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Teorias Pedagogicas


Enviado por   •  16 de Octubre de 2013  •  1.836 Palabras (8 Páginas)  •  309 Visitas

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REALIDADES Y PARADIGMAS DE LA FUNCIÓN DOCENTE: IMPLICACIONES SOBRE LA EVALUACIÓN MAGISTERIAL EN EDUCACIÓN SUPERIOR.

El presente artículo aborda dos temas que no suelen tratarse simultáneamente. Más aún: es posible que sean vistos como asuntos relativamente inconexos o al menos distantes. En un primer apartado, se pasa breve revista a la realidad –o las realidades– que viven los profesores mexicanos de educación superior, considerando la multiplicidad de situaciones a las que se enfrentan y la diversidad de roles que desempeñan: como profesionales sociales, como miembros de instituciones escolares, como participantes de un gremio laboral, como didactas y como seres humanos permanentemente sometidos a tensión. En un segundo apartado, se analizan someramente los principales paradigmas psicopedagógicos que han dominado la investigación del desempeño docente en las aulas. A saber: el paradigma proceso-producto, el mediacional y el ecológico o etnográfico.

Sin duda, cada una de estas dos secciones refleja una temática y una tradición científica acompañante, que han sido de gran importancia en el estudio de la docencia. A la vez, como anticipamos en las palabras iniciales, se trata de discursos que no suelen aparejarse. Uno se asocia más cercanamente con la investigación sociológica y profesiográfica; el otro, con la indagación psicopedagógica. El primero se orienta preferentemente en la dirección de la descripción, la explicación y acaso, el análisis crítico de la situación real de los maestros, señaladamente los que se ubican en nuestro contexto geográfico y cultural: el ser docente, si se nos permite la simplificación. El segundo apunta, más tarde o temprano, a la postulación de modelos relativamente ideales –o al menos parcialmente posibles y deseables– de la tarea profesoral: el deber ser docente. ¿Por qué conviene amalgamar o confrontar estos discursos tradicionalmente separados, a veces incluso divergentes? Por una parte porque mantenemos la convicción, con Savater (1997), de que los educadores hemos de dosificar balanceadamente realismo e idealismo, hemos de constatar realidades y de movilizarnos a la vez en torno a fines que frecuentemente parecen muy ambiciosos. Pero por otra parte porque se trata de focos de atención desafortunadamente disociados, que en nuestra opinión deberían aparecer con mayor frecuencia en el mismo campo visual de los estudiosos educativos. El artículo intenta este doble enfoque y, después de presentar sucintamente los argumentos de cada uno, finaliza con algunas reflexiones que no son concluyentes sino necesariamente abiertas y provocadoras.

LA SITUACIÓN ACTUAL DEL DOCENTE UNIVERSITARIO MEXICANO

En esta sección hacemos una caracterización breve, que esperamos significativa, del profesor que labora en el nivel escolar superior, el profesional que se dedica fundamentalmente a la enseñanza en universidades, institutos y tecnológicos consagrados a la formación en los niveles de licenciatura y posgrado. Intentamos perfilar la realidad que vive actualmente este agente educativo, tanto en sus condiciones generales como en su carácter de enseñante. Aunque nos referimos particularmente al docente mexicano, buen parte de este análisis puede hacerse extensivo a los educadores universitarios de otras latitudes, que comparten con aquél realidades y desafíos inquietantes.

A nuestro juicio, una caracterización de esta naturaleza resulta necesaria cuando se habla de evaluación docente, pues implica situar en el centro de nuestra atención, desde un principio, la materia prima que interesa al propio proceso evaluativo: el enseñante, sus necesidades y sus circunstancias, sus coherencias y sus contradicciones. Por otro lado, conviene señalar que tal caracterización no puede ser sino limitada y esquemática: el profesorado que labora en nuestros centros escolares de nivel superior conforma hoy en día un amplio mosaico de manifestaciones, se muestra como un cuerpo profesional sumamente diversificado. No resulta fácil analizar al personal docente que trabaja en universidades privadas con el que lo hace en las instituciones públicas, al que se desempeña en institutos asentados en las grandes ciudades con el que labora en los tecnológicos rurales, al maestro que vive en la zona metropolitana de la capital nacional con el que busca abrirse camino en la provincia mexicana. Sin embargo, pese a las dificultades que impone dibujar un perfil nítido del docente universitario mexicano, consideramos muy relevante trabajar en su conformación y aventuramos algunos trazos que a nuestro parecer nos permiten reconocer tendencias generales, identificar con mayor claridad de quién estamos hablando.

Varias investigaciones (ANUIES, 2000; Gil, 1994 y 1998, entre otras) pueden ayudarnos en esta tarea: nos muestran de manera persuasiva la compleja fisonomía que caracteriza al personal académico de las instituciones de educación superior en nuestro país. Algunos de sus resultados sobresalientes se consignan enseguida:

a) El número de personas que se dedican al trabajo académico en el sistema de educación superior ha crecido en los últimos años hasta alcanzar un total nacional cercano a las 200,000 plazas.

b) De este total, aproximadamente el 82% corresponde a la licenciatura; el 9% a la educación normal y el 9% al posgrado.

c) El 30% de las plazas es de tiempo completo, el 9% de medio tiempo y el 61% por horas 1.

d) El personal académico masculino representa cerca de un 75% del total, mientras que el femenino representa el 25% restante.

e) El 26% de los maestros universitarios ingresó con menos de 24 años y el 74% lo hizo con menos de 30 años. Se trata, empero, de un sector que propende al envejecimiento ya que sus posibilidades de renovación son cada vez menores, habida cuenta de las dificultades que enfrenta hoy en día la contratación de nuevas plazas o de nuevos candidatos en el sector universitario.

f) Desde el punto de vista pedagógico, el perfil predominante entre los docentes universitarios mexicanos continúa siendo tradicionalista, en tanto que se encuentra centrado en la figura hegemónica del profesor frente al grupo, los métodos de enseñanza siguen siendo prevalentemente expositivos y las estrategias de evaluación

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