes, que hoy ponen ¿al alcance de todos? la ciencia y la tecnología.
Esta realidad que ha iniciado su convivencia con los seres humanos produce, en primer lugar, la exigencia de destrezas, habilidades y conocimientos, cuyo empleo son requeridos y esperados para distintos desempeños, por lo tanto, obstaculizan o posibilitan “las oportunidades de participar y tomar decisiones en los asuntos públicos, de interés común y los vinculados con el bienestar, la realización y la dignidad colectiva y personal” (Romero Brest, 1982).
Podemos observar cómo se levanta, inundando todos los ámbitos, el valor de la eficacia, término que se traduce fundamentalmente en “buenos resultados”, competencia y resolución práctica de los problemas, en el menor tiempo y con el mínimo costo posibles. Por eso la ciencia y la tecnología son atrayentes: contribuyen a la obtención de buenos resultados. He aquí que la ignorancia impide o dificulta la posibilidad de ver los problemas... y las soluciones. Para actuar y participar se requiere el dominio de un saber, esto es, poseer los conocimientos y la información pertinentes para operar sobre la realidad.
Respecto a la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, las tendencias actuales de la informática y la electrónica han impreso un sello de panacea, como si todos los problemas del área, anteriores a su aparición, pudieran ser resueltos con la incorporación, específicamente de la computadora, a las intituciones escolares. Los recursos tecnológicos introducidos en el aula forman además, parte de un variado espectro de productos de mercado que impone a la sociedad en general y a las escuelas particularmente, la necesidad de consumo de tales, en nombre de la modernidad.
Este hecho es llamativo en el contextro educativo argentino donde la tecnología es incorporada a los establecimientos educativos, entre otras causas, para brindar una imagen modernista de los currículos y los proyectos. Esta incorporación causa cierta fascinación en la comunidad que además, se dispone a pagar un servicio considerado sustancial para desempeños actuales y futuros. Surge, entonces, una especie de acción compulsiva por la adquisición de equipamientos y programas, sin ninguna planificación racional que pudiera dar sentido educativo a las nuevas incorporaciones.
La carencia de investigaciones y proyectos que brinden el marco adecuado a este nueva cultura, trae como resultado un proceso de vacilación pendular y azaroso que se mueve entre, la consideración de la tecnología como un campo de conocimiento en sí mismo, hasta su percepción como instrumento o recurso al servicio de la didáctica. En medio de estos extremos podemos encontrar un interesante número de posibilidades ya el panorama se presenta con muchos matices. Lo que ocurre en el ámbito de la educación, es un reflejo de lo que acontece a nivel macrosocial.
La construcción del homo economicus se realiza en dos dimensiones de la realidad: en la vida socioeconómica y cultural, y en la realidad virtual del espacio cibernético.
La creación de la información instantánea, en tiempo real y a escala universal (el espacio cibernético) es la última de las cinco grandes revoluciones informático-culturales de la época moderna. La primera fue la invención de la imprenta de Gutemberg, que generó una cultura escrita universal para una élite informativa. El empleo de la radio en los años veinte, del siglo pasado, hizo aparecer una cultura auditiva de masas, seguida por la revolución comunicativa
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