La Evaluación Educativa

EVALUACIÓN EDUCATIVA

En la educación la evaluación tiene una función esencial y exclusivamente formativa como medio para el mejoramiento del proceso educativo, constituyendo la base para que el maestro sistemáticamente tome decisiones y realice los cambios necesarios en la acción docente o en las condiciones del proceso escolar.

La evaluación constituye un proceso en el que el maestro se percata de los avances o retrocesos que el alumno tiene en un lapso de tiempo, ésta a su vez le permite conocer en qué aspectos el niño necesita ayuda y en cuáles es necesario intervenir directamente.

La evaluación consiste en la constatación de la coincidencia o no de los resultados obtenidos al final de un programa educativo con los objetivos o rendimientos que se pretendía lograr inicialmente; o dicho de una manera más concreta la evaluación es “el proceso que permite determinar en qué grado han sido alcanzados los objetivos educativos propuestos”

Según Ralph Tyler en su obra General Stantment of Education, para llevar a cabo un proceso evaluativo en el campo de la educación el docente debe delimitar en su trabajo algunas fases muy concretas, tales como establecer objetivos o aprendizajes esperados, ordenar los objetivos en clasificaciones amplias o bien dosificar los contenidos de enseñanza, definir dichos objetivos en términos de comportamiento, establecer en el aula las situaciones adecuadas para que pueda demostrarse la consecución de los objetivos, explicar los propósitos de la estrategia a los alumnos para que ellos mismos conozcan cual será su aprendizaje final, seleccionar o desarrollar las medidas técnicas adecuadas, recopilar datos de trabajo y finalmente comparar los datos con los objetivos de comportamiento .

De acuerdo con los momentos en los que se aplique una evaluación durante el proceso educativo esta recibe ciertas clasificaciones; la evaluación puede ser inicial, procesual o final según su tipología y objetivos.

Desde la observación previa a la práctica docente se está aplicando ya una evaluación, en este caso “la evaluación inicial es aquella que se aplica al comienzo de un proceso evaluador, en nuestro referido a la enseñanza y aprendizaje” de esta forma detectamos la situación de partida de los sujetos que posteriormente van a seguir su formación y, por lo tanto, otros procesos de evaluación adecuados a los diversos momentos por los que pasen. Esta primera evaluación tiene una función eminentemente diagnóstica, pues servirá para conocer a ese alumno y poder adaptar al máximo, desde el primer momento, la actuación del profesor y del centro de sus peculiaridades. Cuando se comienza el proceso de aprendizaje concreto la evaluación inicial resultará útil para detectar las ideas previas que el alumnado posee en relación con el tema que se va a tratar.

Por otro lado, durante el proceso de aprendizaje de los alumnos entra un tipo de evaluación conocida como procesual la cual “consiste en la evaluación continua del aprendizaje del alumnado y de la enseñanza del profesor, mediante la obtención sistemática de datos, análisis de los mismos y toma de decisiones oportuna mientras tiene lugar el propio proceso” el plazo de tiempo en el que se realizará este tipo de evaluación estará marcado por los objetivos que hayamos señalado para la misma, por ejemplo, dentro de la práctica docente los objetivos que enmarcarán dicha evaluación pueden estar en función de los aprendizajes esperados que se establezcan para cada contenido. La evaluación procesual es la netamente formativa, pues al favorecer la toma continua de datos, permite la adopción de decisiones “sobre la marcha”, que es lo que más interesa al docente para no dilatar en el tiempo la resolución de las dificultades presentadas por los alumnos.

Llevar a cabo rigurosamente “la evaluación procesual es lo único que permite mejorar el proceso de enseñanza, pues

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