Discurso Del Rey

“El discurso del rey” me pareció muy interesante, ya que nos da una enseñanza de vida; la cotidianidad nos trae cientos de discapacidades no solo físicas sino también mentales y en ocasiones sociales, como le sucedió al protagonista de mencionada película, pero al igual que él, lo importante es tener siempre perseverancia y por mas obstáculos que se nos puedan presentar y por mas difíciles que sean las pruebas que tengamos que superar en el transcurso de nuestra vida, nunca debemos rendirnos.

Está película muestra como en una familia real tras la muerte del Rey Jorge, y el padecimiento de uno de los hijos del rey, el príncipe Eduardo, afectado por un tartamudeo se empiezan a crear inconvenientes con el dominio del trono, economía y guerra que afectaba al pueblo, ya que el futuro sucesor, no tenía la actitud de un descendiente de la corona. Pero más que un tartamudeo de solución médica es un percance de manejo de la autoestima y autoconfianza, donde se puede superar los inconvenientes conociendo el problema y sabiendo afrontar la situación, él siempre estaba acompañado de su esposa Isabel quien junto con él padecía el sufrimiento que el tenía al tratar de dirigirse al público, es por esto que tomo la decisión de llevarlo a donde Lionel Logue quien era un terapeuta que no había obtenido el título de médico pero que con sus buenas intensiones, le enseño con diferentes terapias a enfrentarse a sí mismo y poder enfrentar a si su miedo.

Muchas veces cometemos el error de pensar que un defecto físico, psicológico es nuestra culpa y debemos de vivir “cargando nuestra cruz”. Los seres humanos tenemos el defecto de creernos todo lo negativo y evitamos pensar en lo positivo que se nos dice. En otras palabras, es más fácil que alguien se enoje por una crítica y se la crea, a que se crea un halago. Lo que hace el terapeuta al preguntarle al rey: “Cuando se habla a sí mismo, ¿tartamudea?” Es darle una pequeña pista de que no es él quien está tartamudeando, sino su interior. El terapeuta, al poner al príncipe a hacer ejercicios físicos, le está enseñando que puede tener control de sí mismo, control de su cuerpo y por lo mismo control de su problema de tartamudez. Esto se ve a diario cuando alguien llega a un nuevo trabajo, cuando se encomienda una nueva tarea o cuando llega a un nuevo círculo social, las incertidumbres envuelven en ocasiones a la persona haciéndola dudar de sí mismo.

El rey pensó que esos métodos no iban a funcionar. El terapeuta con gran astucia logra ganarse la confianza y aprecio del soberano, a quien describía como "nervioso". Al pasar los días se fue viendo su mejoría, el rey nunca dejó de hablar despacio, pero adquirió la confianza necesaria para hablar en cualquier escenario, el día que dio su discurso sorprendió a los asistentes quienes denominaron como la intervención más importante

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