En el presente trabajo busca contestar al interrogante: ¿en qué medida la imposibilidad de ver la realidad produce soledad?
Enviado por Melina Diarte • 15 de Mayo de 2017 • Monografía • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 300 Visitas
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo busca contestar al interrogante: ¿en qué medida la imposibilidad de ver la realidad produce soledad?
La importancia de obtener respuesta a dicha pregunta radica en un argumento expuesto por el especialista Facundo Manes (neurocientífico argentino), en el que destaca que “la soledad crónica es incluso más peligrosa que el alcoholismo o la obesidad, y puede llegar a matar a las personas”.
Es decir, la soledad puede llegar a ser mortal, y es algo que podría afectar a cualquier individuo.
El motivo personal que impulsó la búsqueda a la respuesta del interrogante ya mencionado se relaciona con la justificación científica previa, el hecho de que la soledad a cualquiera y cada uno pueda alcanzar; y a su vez, alejar o privar de la realidad a quienes caigan en ella, como pasa en La hora de la estrella, (Clarice Lispector) con su protagonista Macabea, y en Los enamoramientos (Javier Marías) en sus personajes principales. Ambas obras serán analizadas a lo largo del desarrollo.
DESARROLLO
Cap I
En esta instancia se llevará a cabo una comparación y distinción entre cada personaje de las dos obras mencionadas.
Macabea (La hora de la estrella) fue una muchacha que vivió aislada de la realidad que la rodeaba. Por ende, estaba sola. Si bien creció junto a su tía, trabajó de mecanógrafa, vivió junto a tres mujeres y tuvo un novio, siempre permaneció en soledad. En su caso, la imposibilidad de ver su alrededor se categoriza como una ceguera natural, debido a que ella no tenía la facultad de apreciar su situación negligente (en este aspecto se tiene en cuenta su salud); a esto se le suma una realidad construida por quienes la rodeaban. Reformulando, ella estaba exenta de su propia vida, y a su vez quienes estaban cerca no le permitían ni le daban las herramientas para que pudiese abrir los ojos.
“En cuanto a la muchacha, ella vive en un limbo impersonal, sin alcanzar lo peor ni lo mejor. Ella solamente vive, aspirando y espirando, aspirando y espirando. En verdad, ¿para qué mas? Su vivir es trivial. (…) Le faltaba maña para darse maña. Tanto que (explosión) no argumentó nada a su favor cuando el jefe de la firma de representantes de roldanas le avisó con brutalidad (brutalidad que ella parecía provocar con su cara de tonta, en un rostro que pedía un cachetazo) (…)” (12)
“Esta muchacha no sabía que ella era lo que era, así como un cachorro no sabe que es cachorro”(15)
Con respecto a Los enamoramientos, se encuentra la protagonista, por un lado, María Dolz, siendo consciente de su realidad, incluso estableció hipótesis y formuló conversaciones posibles entre Javier Díaz-Varela y Miguel Desvern que acabaron por ser cercanas a la realidad. Pero se aleja de esta cuando más cerca estaba de descubrirlo todo: aquellas suposiciones cobran sentido cuando escucha la conversación entre Javier y Rubérriz, descubre que Díaz-Varela habría sido el responsable de la muerte de Desvern. A su vez, María manifiesta el deseo de no ver. Y por otro lado, Luisa, la viuda de Desvern, quien se sumerge en una profunda tristeza tras la partida de su esposo.
“Salté de la cama en el acto, medio desvestida como estaba (pero había conservado en todo momento la falda), me acerqué con cautela a la puerta y pegué el oído” (75)
“En todo aquello había algo de inverosímil, de irreal (…) era incapaz de ver a Díaz-Varela de golpe como un asesino que pudiera reincidir en el crimen una vez pasada la raya, una vez ya probado. (…) No lo era, de hecho, quise pensar más tarde: él no había agarrado una navaja ni le había asestado puñaladas a nadie, ni siquiera había hablado con aquel Vázquez Canella, el gorrilla homicida, no le había encargado nada (…).”(79)
Cap II: una burbuja que aísla
Un punto en común de estas obras es que reflejan en ellas cómo una persona puede convivir en determinada situación y no ser consciente de ello; como puede suceder el hecho que “se construya una burbuja” (como metáfora) que impida que las mismas puedan visualizar y comprender cuestiones evidentes. Por ejemplo, las enfermedades de Macabea.
Retomando el caso de la nordestina, su encierro en una burbuja puede darse como está constituida una cebolla, en varias capas: en el centro está ella misma con su ignorancia, en total inconsciencia de ella misma, y las siguientes capas que la recubren serán su tía, sus compañeras de cuarto, Olímpico, Gloria y la adivina, respectivamente. En contraste a María, la “joven prudente” no ignoraba para nada su situación, por lo que la recubriría una sola capa, la burbuja que Javier construye cuando le oculta la verdad, ya que ella por más que quisiera no podría ignorarla. Al contrario de Macabea, quien nunca puede romper las burbujas y salir de su mundo abstracto.
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