Monografos El precio del miedo
Enviado por aldrin_perdomo • 29 de Agosto de 2012 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 590 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
PLAN ESPECIAL DE MASIFICACION DE LA PROFESIONALIZACION
CATEDRA: PROYECTO
LA INSEGURIDAD EN LA COMUNIDAD
REALIZADO POR:
NELSON ATENCIO
PROFESORA:
YASMERY ARTEAGA
AGOSTO, 2012
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El precio del miedo
Cuando en una conversación se habla de la violencia el silencio es absoluto. Este problema proviene de muchos fenómenos como el desempleo y las crisis entre otros. Se ha originado un círculo consecutivo que va de la negación de la existencia de los robos, secuestros y demás por parte de las autoridades y por parte de los ciudadanos de forma distinta que va hacia el miedo de ser víctima.
Las autoridades deben ser responsables de todo lo que les corresponde en nuestro país, pero a la vez los ciudadanos somos responsables de permitir lo que no queremos, nosotros debemos de exigir lo que necesitemos, pues para eso está "supuestamente" el gobierno. Si el gobierno no se encarga de sus asuntos entonces la culpa de alguna forma recae en el pueblo porque es el que no debe permitir la situación y es quien debe de poner un límite.
la inseguridad vivida en Venezuela es uno de los principales problemas que aqueja a la población. Las cifras semanales de muertos en las principales ciudades, así como las interminables noticias de secuestros, robos, hurtos, violaciones y decenas de delitos más, son parte de la vida cotidiana. Sin embargo, no fue sino a principios del 2008 que el Gobierno Nacional pareció haberse dado cuenta de esto. Ahora, con este nuevo y esperado evento, los venezolanos esperan que se haga algo al respecto, y se comience a controlar la criminalidad.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Desde que recordamos, la inseguridad vivida en Venezuela es uno de los principales problemas que aqueja a la población. Las cifras semanales de muertos en las principales ciudades, así como las interminables noticias de secuestros, robos, hurtos, violaciones y decenas de delitos más, son parte de la vida cotidiana.
Creo que unas de las causas de la inseguridad en Venezuela son: la pobreza existente en el país, el analfabetismo, la separación de clases sociales, como también un sistema judicial degradado, corrupto y poco apegado a las leyes.
La inseguridad es consecuencia de la falta de oportunidades y progreso para la población, infantil y juvenil. Los datos dicen que los venezolanos viven la inseguridad como el mayor de sus problemas. Los crímenes ocurren y se convierten rápidamente en titulares de diarios, en palabras quebradas de las víctimas que fluyen de las radios y en imágenes televisivas que muestran ladrones en el mismo instante en que ejecutan su fechoría. Los delitos, y también el modo en que son difundidos, son la causa central de esa percepción ciudadana.
Para entender qué nos pasa, sepamos de antemano que la inseguridad ha aumentado sensiblemente en el mundo. En los últimos tiempos, la ONU advirtió que los índices criminales han crecido globalmente en forma acelerada. Sólo entre 1980 y 2000, la delincuencia aumentó casi un 30%. Otros de sus informes indicaron que el miedo creciente que la sociedad expresa ante el delito se asocia directamente "a la difusión por la prensa de los registros oficiales de muertes y violencia".
De cualquier manera, es necesario hacer una salvedad. Los datos estadísticos del total del país no coinciden con los que surgen de los lugares de mayor concentración urbana, en donde se localizan bolsones de marginalidad social y en los que crece significativamente la criminalidad más violenta. El Gran Buenos Aires es uno de esos lugares. Allí se advierte un fenómeno preocupante de violencia delictiva semejante al que exhiben ciudades como San Pablo, Río de Janeiro, Caracas o México.
La marginalidad es el mejor caldo de cultivo que encuentra la delincuencia. Allí, donde no llega ninguna política pública, los controles sociales no funcionan y nadie hace propias las normas de conducta de la sociedad. Las familias se quiebran, los mayores carecen de trabajo y los más niños -alejados de la escuela- son empujados hacia la mendacidad y suelen crecer con las "reglas de la calle". De ahí al delito hay sólo un paso.
Aun así, no es ésa la única causa que explica el delito entre nosotros. Hay otras: un sistema policial que en muchos casos acaba asociado a quienes debe combatir, un procedimiento penal que a partir de cierta flexibilidad facilita liberaciones anticipadas no siempre entendibles y un régimen penitenciario que día tras día demuestra su formidable incapacidad para recuperar
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