Modelo Racional Normativo

MODELO RACIONAL NORMATIVO (NORMA DE EVALUACIÓN COMO SERÁN EVALUADOS)

Desde la perspectiva de Taba, el modelo curricular debía cumplir con una serie de características específicas que permitían retomar diferentes elementos del ámbito educativo, contemplando en su modelo casi las mismas características que planteaba Tyler, agregándole sólo un aspecto más, considerado uno de los más importantes: la Cultura, por lo cual es reconocida como una de sus seguidoras y continuadoras que más ha aportado a este campo. Al igual que Tyler (1949) adopta un enfoque conductista que se observa claramente en su forma de concebir los objetivos educativos, usando como sinónimo de la Pedagogía por objetivos a la Pedagogía basada en objetivos de la conducta.

Todo esto, puede derivarse tomando en cuenta un planteamiento como el de Tyler (1949), el cual sugiere 4 preguntas esenciales, que pueden ser de ayuda para establecer criterios sobre en qué medida se van cumpliendo o no los objetivos:

1. ¿Qué fines desea alcanzar la escuela?

2. Qué experiencias básicas educativas pueden ayudar con más probabilidad a esos fines?

3. ¿Cómo organizar eficazmente esas experiencias?

4. ¿Cómo comprobar que alcanzaron sus fines?

Como señala Rico (p.12), el objetivo de la evaluación es dar cuenta de hasta qué punto se han cubierto las necesidades y expectativas de aprendizaje que se han propuesto en un determinado currículo, para lo cual es necesario además, realizar una revisión rigurosa la cual permita determinar si las planificaciones hechas concuerdan o no con los resultados previstos, esto es, verificar si lo que se pretendía aprender en verdad se logró y en qué grado.

De acuerdo a esta postura, es por medio de la evaluación que se llega a una determinación sobre si el currículo propuesto y la enseñanza impartida lograron satisfacer los objetivos de la educación, los cuales consisten principalmente en mediciones de los cambios o modificaciones en la conducta de los estudiantes. De esta forma, para llevar a cabo la evaluación se debe tomar en cuenta más de un elemento que permita establecer comparaciones con las que podamos identificar en qué grado se ha logrado un cambio en el alumno, así como la duración de este, si es transitoria o permanente.

Con base en lo anterior “…los procedimientos para comprobar dichos cambios en la conducta no tienen por qué ceñirse solamente a pruebas de lápiz y papel, se pueden utilizar todos aquellos que den información sobre los cambios de conducta de los sujetos: pruebas escritas, observación del trabajo del alumno, entrevistas, cuestionarios” (Rico, p.12). Dichos instrumentos pueden ser utilizados tanto en una evaluación individual como en una grupal, lo importante aquí, será elaborarlos de manera que cumplan con ciertos criterios de objetividad, confiabilidad y validez; así como relacionándolos

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