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La Dignidad De La Persona Humana


Enviado por   •  4 de Mayo de 2014  •  2.143 Palabras (9 Páginas)  •  350 Visitas

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B. La primera formulaci￳n de la idea

de dignidad humana

El aporte m£s evidente de los humanistas a la teor■a

de los derechos del hombre tiene que ver con la

exaltaci￳n de la dignidad humana, el valor que se ha

transformado en el soporte moral de los derechos

humanos, definidos por muchos autores contempor£neos

como la traducci￳n en t←rminos jur■dicos de

valores ←ticos fundamentales como la dignidad y la

libertad. As■ lo sugiere el texto de la Declaraci￳n

Universal de la ONU, que presenta "la fe en la dignidad

y el valor de la persona humana" y el reconocimiento

de un valor intr■nseco para todo ser humano

-independientemente de las diferencias de raza, nacionalidad,

sexo, status, etc.>, como el fundamento

de los derechos concretos.

El documento m£s conocido y famoso es sin duda

la oraci￳n Sobre la dignidad del hombre, redactada

por primera vez en 1486, en Firenze, por Pico della

Mirandola. En ella el fil￳sofo humanista destaca el

lugar privilegiado del ser humano en el conjunto de

los dem£s seres vivientes, por ser el nico ente con el

poder y la capacidad de llegar a ser lo que quiere y

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No. 7 A￑o MCMXCV111

u. NAClONALDECOLOMBIA

BOGOT￁, D.C.

debe ser. El hombre es el vocero de todas la criaturas,

el int←rprete de la naturaleza, el punto de intersecci￳n

"entre la eternidad y el fluir del tiempo". A diferencia

de los animales, atados a las leyes del instinto,

se caracteriza por la libertad de forjar su naturaleza y

determinar su destino. Para justificar esta condici￳n

de privilegio Pico recurre a una ingeniosa reconstrucci￳n

del relato b■blico relativo a la creaci￳n. Cuando

lleg￳ el momento de crear al hombre - anota Pico -, a

la potencia creadora se le hab■an pr£cticamente agotado

las formas originarias, ya empleadas para la creaci￳n

de las dem£s especies. Sin embargo, una idea

brillante logr￳ "sacar de apuros" a la divinidad: en el

caso del ser humano no ser■a necesario idear un nuevo

molde; por el contrario, el mismo hombre se ep.-

cargar■a de formarse y moldearse a s■ mismo, de acuerdo

con su libertad. El "mejor artesano" decret￳ as■

que el hombre pudiese llegar a poseer todo lo que se

le hab■a entregado en propiedad a cada especie, "pues

no pod■a d£rsele nada propio". Por esto le dio al ser

humano una forma indeterminada, lo ubic￳ en el centro

del mundo y le habl￳ as■: "no te he dado ningn

puesto fijo, ni una imagen peculiar, ni un empleo determinado.

Tendr£s y poseer£s por tu decisi￳n y elecci￳n

propia aquel puesto, aquella imagen y aquellas

tareas que t quieras. T marcar£s tu naturaleza segn

la libertad que te entregu←( ...) T mismo te has

de forjar la forma que prefieras para ti, pues eres el

£rbitro de tu honor, su modelador y dise￱ador".

La moraleja de este relato es evidente: puesto que

el hombre no se encuentra atado a una forma dada

de antemano que determine y oriente su actuaci￳n,

se ve obligado a inventar, casi que de la nada, el orden

que quiera conferirle a su existencia y al sistema

de relaciones con los dem£s. Lo que ←l llegue a ser

depender£ de su actuaci￳n libre y de su esfuerzo creador.

As■ que el hombre se crea a s■ mismo; es el protagonista

activo de su propia historia y de hecho se

hace actuando. Es interesante anotar que Pico sigue

utilizando la idea cristiana de dignidad humana sustentada

en la creaci￳n del hombre como un ser creado

a imagen y semejanza de Dios. S￳lo que esta semejanza

adquiere un sentido distinto, en la medida

en que el hombre comparte con la divinidad el atributo

m£s elevado: la misma capacidad creadora. Gracias

a este destino excepcional, el g←nero humano se

ubica por encima de los animales, condenados a repetir

constantemente el ciclo vital impuesto por su

ANGELO PAPACCHINI LOS DERECHOS HUMANOS A TRAV￉S DE LA HISTORIA

naturaleza y sus instintos, pero tambi←n por encima

de los mismos seres celestiales, obligados desde la

eternidad a permanecer lo que siempre han sido. S￳lo

la libertad permite un desarrollo y una historia.

En su interpetraci￳n del relato del G←nesis Pico

destaca tambi←n el lado sombr■o de esta libertad, un

don hermoso pero tambi←n peligroso y comprometedor:

de hecho la libertad de elecci￳n "puede rebajar

al hombre a la condici￳n de los animales o elevarlo

hacia lo divino". El te￳rico humanista alcanza a vislumbrar

la otra cara, m£s inquietante, de la libertad

de los modernos: la carencia de s￳lidos puntos de

referencia, que alimentan a su vez sentimientos de

desarraigo o desamparo, o incluso el miedo a la libertad,

percibida a menudo como una carga pesada. De

todas formas, se trata s￳lo de una posibilidad por

ahora remota, obnubilada u opacada por el brillo de

este ideal de libertad creadora, que le abre al hombre

la posibilidad de llegar a ser lo que quiere y a tener lo

que desea. Esta exaltaci￳n de la dignidad humana,

expresi￳n de una "renovada confianza en el hombre

y en sus posibilidades", se ha transformado con raz￳n

en el manifiesto del Humanismo. No es fortuito

que aparezca en la Florencia de los Medici y bajo el

dominio de Lorenzo el Magn■fico, quien hab■a contribuido

a transformar a la ciudad en el centro del

humanismo, del arte y del saber.

Entre las obras de los pensadores humanistas

merece tambi←n una menci￳n especial el Di£logo de

la dignidad del hombre redactado por el espa￱ol

Fern£n P←rez de Oliva (1494?-1531).La obra se desarrolla

en forma de di£logo entre Antonio, el abogado

de la dignidad, y Aurelio, quien destaca la miseria y

desprotecci￳n en la que se encuentra el ser humano

en comparaci￳n con los dem£s seres vivientes. En su

argumentaci￳n, Aurelio llega incluso a elogiar la ignorancia,

que le prestar■a al hombre un mejor servicio

que el conocimiento, pues gracias a la ceguera intelectual

pasar■an

...

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