Importancia De La Comunicación Efectiva Para El Docente Y Alumno Del Siglo 21
Enviado por dayanay • 27 de Mayo de 2014 • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 341 Visitas
Importancia de la comunicación efectiva para el docente y alumno del siglo 21
Por: Lenys D. Pérez G.
A lo largo de la historia el ser humano ha tenido la necesidad de vivir en sociedad al igual que de comunicarse. Inclusive en el vientre, desde allí surge una especie de comunicación entre el feto y la madre, comunicación que a medida que crecemos vamos perfeccionando y que utilizamos para influir en los demás de manera que hagan lo que queremos y así lograr un objetivo. O ¿qué niño no ha “manipulado” a sus padres en alguna oportunidad para conseguir un juguete o dulce favorito? muchos, por no decir que todos.
Durante toda la vida compartimos con muchas personas ¿pero surge la verdadera comunicación en las tantas veces que lo hacemos?
Es por ello que se debe comenzar definiendo que es la comunicación, muchos autores (algunos de ellos Wikipedia, Fernando González Rey, Enrique José Varona, por nombrar varios) la definen como un proceso en el cual intervienen una serie de elementos: emisor, receptor, canal, ruido, entorno, mensaje, entre otros, y que si alguno de estos falta no existe dicho proceso.
Aún siendo esto verdad, contradictoriamente no es del todo cierto. Porque quien no sea leído un libro, visto una película o escuchado un programa de radio y ha obtenido un aprendizaje o aún mejor cambiado su actitud. La comunicación va más allá de la simple comunicación no es sólo el hecho de hablar, decir lo que pensamos o sentimos de algo o alguien, porque eso lo hacemos todos los días, cuando compramos algo, cuando compartimos con nuestros familiares, etc.
En otras palabras, la comunicación es el arte de modificar las cosas de otros, (su manera de pensar, de ver el mundo, de lo que cree respecto a todo lo que lo rodea) es la que genera grandes cambios, la que hace que el mundo evolucione y se revolucione. Pero no es tan fácil como se dice, ya que un mensaje errado o mal entendido puede por el contrario crear caos y tener graves consecuencias, especialmente en las aulas de clases. Como lo ocurrido en la película “La Ola”, en la que un profesor, en sólo una semana, cambio sin darse cuenta drásticamente la vida de los jóvenes que se sentían de alguna manera excluidos, o mejor dicho solos sin una familia estable que les brindara la estabilidad y el apoyo que consiguieron en el grupo. Ellos sin duda lograron una excelente comunicación ya que sin la necesidad de palabras se apoyaban y se ayudaban unos a otros sin medir las consecuencias, pero sólo por ser parte de ese equipo; dejando de lado sus propios deseos y principios que diferencian a cada uno de los seres humanos y que dicha diferencia a su vez nos hace únicos y especiales.
Es por ello que la capacidad comunicativa de los docentes del siglo 21 se ha convertido en un gran reto. Una buena comunicación entre los docentes y alumnos de esta era, mejoraría en alto grado los niveles educativos y la calidad de la educación, tomando en consideración a la comunicación como la base del proceso enseñanza-aprendizaje.
Además como profesores debemos planificar bien nuestros objetivos, qué queremos lograr en realidad con nuestros alumnos, queremos que sean: seres interdependientes, independientes o por el contrario, hombres y mujeres dependientes que necesitan que siempre se les diga qué, cómo, cuándo y dónde hacer las cosas. Esto lleva a una gran reflexión en la que un buen docente ante todo debe ser un excelente comunicador, capaz de llegar a sus estudiantes y generar en ellos los conocimientos necesarios para que sean seres humanos con valores firmes y responsables de sus decisiones.
Por consiguiente, la importancia de lo “Qué” se dice y el “Cómo” se dice. La información que reciben los estudiantes debe ser específica, clara y directa de manera que ellos entiendan de forma sencilla lo que queremos que conozcan se debe expresar con ejemplos, experiencias y dejando que se involucren y sean capaces de construir una opinión de interés colectivo que al final se convierta en aprendizaje para el grupo en general. Sin duda ser docente, es la profesión más difícil, en nuestras manos no sólo tenemos a niños, jóvenes y adultos, tenemos la materia prima “en bruto” de lo será el futuro para los hombres del mañana; por eso que al comunicarnos no lo hagamos por hacerlo, se deben romper los paradigmas que existen, lograr los cambios dependen de cada uno.
Pero no sólo es tener la intención y los conocimientos en su área, se debe de acuerdo con Ribeiro (1992:43), poseer o desarrollar destrezas que se deben cuidar, como por ejemplo: el tono de voz, este es importante que se infrinja de acuerdo con la importancia del tema y la misma no se debe forzar de manera innecesaria, recordemos que esta es la principal herramienta de trabajo. En segundo lugar el contacto visual, este es fundamental a la hora de captar y mantener la atención de los alumnos, pasear la mirada por todo el auditorio demuestra seguridad en lo que se esta haciendo y, por ultimo el control corporal, los gestos y movimientos son factores que van mucho más allá de las palabras, es decir que cuando nos comunicamos todo nuestro cuerpo habla y conviene tener concordancia de las palabras con los gestos, por cuanto estos factores poseen características que hacen que el mensaje transmitido sea diferente a cualquier otro.
Además de los aspectos antes mencionados, Ribeiro (1992:70) acota que la personalidad del emisor juega también un papel importante. La seguridad que se demuestra, la autenticidad, el autocontrol, el ser asertivo son factores que influyen en el mensaje que se expresa. Por otra parte, el contenido del mensaje y la manera como se transmita repercutirá en los participantes. De allí que conocer el ambiente, el tipo de personas, sus intereses, etc., permitirá determinar al emisor la cantidad de esfuerzo que requerirá para plantear qué va a decir, cómo lo dirá, el número y la clase de medios a utilizar para transmitir de forma más idónea y acertada el mensaje. Comunicar es un compromiso que, como se mencionó al comienzo, puede parecer simple pero en realidad es más compleja de lo que se cree más aún en la educación. Educar involucra formar personas y profesionales con conocimientos, valores y principios que pondrán en práctica toda su vida.
Ahora bien, no sólo se trata de quien emite la información o mensaje, aunque en este recaiga el mayor compromiso, esta moneda tiene dos caras. Si bien se ha dicho que el emisor es responsable de lo que predica, el receptor también es responsable de
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