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Hongos y líquenes - biología


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2015  •  Trabajo  •  1.869 Palabras (8 Páginas)  •  148 Visitas

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INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL 

ESCUELA NACIONAL DE CIENCIAS BIOLOGICAS

Hongos y líquenes

Licenciatura en biología

2OV1

Taphrinales

Equipo:

Lima Lima Verenice

Pereyda Ramírez Oscar Antonio

Roa Fierros Mehida

13 de Octubre del 2015

Taprhinales

Los hongos de este grupo son parásitos de las plantas superiores, y producen deformaciones en los órganos y tejidos atacados. Su micelio está formado de hifas septadas  y ramificadas, cuyas células son comúnmente binucleadas, los núcleos  haploides y, por lo mismo, son dicarioticos.  El micelio posee esporas sexuales denominadas ascosporas dentro de un saco llamado asca; las ascas no se originan de una conjugación si no de células especiales llamadas células ascógenas o clamidiosporas, que derivan del micelio; y esporas sexuales que reciben el nombre de conidios. Al asca o etapa sexual se le denomina con frecuencia la fase perfecta o telemorfa, mientras que la fase asexual o conidial es la etapa imperfecta o anamorfa. En la mayoría de los fitopatógenos, el hongo sobrevice durante la época de crecimiento en forma de micelio; se reproduce y ocaciona la mayoría de las infecciones en su fase conidial o sexual

Las especies más representativas de este orden son: Taphrina deformans  (Fig 1.1), que parasita almendros, durazneros y chabacanos. T. pruni (Fig 1.2), ocasiona en los ciruelos la enfermedad conocida como lepra. T. cerasi que parasita el cerezo provocando la enfermedad llamada escoba o escobajo de bruja. T. kruckii (Fig 1.3), que ataca a ciertos encinos dando lugar a la escoba o escobajo de encinos. Ademas de T. alnitorquis, T. ephylla y T. media que ataca a los alisos; T. ulmi a los olmos y a los ciruelos; T. bullata, T. betulae y T. turgida a los abedules y T. atkinsonia al capulín.

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Fig. 1.1 T. deformans (hoja)        Fig. 1,2 T. pruni (fruto)                Fig. 1.3 T. kruckii (hoja)

Estructuras y tipo de reproducción

Los ascomicetos producen un micelio que posee septos, esporas sexuales (ascosporas), dentro de un saco (asca) y esporas asexuales (conidios).  Las ascas de los hemiascomycetos (levaduras y hongos del enchinamiento de las hojas) se forman ya sea directamente a partir de cigotos que provienen de la fusión de un par de células (Figura 2.1) o de células ascogénicas dicarioticas formadas partenogenéticamente. Por lo común, sus ascosporas se multiplican por gemación (Agrios 2005).

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Figura 2.1 (d, e) Fusión de núcleos en células ascogénicas. (f) Elongación celular de la célula que contiene dos núcleos formados por mitosis de la fusión de núcleos. El núcleo superior ha comenzado a dividir meióticamente. (g) Asca con células basales uninucleadas. (h, i) Ascas de cuatro y ocho núcleos. (j) Germinación de ascospora con tubo germinal (binucleada) (Webster & Weber 2007).

El ascogonio fecundado produce una o varias hifas ascógenas, cuyas células son dicarióticas, o sea, contienen un par de núcleos, mediante un proceso complicado, la célula terminal de cada hifa ascógena se desarrolla en un asca, en la que los dos núcleos se dividen por mitosis y producen ocho núcleos haploides. Cada núcleo está rodeado entonces por una porción de citoplasma y se recubren de una pared formando así una espora dentro de asca, o sea, una ascospora. Por lo común hay ocho ascosporas por asca (Figura 2.2).  

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Figura 2.2 Formación del asca (Agrios 2005).  

Por lo general en el caso del orden Taphrinales las ascas son desnudas (Figura 2.3 Taphrina), es decir, no se forman dentro de cuerpos fructíferos (ascocarpos).

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Figura 2.3 Asca desnuda de Thaprina (Agrios 2005)

Habito, hábitat y distribución

Las enfermedades por Taphrina (ascomicetos fitopatógenos), cuyos efectos son mejor conocidos en Europa y Norte América, pero probablemente ocurre en todo el mundo. El hongo sobrevive durante la estación de crecimiento en forma de micelio, se reproduce y ocasiona la mayoría de las infecciones en su fase conidial o asexual. La etapa sexual o perfecta se forma en hojas infectadas, frutos o tallos solo al final de la estación de crecimiento o bien cuando ha disminuido el suministro alimenticio de la planta. La etapa perfecta del hongo es la etapa invernante, aunque en la mayoría de los casos, las ascas y ascosporas no se forman y maduran sino hasta el final del invierno o principio de la primavera. Las ascosporas por lo general funcionan como inóculo primario y producen las primeras infecciones en la primavera de cada año. Las infecciones primarias después forman conidios, que funcionan como inóculo secundario y ocasionan todas las infecciones durante la estación de crecimiento de las plantas (Agrios 2005).

En las Taphrinales como ya se dijo la infección se efectúa en primavera durante la foliación, siendo favorecida por la lluvias y cuando la temperatura es más bien baja. Los rocíos favorecen la germinación de los conidios en las hojas y, por lo mismo, la infección, en cambio durante un tiempo seco y caluroso no se beneficia esta. Como consecuencia la caída de las hojas y la desecación delas ramas, las plantas se debilitan, muchos frutos verdes caen y los que perduran quedan pequeños y maduran mal (Herrera & Ulloa 1998).

Ciclo de vida

El hongo inverna en forma de ascospora o conidios de pared gruesa sobre los árboles, quizás en las escamas de sus yemas. En la primavera esas esporas por acción de gotas de lluvia y llevadas por el viento viajan hacia los tejidos jóvenes de la plantas, germinan y penetran directamente a través de la cutícula o estomas en las hojas u otros órganos en proceso de desarrollo. Una vez que han germinado los conidios, su núcleo se divide y los dos núcleos resultantes se desplazan hacia el tubo germinal. Conforme el micelio se desarrolla, ambos núcleos se dividen y producen las células binucleadas (haploides) del micelio (Agrios 2005). Cuando el parásito está en el hospedante (hoja de duraznero), tiene el aspecto de un micelio bien desarrollado, ramificado y septado, que se extiende entre la cutícula y la epidermis de las los órganos infectados, el micelio forma una masa compacta que se desintegra formando las células ascogénicas y también conidios (Herrera & Ulloa 1998). El micelio binucleado se desarrolla entonces entre las células e invade notoriamente los tejidos, induciendo la división celular y elongación celular excesivas, que dan como resultado el alargamiento y deformación de los órganos de la planta (Agrios 2005).  En cada una de las células los dos núcleos se fusionan y forman un núcleo diploide. La célula se alarga, el núcleo se divide en dos por mitosis y se forma un tabique que divide a las dos células (cada una con un núcleo diploide): una basal sobre las células epidérmicas y otra superior tocando la cutícula. Esta última se trasforma en asca, por lo cual se alarga y divide su núcleo tres veces sucesivas, la primera por meiosis, obteniéndose ocho núcleos haploides, a expensas de las cuales se forman ocho ascosporas. Al crecer las ascas rompen la cutícula y quedan expuestas al exterior formando una capa similar a un himenio en la superficie de la epidermis. Para algunas especies antes de que las ascosporas salgan del asca se reproducen por gemación formando conidios o blastosporas por lo que se dan varias generaciones de conidios. Al romperse la pared del asca, los conidios quedan libres y pueden ocasionar nuevas infecciones. En otras especies las ascosporas salen del asca y al quedar sobre la superficie de diversos medios o plantas se reproducen por conidios (Figura 3.1). Cuando los conidios germinan el núcleo se divide en dos y se forma un dicarión, que al dividirse sucesivamente va formando células binucleadas (Herrera & Ulloa 1998).

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