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SANGRE DE CAmpeon Sin Vcadenas


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2013  •  1.282 Palabras (6 Páginas)  •  281 Visitas

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CAPITULO II

EL CIRCO DE PULGAS

Al día siguiente, Owin y Beky se levantaron temprano para ir a la escuela. Su padre continuaba dormido. No lo despertaron.

Cuando llegaron al salón de clases encontraron un griterío. La maestra no había llegado. En el pesado ambiente de travesuras, groserías y burlas, los chicos pasaron casi toda la mañana sin ninguna guía. Durante la última hora de clases, el perfecto entro de repente y levanto la voz:

- Su profesora enfermo. Contrataron a una suplente. Vendrá a presentarse al rato. Me mandaron a cuidarlos mientras tanto: ¿Qué hacemos? ¿Jugamos a algo?

El perfecto era un joven que hacía las veces de portero, vigilante y recadero. Organizo un juego de palabras, hombres contra mujeres. Como representante de los niños, eligió a Owin. Todos abuchearon la elección. Owin se rehusó, pero el perfecto insistió; entonces, son saber cómo negarse, Owin camino hacia el frente. Sus compañeros le arrojaron bolsas de papel. El agacho la cabeza y se mantuvo quieto. Como embajadora de las mujeres nominaron a una chica guapa y lista.

El juego comenzó. Se trataba de escribir en el pizarrón palabras que iniciaran con la misma letra. Owin se hallaba tan intimidado que no pudo encontrar el nombre de una persona, ciudad o animal, cosa o película que comenzara con la v. La chica termino su trabajo exitosamente y de inmediato recibió el aplauso del grupo femenino.

- ¡Las mujeres van ganando! – dijo el perfecto -, ahora escriban palabras que comiencen con la r. tienen un minuto.

Nuevamente Owin perdió. Los gritos de ánimos de las niñas fueron opacados por las groserías que decían los hombres a su delegado:

- ¡Eres un burro, Owin! ¡No sirves para nada! ¡Mejor lárgate! ¡No debiste venir a la escuela hoy! ¡Torpe! ¡Tarado! ¡Ignorante! ¡Bestia!

El perfecto escuchaba las burlas y se reía.

- Vamos a darle otra oportunidad a nuestro amiguito.

Estaba un poco dormido. ¿Ya despertaste? ¡Vamos! ahora no escribirán en el pizarrón, sino que dirán en voz alta las palabras. Empecemos con la letra t. ¡Vamos!

La niña se avoco en la tarea con rapidez y grito:

- Tomas, Toronto, Tortuga, Tronco, titanic.

El competidor trato de hablar al mismo tiempo, pero su tartamudez se convirtió en un freno.

- Te… te… te… te… te…

Todos lo chichos rieron.

- ¡Es una ametralladora!

- Te te te te te te te te te – Se burlaron

Owin guardo silencio. Ni se atrevió a regresar a su lugar ni quiso competir ya con alguien que, en ese juego, era mas rápido que el.

- ¡Las mujeres ganamos otra vez! – Dijo la chica – , ¡Ganamos Siempre!

- ¡Siéntate, Zopenco! – Gritaban los varones – ¡Pareces sapo! ¡Eres peor que un animal! ¡Nos das vergüenza!

Las bolas de papel volvieron a lloverle encima.

Owin, tenía trece años y no le gustaba demostrar debilidad, pero esta vez, frente a sus compañeros, las lágrimas de rabia comenzaron a rodearle los parpados.

- ¡Mírenlo! está llorando. ¡Es una ametralladora marica!

El perfecto zarandeo al joven y le increpo:

- ¿Eres un marica, Owin? ¡Y porque no lo habías dicho? De haberlo sabido hubiéramos escogió a otro para que representara a los hombres.

La bulla aumentaba.

Beky se puso de pie.

- ¡Basta! ¡Dejen en paz a mi hermano! – El griterío disminuyo un poco – El no les había hecho nada malo… ¡Déjenlo en paz!

Beky camino al frente. Las bolas de papel comenzaron a caer sobre ambos. Ella le sugirió a Owin en voz baja:

- ¡Vamos a ala dirección! debemos quejarnos.

- No, hermana – Contesto el – Si me defiendes será peor.

- ¡Acuérdate lo que leímos en el cuaderno respecto a la timidez! salgamos de este salón.

- ¡Esta prohibido salir!. Intervino el perfecto – Lo siento mucho ¡Mientras no llegue su maestra, yo mando!

Un escalofrió les recorrió el cuerpo a los hermanos cuando escucharon:

- Pues tu tiempo de mandamás termino. Ya estoy aquí… por si no lo habías notado.

...

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