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La Oratoria


Enviado por   •  9 de Febrero de 2013  •  1.428 Palabras (6 Páginas)  •  449 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo está diseñado de forma práctica y sencilla para explicar el “La Oratoria y las cualidades de un Orador”, recorriendo su concepto, historia, subgéneros, virtudes, cualidades, etc.

Al mismo tiempo la elección de este tema específico para esta monografía permite conocer más sobre “La Oratoria y las cualidades de un Orador”, no solo sus concepto, sino sus aplicaciones y principalmente su importancia sobre la sociedad.

1. Concepto:

Es un conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir un determinado mensaje.

La oratoria, es una virtud trascendente cuando se lo encamina en conseguir logros de notable relevancia en la sociedad, tanto fuese este para la enseñanza educacional, como para resolver conflictos espinudos de la vida civil, y en tanto fuese ella para la vida política hacia el fin donde se dirige una Nación.

La Oratoria ocupa un lugar especial, en la vida misma.

2. Historia.

Aunque desde tiempos inmemoriales siempre ha habido quienes han tomado la palabra públicamente, muchos consideran que la oratoria como arte especializado recibió atención particular en Sicilia y se desarrollo fundamentalmente en Grecia, donde llego a ser considerada como instrumento fundamental para alcanzar prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales. El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Sócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas que tenía un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llego a considerarse el mejor en su arte a Demóstenes.

De Grecia la oratoria paso a la República Romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfecciono. Sus discursos y tratados de oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entro en crisis habida cuenta de su poca utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su instituto oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género. Sin embrago como ha demostrado Curtius en su literatura Europea y Edad Media Latina, la oratoria influyo poderosamente en el campo de la poesía y la literatura en general pasándole parte de sus recursos expresivos y reto rizándola en exceso

3. Clasificación de la Oratoria:

Según el tema y el ámbito profesional

Este tipo de oratoria involucra exposiciones especializadas, es decir, las utilizadas por personas que tienen en común una misma profesión, arte u oficio y que en tal sentido desarrollan una práctica oratoria que con el devenir del tiempo se constituye por derecho de uso, en una práctica exclusiva de referido grupo humano.

Dividida en los siguientes tipos:

Social

Pedagógica

Forense

Política

Religiosa

Militar

Artística

Empresarial.

Según la actitud de comunicación del orador.

Cuando el orador se encuentra en actitud de comunicación oral con sus semejantes, puede transmitir su mensaje de dos maneras: en forma individual; cuando solo él hace uso de la palabra para dirigirse hacia un grupo de personas que lo escucha sin intervenir o, en forma cooperativa; cuando un grupo de oradores de forma alternada, según el turno establecido se dirigen el público, buscando entre todos, a través de la discusión, una opinión o decisión común.

4. Elementos de la Oratoria

Las Pausas: Son un arma importante para dominar el ritmo de exposición. El lapso entre palabras, frases o pensamientos no se debe llenar con sonidos tales como “estee…”, “mmm…”. Usarlos es común, pero es mucho más efectivo dejar ese momento del discurso sin ningún sonido, puede ser más elocuente que un borbotón de palabras. El silencio también comunica, pero aunque es un elemento de gran utilidad es el menos preciado.

La dramatización: El disertante debe involucrar al auditorio racional y emocionalmente, de modo que además de exponer argumentos lógicos debe mover su sensibilidad. La dramatización está dirigida a despertar y mantener la curiosidad del auditorio, hacerlo pensar, hacerlo sentir

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